ESCUCHAR
Omar Gennari, gerente general de Argentina de la organización internacional que se dedica a medir los ambientes y detectar los mejores para trabajar, detalla la forma de llegar a una buena gestión del ambiente laboral.
Suele creerse que, por mencionar o repetir conceptos, éstos serán incorporados en la conciencia y traducidos a la acción. Lo cierto es que resulta necesario mucho más que eso para internalizarlos realmente y evitar contradicciones entre lo dicho y lo actuado. El primer paso, tal vez, sea reconocer esa primera contradicción. Esta ambigüedad se manifiesta en múltiples situaciones sociales en las que interactuamos, aunque tiene algunas características particulares en el ámbito laboral.
De esto hablará Omar Gennari, gerente general de Great Place to Work para Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, quien estará en Córdoba la semana que viene. Será uno de los disertantes, el próximo martes 25 de septiembre, en el 6° Congreso de Recursos Humanos y Management organizado por la Universidad Siglo 21, en el Auditorio OSDE. Antes de su presentación “Clima y cultura organizacional: de la gestión a la percepción”, Comercio y Justicia accedió a un anticipo del directivo de esta organización internacional dedicada exclusivamente al estudio del clima interno en las empresas.
Frases típicas
“El capital más valioso de esta organización es la gente’, es una frase escuchada y leída muchas veces en distintos ámbitos. En varias ocasiones suena poco convincente cuando inexorablemente se observan las acciones y comportamientos cotidianos”. Con este pensamiento, Gennari da inicio a un tema altamente debatido cuando se habla de cultura organizacional.
Lo que decimos o manifestamos no necesariamente se traduce directamente en lo que hacemos y esto se plasma en la cultura de cada lugar. Así, considera que una cultura se conforma en gran parte a partir de los mensajes emitidos, y en un lugar de trabajo, permanentemente están emitiéndose mensajes en forma verbal, en actitudes y en acciones.
“Desde hace varios años diversos autores han divulgado la evolución de los factores intangibles por sobre los tangibles. En efecto, el acceso a la tecnología y al capital ya no son altas barreras de entrada, de manera que está absolutamente probado el impacto del aporte de la gente como ventaja competitiva sustentable. En una organización las personas son las que, mediante la generación de ideas creativas, el esfuerzo y el compromiso, consiguen logros excepcionales. Ya no se trata de tener sólo unos pocos ‘iluminados’ con ideas brillantes sino cada vez más personas comprometidas que generen acciones extraordinarias”, distingue.
Si esta correlación tan fuerte entre gente comprometida y resultados de negocio está demostrada, es esperable encontrar la inclusión de los temas relacionados con la gestión de personas en la agenda de las empresas. En este sentido, Gennari aviva el análisis e interpela: ¿Qué grado de importancia o relevancia le damos a la gente de nuestra organización a la hora de planear a mediano y largo plazos? ¿Aparecen los temas de la gente en la agenda de reuniones de alta gerencia (desarrollo, clima, talentos, marca empleadora, prestigio corporativo)? ¿Qué estrategias explícitas han sido establecidas? ¿Cómo apoyan estas estrategias el rumbo del negocio en su conjunto? ¿Qué canales defino para saber lo que percibe la gente? ¿Por dónde pasan sus intereses?
A medir e interpretar
De manera creciente, cada vez más organizaciones instalan el tema del clima organizacional en la estrategia de sus negocios. El clima como variable clave estratégica a medir e interpretar, para alinear la cultura con las acciones de todos los días; para crear ambientes de trabajo creativos, saludables y productivos; ambientes que sean reconocidos interna y externamente, donde la gente quiera ingresar y quedarse.
Muchas de las empresas que han comenzado este proceso hoy consiguen resultados sorprendentes y generan enormes ventajas competitivas. “Sin embargo, aún existen otras que dudan, temen o simplemente descreen de esta relación entre clima y resultados aunque repiten una y otra vez frases hechas, como la mencionada al comienzo. Puede ser que la observación de los logros de los otros los inspire a emprender el camino. Para eso, primero deberán atravesar el inexorable proceso interno de pasar de la repetición de una frase a la creencia, la convicción y luego sí, a la acción”, concluyó.
