El Gobierno nacional anunció un nuevo esquema de retenciones móviles que establece un incremento de entre 7 y 9 puntos para la soja y el girasol, y una rebaja de un punto para el maíz, el trigo.
Si bien los aumentos serán circunstanciales y en función de la evolución del precio de cada uno de los commodities en el mercado internacional, en caso de mantenerse en el tiempo implicarán para Córdoba una nueva transferencia de fondos a las arcas nacionales que, sólo para la soja, implicarán unos 750 millones de dólares extras por año, según estimó el titular de Cartez, Ricardo Osella.
En diálogo con Comercio y Justicia, el dirigente ruralista recordó que el aporte de los productores provinciales ya alcanzaba a 2.250 millones de dólares producto de una cosecha que alcanza a las 15 millones de toneladas en función de datos de la última campaña.
En cuanto al girasol, el dirigente admitió que el aporte es marginal en relación con la soja. En tanto, aseguró que la leve baja operada en las retenciones al maíz y al trigo representan apenas unos 15 millones de dólares por año menos para el Fisco nacional.
Osella anticipó su rechazo a las medidas y confirmó un plenario de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) para la jornada de hoy, cónclave del que surgirán duros cuestionamientos al Gobierno y un posible paro junto a piquetes en diferentes puntos del país.
Cuidar el mercado interno
Al realizar el anuncio, el ministro de Economía, Martín Lousteau, destacó que la intención oficial es tratar de desacoplar el precio internacional del doméstico de las commodities, y que la suba en los productos más rentables aliente indirectamente la producción de bienes cuyos precios el Gobierno pretende bajar. El nuevo sistema permitirá detener el proceso de “sojización y un aumento en la producción de carnes de todo tipo y leche”, afirmó el funcionario.
De acuerdo a Losusteau, si los precios internacionales de los cuatro granos se mantuviesen a lo largo del año, el Fisco tendría ingresos extra equivalentes a entre 3 ó 4 décimas del Producto Bruto, que representa unos 1.000 millones de dólares.
Antes de dar a conocer la medida, el Gobierno cerró las exportaciones de granos por dos días, lo que generó una catarata de versiones entre los operadores del Mercado de Rosario, en donde se produjeron pocos movimientos.
De todas maneras, casi todas las suposiciones apuntaban a la modificación de las retenciones a las ventas externas de granos.
La previa fue de FAA
Por su parte, la Federación Agraria Argentina lideró una “movilización y piquete” a puertos cerealeros de Santa Fe, en reclamo de un “cambio” en la política oficial hacia el sector.
La protesta del campo la encabezó el presidente de la FAA, Eduardo Buzzi, quien instó al Gobierno a modificar el sistema de precios del trigo y desestimó la posibilidad de que baje el precio de la carne a partir del último acuerdo. “Con el pretexto de cuidar el bolsillo de los argentinos, el Gobierno toma decisiones en favor de los sectores más concentrados”, sostuvo.
La protesta de la FAA se suma a la que llevarán a cabo hoy los trabajadores de la industria de la carne y productores ruralistas, que lanzaron un boicot a la comercialización de ese producto y realizarán un piquete para intentar impedir el ingreso de hacienda al mercado concentrador de Liniers.