Las zonas grises que separan verdades, verosimilitudes y falsedades y los “terrenos pantanosos” donde deben moverse los voceros estuvieron bajo análisis en Córdoba
E“La mentira traiciona la confianza, un elemento constitutivo del trabajo del relacionista público y de la pérdida de confianza no se vuelve, es muy difícil reponerse. En un mercado muy competitivo, las mentiras tienen patas cortas”. Con estas palabras, Gustavo Pedace, presidente del Consejo Profesional de Relaciones Públicas de Argentina y gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Roggio, da paso al análisis del rol de la mentira en la profesión, en el marco del 3° Congreso de DirCom, organizado por la Universidad Empresarial Siglo 21, que la semana pasada nucleó a relacionistas públicos (RRPP), comunicadores y voceros de empresas como Toyota, Google y Coca- Cola.
En este contexto, Pedace brindó a Comercio y Justicia su análisis sobre un debate instalado hace algunos años en la industria de las relaciones públicas, tanto a nivel local como internacional, acerca de la necesidad de incorporar la mentira como recurso en el ejercicio profesional. Para ello, reflexiona en torno a las bases de la profesión y repasa diversos postulados en relación con la mentira desde distintas perspectivas: sociológica y filosófica.
Como disparador planteó los resultados de dos encuestas, una en Inglaterra y otra en Argentina, realizadas en 2007 a profesionales de la comunicación. En el primer país, 56% de los consultados afirmó que es inevitable mentir en relaciones públicas. En tanto que sólo 15 % de los profesionales del mercado local admitieron haber mentido.
La explicación de semejante diferencia ante la misma consulta entre colegas parece centrarse en la tan apreciada sinceridad anglosajona versus lo que podría definirse como una hipocresía cultural en los países latinos. A esto se le suma en el país la figura del RRPP asociado a la mentira, a la cosa poco elaborada, a la falta de seriedad, imagen abonada con la frivolización de ciertos representantes.
Significados
En el trabajo presentado en el marco del Circom, Pedace señala que en el proceso de construcción de significados no hay que mentir y justifica que contar una parte ,y no el todo, es válido en tanto y en cuanto aunque sea parcial o incompleta, el vocero está trabajando con la materia prima ‘verdad’.
“Lacan decía que el lenguaje humano es pura metáfora y metonimia. Por un lado eufemismos y por otro, la magia de describir un todo por sus partes. Así, cuando decimos ‘media verdad’ o se argumenta con pedazos de realidad, se está en el universo de la metonimia, se describe la verdad por una de sus partes. Para el límite lingüístico -y se cree trasladable a este plano de análisis-, si la parte que se elige para describir el todo no lo describe, no sirve. En otras palabras, si se dice una parte de la verdad no se está mintiendo pero sí se va a mentir cuando se elige deliberadamente una parte tan absurda que no representa la verdad que se quiere transmitir”, concluye el trabajo que el especialista presentó en Córdoba.
Radio, TV, diario
Dime en qué medio declaras y te diré qué escondes“El medio que se elija para decir algo agregará sentido a lo que se está diciendo. Y si esto es verdad, si solamente se elige hablar por la radio en la que se sabe que a uno lo tratan bien, o con la que se tienen acuerdos comerciales, o hacer declaraciones a los diarios que también son considerados amigables; y si esos medios -como seguramente sucederá- son campo fértil para operaciones diversas y otras cuestiones igual de repudiables, el mensaje emitido será entonces menos creíble. O nada creíble según sea el caso. Elegir el medio por su activo de credibilidad y, en consecuencia, al periodista creíble, es también parte importante del proceso”, destaca Pedace sobre la elección del diario, radio y canal televisivo que hace un vocero a la hora de hablar de la organización a la cual representa.