Se trata de la primera camada de emprendimientos de base tecnológica que crecerán bajo la asistencia de la facultad. Buscan acercar el conocimiento científico a las empresas.
Natalia Riva / [email protected]
El conocimiento científico es vital pero es aún más importante si se vuelca a la sociedad y se transforma en soluciones para las personas. Y una manera de hacerlo es mediante la creación de empresas. Básicamente, ésta es la razón de ser de la Incubadora de Empresas de Base Tecnológica (IEBTF) de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (Famaf), de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que tiene como objetivo la creación o el desarrollo de pequeñas empresas o microempresas y su apoyo en sus primeras etapas de vida.
En su primer año formal -ya que venían trabajando pero sin un reglamento consolidado- esta incubadora de buenas ideas realizó su primera convocatoria, a la que se presentaron 18 “excelente proyectos”, pasaron a una segunda etapa 11 ideas que fueron entrevistadas por el directorio y, finalmente, quedaron cuatro seleccionadas para ser asistidas, según contó a Comercio y Justicia Mauricio Naranjo, coordinador General de la IEBTF.
Inicialmente, la incubadora se propuso -según especificó el coordinador- como un proyecto para asistir sólo a los integrantes de la comunidad de la Famaf, con el fin de que sus investigaciones se transformaran en empresas. Pero luego se decidió abrir las convovatoria a externos y de esa presentación quedaron los seleccionados.
Conflicto latente
Un conflicto latente sigue siendo generar un vínculo efectivo entre los contenidos que se dictan en el ámito académico y el mundo empresarial. Para Naranjo, en este punto los dirigentes de la Famaf advirtieron que a tanta producción de conocimiento científico le hacía falta una contraparte empresarial. “Es muy importante que se empiece a confiar un poco más en el rol que tiene la empresa en la sociedad -y no verlas como el mal de toda sociedad-, siempre dentro de un marco de políticas orientadas a la responsabilidad social empresarial (RSE). Por lo general, el interés de los científicos es publicar papers y ni siquiera consideran en su horizonte de posibilidades armar una empresa”, dijo.
La unión entre estos dos sectores -y entre las facultades entre sí- debería darse de forma natural y fluída, completó el coordinador.
Ayudar a crecer
Básicamente, los servicios que se ofrecen en la incubadora de la Famaf son los mismos que se encuentran en cualquier entidad que desarrolla emprendimientos: se les brinda a los proyectos seleccionados espacio físico para que lleven adelante sus ideas, aseoría especializada, redes de contacto, acceso a financiamiento, capacitación, etcétera.
“Cómo el edificio nuevo aún está en obras, por el momento les brindamos incubación externa pero proyectamos que a principios del año que viene ya vamos a contar con las oficinas disponibles”, aseguró Naranjo.
En este sentido, el coordinador explicó que, actualmente, pautan reuniones semanales con cada uno de los emprendedores. “Vienen, hacemos consultoría y les ofrecemos los cursos de capacitación en gestión empresarial que dicta el área de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas, ya que hemos generado becas con ella. También les acercamos la oferta de financiamiento disponible pública y privada para emprendedores”, dijo Naranjo.
Dejar de ser incubado
El tiempo que una empresa estará incubada depende del tipo de proyecto. En palabras de Naranjo, la incubación termina cuando la empresa está madura. ¿Y cuándo es ese momento? Cuando se encuentra sólida en el mercado y dispone de clientes que puedan hacer sustentable el negocio. “Hay algunos emprendimientos que tienen mayor facilidad para salir al mercado y, en su mayoría, son los que pueden medir con más facilidad si han entrado bien o no”, puntualizó.
En otro sentido, la entidad también avanzó en conformar alianzas estratégicas con algunas instituciones relacionadas con el emprendedorismo. Así, la consultora privada Innovo, tanto como el fondo de inversión Alaya, apoyan directamente esta iniciativa.
Machinalis fue la pionera en el proceso de incubación
Con sede en la Famaf, Machinalis es una empresa que se dedica a la provisión de servicios de software para organizaciones y empresas de todo tipo en los principales mercados demandantes: Estados Unidos, Europa y Latinoamérica.
Con creciente capacidad operativa, durante 2010 desarrolló más de 50 proyectos de diversas características, de los cuales 25 fueron sistemas de gestión de contenidos (CMS, por su sigla en inglés) de distintas dimensiones.
Basados en rigurosas selecciones de personal y en un profundo proceso de entrenamiento y formación, durante el período 2011/2013 la empresa cordobesa quiere consolidar capacidad suficiente para atender anualmente más de 150 proyectos de alta envergadura y complejidad.
Ideas con buen futuro
Una macrorred 3.0: El proyecto de Red Social Glooday es una página web de social media. Está definida como versión 3.0 dado que utilizará tecnologías de inteligencia artificial y web semántica, siendo la primera red social que aplica estas tecnologías hasta el momento. Glooday será una “macrorred” porque cuenta con una estructura conformada (en un principio) por 19 redes sociales de diferentes temáticas, en la que cada una trata de un interés específico y se encuentran estratégicamente interconectadas en un mismo espacio (la ventaja es que cada usuario, con un solo registro o con un solo portal, accede y participa en una, varias, o en todas las redes de interacción que considere de su interés y al mismo tiempo
Tensiómetro: El negocio consiste en la fabricación y venta de tensiómetros multicámaras para medir la presión sanguínea. Se trata de una innovación que presenta múltiples ventajas médicas para profesionales y pacientes con respecto a los tensiómetros tradicionales. Generalmente, se mide la presión arterial con el mismo aparato tanto a chicos como a grandes.
Esta innovación propone un brazalete que tiene variadas medidas que se acomodan al brazo de cada persona. El resultado deviene en la exactitud que ese producto alcanza para medir los niveles de la presión arterial según las caracteristicas físicas del paciente.
Sistema de domótica para todos los usos: Se trata de un emprendimiento que se dedica a desarrollar domótica, compuesto por una serie de componentes electrónicos y soft. Con este sistema, cualquier persona podrá comandar todos los dispositivos eléctricos que desee.
Actualmente han logrado una versión beta del equipo, que ya fue instalada en dos casas y en un edificio. Además, trabajan para lograr una versión comercializable a escala, siempre y cuando se consigan certificar las normas de seguridad eléctrica. En cuanto al soft, también se logró una fase beta.
Como rasgo más innovador presenta el seuno de los primeros desarrollos en Argentina en fabricar íntegramente módulos de domótica y soft con bus de datos dedicado, compitiendo con empresas extranjeras y adaptaciones de PLC para industrias.
La mejor manera de ocupar el mercado es, según sus creadores, ofrecer un producto de calidad, con soporte local, de industria nacional, y que esté al menos 100 por ciento por debajo del precio al que hoy se consiguen productos internacionales.
“Actualmente, la Incubadora está ayudándonos a profesionalizarnos, comenzando con el armado de un plan de negocios así como el apalancamiento para distintos programas de subsidios, inversores y capacitación”, aseguraron quienes están al frente del ambicioso proyecto.
Broker versión digital: Se trata de un sistema de gestión y comercialización de pólizas de seguros de manera on line. Si bien no está en funcionamiento, los emprendedores proyectan ser referentes nacionales con este servicio.
¿Quién puede?
La característica de los proyectos que se reciben en la Incubadora de la Famaf es que sean de base tecnológica, es decir, que la tecnología sea la base del producto o servicio que prestan. Para más información, ingresar en la web de la incubadora