Mañana la dirigencia agropecuaria deberá decidir qué hace a partir de la primera hora del viernes, cuando vence el lockaut lanzado por ocho días, donde no se comercializaron granos (aunque también afectó, por ejemplo, el abastecimiento de carnes).
Como a lo largo de todo el conflicto, la dirigencia ruralista mostró matices a la hora de evaluar la continuidad. Mientras que desde la Federación Agraria, su titular, Eduardo Buzzi, dijo que si había un llamado de la presidenta Cristina Kirchner se suspendía el paro por 24 horas para dialogar, otros dirigentes, como Luciano Miguens (Sociedad Rural) y Mario Llambías, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), consideraron más factible la continuidad de la medida de protesta.
En declaraciones desde San Francisco, Eduardo Buzzi, criticó el accionar del Gobierno como el modo de renegociación de la deuda con el Club de París, la construcción del tren bala, las obras de infraestructura y las decisiones en materia agropecuaria.
“Empezamos a entrar en un proceso recesivo, cuando en la economía mundial hay un proceso de expansión. La mayor caradurez es que ayer se diga desde un atril que están bajando el desempleo y la pobreza”, cuestionó Buzzi. En materia agropecuaria, denunció que “se decidió meterle un manotazo a la renta sojera porque se necesita recaudación y financiamiento”, y acusó al Gobierno de “bajar el precio de las materias primas”, perjudicando a los tamberos, mientras seguía “compensando a las industrias lácteas, en especial a Mastellone”.
Impacto
El paro de los productores agropecuarios se tradujo en la caída de un 80 por ciento de los embarques de cereales en la última semana. Mientras la operatoria diaria normal no bajaba de 100.000 toneladas, después del paro no supera las 20.000 toneladas y sigue en descenso. La cosecha 2008 está valuada en unos 24.000 millones de dólares, de los cuales el Gobierno intenta recaudar cerca de unos 11.000 millones con el esquema móvil de retenciones. Sin el polémico esquema, esa cifra hubiese sido de entre 2.000 y 2.500 millones de dólares menos. Esto es una buena parte de la discusión de fondo.
Otra parte de la discusión tiene que ver con que el Gobierno ofrece diferenciar pequeños y medianos productores de los grandes mediante compensaciones. Estas, en muchos casos, son inaccesibles por lo engorroso de los mecanismos y por la informalidad del sector. En este sentido, el titular del Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario, Ricardo Echegaray, instó a los productores rurales a “ponerse en regla e incorporarse a la economía formal” para poder cobrar subsidios y criticó a las entidades del campo por “politizar y confundir” sobre las compensaciones que otorga el Gobierno.