ESCUCHARCórdoba podría convertirse en la tercera provincia en tener un registro de niños extraviados, después de Santa Fe y Buenos Aires. La intención de que esto suceda se materializó el viernes en una declaración conjunta que firmó la secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Provincia de Córdoba. El proyecto de adhesión a la ley nacional 25746 será enviado al gobernador Juan Schiaretti para que sea remitido a la Legislatura Unicameral. Tras la firma del convenio, Comercio y Justicia dialogó con la titular del Registro Nacional de Personas Menores Extraviadas, que funciona desde el 2003.
– ¿En base al registro que ustedes tienen, cuántos niños extraviados hay actualmente en Argentina?
– En realidad, nosotros no podemos hablar de cantidad de niños extraviados en nuestro país, sino simplemente de la cantidad de casos que han pasado por nuestro Registro, algo que de ninguna manera es un indicador de lo que ocurre en la Argentina. La principal dificultad con la que tropezamos es la de no tener registros articulados con las provincias, entonces es difícil hablar de números ciertos. En este sentido, lo único que podemos decir es que tenemos alrededor de 3.500 casos que están siendo investigados.
– ¿De acuerdo con los datos que tienen, cuál es el perfil del niño extraviado?
– La mayoría de estos chicos se encuentran en la franja de edad de la adolescencia, tienen entre 13 y 17 años y en su mayoría son mujeres. Muchos de ellos tienen una conducta repetitiva: se van de sus casas o de las instituciones donde están alojados, se los encuentra y vuelven a incurrir en esas conductas por alguna razón. Ese tipo de situaciones nos pone en alerta porque nos habla de una situación de vulnerabilidad social, de vulneración de derechos. Cuando un chico se va de su casa por sus propios medios y permanece alejado de lo que sería la órbita de la protección natural, está develando alguna conducta, como puede ser el maltrato, la negligencia, el abuso.
– ¿Es un fenómeno que se puede asociar a alguna clase social en particular?
– Es un fenómeno que se da en distintas clases sociales, por supuesto que en las clases donde hay una mayor vulnerabilidad social estas conductas son más fácilmente identificables. Pero hasta aquí, estamos hablando de conductas que no constituyen delito. Tenemos que hablar de otras situaciones: la trata, el tráfico, la explotación sexual, la explotación laboral.
– ¿Qué diferencias encuentran entre provincias, si es que existen?
– En realidad, nosotros lo que tenemos es más registro de algunas provincias que de otras. Concretamente, tenemos más registro de la provincia de Santa Fe y de la ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires pero, por ejemplo, de Córdoba no tenemos casos. No creemos que no hay niños extraviados en Córdoba, lo que no hay son registros. Por ese motivo, decimos que es tan importante que se cree un registro provincial y que ese registro pueda aportar al nacional. No es sólo una cuestión estadística para saber cuántos chicos hay: a nosotros nos interesa más poder ayudar a que los chicos se encuentren. Si disponemos de esa base de datos, podemos hacer entrecruzamientos y ayudar a la in
