El producto es uno de los principales de la actividad en Córdoba y está vinculado con las Estancias Jesuíticas, iglesias, templos, mezquitas, museos y fiestas patronales y culturales que se organizan en la provincia.
“El turismo religioso y cultural, junto con el turismo de reuniones, se han transformado en los dos principales productos turísticos de Córdoba, los cuales han crecido a tal punto que la provincia fue elegida por primera vez para la realización de un encuentro mundial vinculado con la actividad”.
Así lo sintetizó a Comercio y Justicia, Gustavo Santos, el presidente de la Agencia Córdoba Turismo en el marco de la apertura del Séptimo Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sustentable, y Tercer Encuentro Argentino de Turismo Religioso que se realizan por primera vez en la ciudad en el Pabellón Amarillo del Complejo Ferial desde ayer hasta el viernes 26.
“El gran potencial de este producto radica en el trabajo que hizo el gobierno provincial de recuperación de las iglesias, y de toda la infraestructura relacionada con el turismo religioso, transformándolo en un atractivo ineludible que se refleja en los altos índices de ocupación hotelera”, remarcó Santos y agregó que “además, es una opción importante para romper la estacionalidad”.
“El patrimonio cultural y religioso que tienen los cordobeses no existe, en cuanto a calidad y cantidad, en ningún otro rincón de la Argentina”, aseguró el funcionario.
Dentro de los proyectos que surgen a partir de esta actividad se destacan la “recuperación de la infraestructura, el desarrollo de las visitas a iglesias y templos de todos los cultos, así como de todo lo que tiene que ver con las fiestas culturales y patronales”.
“Como, por ejemplo, la historia del Cura Brochero, quien -cuando sea beatificado- va a transformar la Villa de Cura Brochero en un lugar de culto”, concluyó Santos.
Patrimonio mundial
El turismo religioso adquiere cada vez más importancia en el país. En 2003 se creó la Dirección para el Desarrollo del Turismo de Fe en el Ministerio de Turismo de la Nación y desde allí se avanza en el posicionamiento de este producto que convoca cada vez a más visitantes.
“El turismo religioso se desprende del turismo cultural, y contempla íconos sagrados como iglesias, mezquitas, sinagogas, procesiones, santuarios, peregrinaciones y museos, entre otros”, explicó a este diario Claudia Boente Fernández, referente de turismo de fe del Ministerio de Turismo de la Nación. “Nuestro objetivo es seguir desarrollando la oferta, potenciarla, hacerla más participativa, que la gente sepa aprovechar estos recursos, que controlen los horarios de apertura de las iglesias y museos, y que mejoren y cuiden la infraestructura”, remarcó Fernández.
En el país existen nueve sitios que pertenecen al Patrimonio Mundial de la Humanidad, dos de los cuales se incluyen dentro del turismo religioso: las construcciones jesuíticas de Misiones y las Estancias Jesuíticas de Córdoba.
El perfil del turista religioso pertenece a una persona de clase media baja de entre 33 a 50 años, mayoritariamente femenina y que repite su viaje una vez al año.
Multicultural
El Congreso Internacional de Turismo Religioso, que convoca a unos trescientos invitados de todo el país e Hispanoamérica vinculados con la actividad, contempla tres jornadas de disertaciones a cargo de especialistas en el tema procedentes de Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, México, España, Italia y Turquía, quienes se enfocan en los múltiples aspectos de esta forma de turismo, una actividad que moviliza a millones de personas en todo el mundo.
Entre ellos se destaca la presencia de Carlos Fernández Balboa, del Ministerio de Turismo de la Nación; el rabino Marcelo Polakoff, del Comipaz; Carlos Chiquim, de la Comisión de Obispos de Brasil, y Fray Manuel Martínez, de la Comisión Nacional de Pastoral de Turismo.
El congreso prevé tres jornadas de actividades estructuradas en base a los siguientes ejes temáticos: el Estado y las iglesias tradicionales con relación al turismo religioso; patrimonio religioso, atractivo de interés para el turista; y el fenómeno de la religiosidad popular y la gestión de nuevas oportunidades de negocio.
Puesta en valor
“La que más crece”El vicegobernador de la provincia de Córdoba, Héctor Campana, encabezó el acto inaugural del congreso.
“Córdoba ha sido una de las provincias que más ha crecido en cuanto a turismo en el último año. Hemos explotado diferentes opciones como el turismo religioso, idiomático y de congresos, que sirven para desarrollar el área. Las iglesias de Córdoba, las Estancias Jesuíticas y el Camino Real son obras que han sido puestas en valor para que sean apreciadas por los turistas que optan por el turismo religioso”, expresó.