Evaluará las alternativas para un nuevo emplazamiento de los residuos de una veintena de municipios y comunas.
La rectora de la UNC, Carolina Scotto y el vice intendente, Marcelo Cossar, en representación del ente estatal intermunicipal del área metropolitana de la ciudad de Córdoba, firmaron ayer un convenio que faculta a la citada casa de altos estudios para realizar los estudios técnico-científicos que permitan seleccionar un nuevo emplazamiento para el Centro de Tratamiento y Disposición Final de los Residuos Sólidos Urbanos (CTDF) generados en los municipios nucleados en el ente.
La firma se realizó en la sala de sesiones del Consejo Superior de la universidad y estuvieron presentes, además de los firmantes, el ministro provincial de Agua, Ambiente y Energía, Manuel Calvo, así como intendentes y jefes comunales.
En las palabras de apertura, la rectora Scotto mencionó el aporte técnico de la UNC y destacó: (la firma del convenio representa el) “cumplimiento de nuestra responsabilidad como institución formadora de expertos, investigadores y científicos, que tenemos la obligación de contribuir a la búsqueda de soluciones de interés para la comunidad”.
“Confiamos en que este estudio podrá contribuir a brindar fundamentos para la decisión política acerca de cuál será el lugar más adecuado, dentro de las alternativas posibles, para dar respuesta a la problemática”, sintetizó.
Expropiación
Tras la rúbrica, Cossar adelantó que minutos antes el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba había aprobado una ordenanza que declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el actual predio de Piedras Blancas, sobre la ruta 36.
Consideró que ese vertedero “incumple sistemáticamente con la legislación vigente” en materia ambiental y de seguridad. Adelantó que la normativa sancionada por los concejales ratifica el carácter provisorio de ese enterramiento, lo que allanará el camino para su cierre definitivo. En esa línea, bregó por continuar trabajando en la elección del nuevo espacio que receptará, por los próximos veinte años, los residuos de una veintena de municipios y comunas.
En foco
Según reza el acuerdo, la magnitud y complejidad del estudio requieren de la conformación de equipos interdisciplinarios cualificados, por lo que la UNC prestará esta asistencia técnica por medio del Instituto Superior de Estudios Ambientales (ISEA) de la Secretaría de Ciencia y Tecnología.
La universidad tendrá un plazo de 90 días para la realización de los estudios en un radio de 50 km de la ciudad capital, que abarcarán desde el análisis de los antecedentes en el manejo y disposición de los residuos sólidos urbanos en el área metropolitana; la cantidad y tipo de basura generada; la logística de la recolección; un estudio poblacional que tenga en cuenta la cantidad de personas que habitan la zona así como su distribución y proyecciones de crecimiento en los próximos 30 años; estudio y análisis de las variables del medio físico y natural así como socio económicas.
Éstos, junto a otros análisis e investigaciones permitirán proponer una serie de localizaciones alternativas entre las que decidirán los gobiernos locales nucleados en el ente intermunicipal. Una vez definido el sitio el ISEA comenzará una nueva etapa de trabajo en la que realizará un estudio del riesgo ambiental en función de las actividades localizadas en la zona.