ESCUCHAREl ex comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, comenzará a ser juzgado hoy por la desaparición, torturas y homicidio de cuatro personas que estuvieron cautivas en el ex centro de detención ilegal La Perla, hoy convertido en Museo de la Memoria.
En una jornada que será histórica, teniendo en cuenta que se trata del primer juicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en Córdoba y el segundo del interior del país, estarán sentados en el banquillo de los acusados -además de Menéndez- otros seis militares y un agente civil de inteligencia.
Puntualmente, por privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados y homicidio agravado serán juzgados cinco imputados: el referido Menéndez; el sargento ayudante Luis Alberto Manzanelli; los sargentos primeros Carlos Alberto Díaz y Oreste Valentín Padován, y el personal civil de inteligencia (PCI), Ricardo Alberto Ramón Lardone. Los cuatro prestaban servicio en la sección tercera del Destacamento 141.
En tanto, el coronel Hermes Oscar Rodríguez, segundo jefe del Destacamento; el capitán Jorge Exequiel Acosta, jefe de operaciones, y el suboficial principal Carlos Alberto Vega están acusados sólo por los primeros dos delitos, ya que habrían demostrado que al momento de los homicidios estaban de licencia.
Actualmente, todos los imputados se encuentran detenidos. Menéndez, que cumplía una prisión domiciliaria, fue trasladado al Tercer Cuerpo del Ejército por razones de seguridad. En tanto, Padován y Lardone, que también habían quedado en libertad por decisión de la Sala 3º de la Cámara Nacional de Casación Penal, fueron alojados en el Hospital Militar. Cabe recordar que en el marco de este proceso, no serán juzgados el general de brigada, Arturo Gumersindo Centeno; el civil Ricardo Andrés Luján, ni el coronel César Emilio Anadón, jefe del Destacamento 141, ya que fallecieron antes del inicio del juicio. Anadón se suicidó en 2004, mientras cumplía un arresto domiciliario.
Custodia
La primera audiencia del debate tendrá lugar en el salón de usos múltiples del edificio de los Tribunales Federales, que cuenta con una capacidad de 160 personas sentadas. Los ocho acusados serán ubicados en la primera fila, en un sector protegido por un vidrio blindado que estará vallado por una docena de policías federales. También está previsto la reserva de los primeros asientos para los familiares de los imputados y otra importante cantidad para aquellos asistentes que formen parte de los organismos de Derechos Humanos de Córdoba y otros puntos del país, que ya anunciaron su asistencia.
Si bien las audiencias no se transmitirán en vivo, serán filmadas y podrán ser seguidas por los periodistas acreditados (más de 150), desde una sala contigua, por circuito cerrado de televisión, aunque la prensa también podrá ingresar a la sala de debate.
Mientras tanto, afuera de los Tribunales Federales, la Policía de Córdoba colaborará en el operativo de seguridad. Desde tempranas horas de la mañana, se dispuso cortar el tránsito en las inmediaciones de las calles aledañas al edificio de la Justicia federal.
Por el juicio oral, que se estima se extenderá entre 30 y 45 días, está previsto que pasen 31 testigos, a quienes en su mayoría aceptaron tener una custodia personalizada.
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