La mayor base de datos sobre plantas del mundo se acaba de dar a conocer y en su elaboración participó una científica cordobesa.
Contiene unos tres millones de datos individuales de 69.000 especies. El compendio ha sido posible gracias a una colaboración internacional entre científicos de 106 instituciones.
La base es manejada por un comité coordinador del que forma parte Sandra Díaz, investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, de la Universidad de Córdoba (UNC).
“Los caracteres funcionales de las plantas determinan cuán rápido pueden crecer y cómo pueden reaccionar ante factores climáticos. También influyen sobre las propiedades de los ecosistemas, como la velocidad a la que se procesan los nutrientes, la cantidad de agua del suelo que regresa a la atmósfera o la cantidad de carbono que se puede capturar de ellas. La falta de datos sobre los caracteres funcionales de un número lo suficientemente alto de especies ha sido un cuello de botella fundamental en la construcción de modelos de los efectos del cambio ambiental global sobre los ecosistemas a gran escala”, informaron en la UNC.
La base creada ahora, denominada TRY, promete la superación progresiva de este obstáculo, ya que posibilitará una representación más realista de la diversidad en los modelos integrados de ecología terrestre.
Sin precedentes
“La escala de los desafíos que enfrentamos requiere nuevos modos de hacer ciencia; hacen falta bases de datos y redes de investigadores de una magnitud y grado de integración mayores de los que son familiares a gran parte de la comunidad científica”, detalló Díaz.
En este sentido, TRY no es sólo un gran repositorio de información sino una iniciativa sin precedentes dentro de la ecología desde el punto de vista del estilo comunal y global de colaboración. La base está alojada en el Instituto Max Planck de Biogeoquímica de Jena, en Alemania. Otras instituciones que lideran la iniciativa son el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS)y la Universidad de París–Sud de Francia.