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La difusión, el martes pasado, del índice inflacionario nacional de diciembre (2,7%, casi 118% anual), fue acompañada por la actualización del informe sobre la valorización de la canasta básica alimentaria y canasta básica total, que por primera vez en la historia superó el millón de pesos como monto mínimo necesario para que una familia de cuatro integrantes pueda suplir sus necesidades básicas.
¿Es así para Córdoba o para los localidades que integran la provincia? Es una pregunta legítima, puesto que el estudio que realiza Indec tanto de índice de precios al consumidor cuanto de valorización de las canastas, se realiza sobre algunos partidos del Gran Buenos Aires.
La respuesta la ofrece el estudio que realiza la Fundación Colsecor en colaboración con decenas de cooperativas de servicios públicos asentadas en algunas capitales de provincia y otras localidades de referencia regional desparramadas por todo el interior del país. Y revela un dato sorprendente: el costo de vida en el interior del país, incluyendo Córdoba, sube hasta 70% según dónde se viva. De allí se desprende que, según los ingresos que entren a los hogares, alcanzarán para solventar los gastos durante un lapso mayor o menor de tiempo, siempre según el lugar de residencia.
Siempre se supo que vivir en el oeste o en el norte provincial era más barato que hacerlo en el sur o en el sudeste cordobés. Un rápido relevamiento sobre los precios de productos básicos de alimentos y bebidas en los autoservicios y supermercados de las ciudades referentes de las dos regiones, como Deán Funes o San José de la Dormida, en el norte provincial y sólo por citar dos casos, como por las localidad de Villa Dolores o Cura Brochero, en el oeste, confirma que los precios de los cortes de carne más populares, los productos frutihortícolas más consumidos o algunos otros productos perecederos, es decir los alimentos más vinculados con las redes locales de producción y consumo, confirman la idea popularmente extendida sobre las diferencias notables de precios entre el costo de vida del oeste o el norte cordobés, en comparación con los costos de residir en La Carlota o Marcos Juárez, por mencionar algunos puntos referenciales del sur y del sudeste cordobés.
Hoy y con los números en la mano, realizados por agentes de la Red conformada por Fundación Colsecor junto a las cooperativas de servicios de las localidades, reaseguran tanto la idea primaria como los resultados del relevamiento periodístico general.
Los valores generales
Pero vamos primero con los valores generales del informe sobre valorización de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) elaborado por esa red institucional, que contempla precios registrados en 30 localidades medianas y pequeñas de 7 provincias del interior de nuestro país.
De este trabajo, que se realiza desde 2021 y cuya frecuencia es mensual, se desprende que en diciembre un adulto necesitó $134.254 para cubrir sus necesidades básicas alimentarias. Este valor determina la línea de indigencia. La suba intermensual fue de 1,5%, mientras que el acumulado en el año fue de 107,2%.
El proyecto es realizado junto a Cooperativas de Servicios Públicos y los resultados indicaron que para una familia tipo (cuatro integrantes), la Canasta Básica fue de $414.846, mientras que en el caso de un núcleo familiar integrado por dos y tres personas, los valores ascendieron a $201.382 y a $330.266 respectivamente. Para hogares conformados por cinco individuos, el total ascendió a $436.327.
Canasta y salarios
La Canasta Básica medida por la Fundación Colsecor también es comparada con la evolución del Salario Mínimo Vital y Móvil, lo que permite realizar un seguimiento de la cantidad de días de alimentación básica de una familia cubierta por el salario. En este sentido el SMVM continúa alcanzado para alimentar 20 días a un núcleo familiar de cuatro personas. Lo que significa que sólo teniendo en cuenta los alimentos necesarios para no cruzar la línea de indigencia, una familia no llegó a alimentarse todo el mes con un SMVM.
Al analizar el comportamiento intermensual, el economista Gerardo Sánchez, asesor de la Fundación indicó que “el crecimiento de 1,5%, luego de dos meses seguidos por debajo del 1%, se explicó por una compensación entre la suba de la carne vacuna y la baja en la verdura y frutas. La carne aumentó en promedio un 8,8% y las verduras y frutas bajaron un 5,6% (explicado en gran parte por el fuerte descenso del tomate y de la papa). Sin la baja del precio de estos alimentos, la suba final se hubiese situado por encima de 2%”.
Los lácteos, por las nubes
Por otro lado, el especialista analizó el comportamiento del valor de la Canasta Básica durante el 2024 y destacó que “en relación al valor de los productos, el bloque de alimentos que más subió en el año fue el de los lácteos (163% en promedio) liderados por los quesos que tuvieron subas por encima del 200%. Mientras que los dulces fueron los que menos aumentaron (40%) debido a la baja en el precio del azúcar del 10% en el año, producto del reacomodamiento en el mercado internacional de esta materia prima. La carne vacuna, principal bloque de la CBA, termina con un aumento de 103%, cifra cercana al promedio”.
Alza de 30% en dólares
Sánchez indicó además que “otra cuestión que estuvo presente en los debates económicos es si el costo de la CBA medida en dólares creció (o no). Según nuestras estimaciones, durante el 2024 la CBA subió un 30% en dólares, pero si la comparamos con los valores previos a la devaluación de diciembre, se encuentra en los mismos valores en dólares que registró en septiembre y octubre del 2023”.
Diferencias regionales
El informe que presenta mensualmente la Fundación compara también los resultados con otras mediciones de la Canasta Básica que se realizan en nuestro país. Esta se efectúa el mes anterior, para contar con todos los datos. De esta forma, en noviembre, la Canasta Básica presentada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para un adulto equivalente fue de $197.257, mientras que en el Gran Buenos Aires fue de $142.149 (Indec). La medición de Colsecor y las cooperativas ese mes fue de $132.306, en Tucumán registró un total de $125.992 y en Mendoza $114.290″.
La diferencia entre el valor promedio de las localidades medidas por Colsecor con la del Instituto Nacional de Estadística y Censos en noviembre fue del 5,5%, más caro en el Indec.
Entrando en los resultados por localidad, se revelan diferencias de más de 70% en el costo de la canasta básica alimentaria. Es el caso de las diferencias de vivir en El Bolsón (Río Negro) o en Darregueira (Buenos Aires). Dentro de la provincia de Córdoba, siguen altísimas las distancias en los costos de vida “regionales”: la canasta alimentaria de un adulto en Hernando rozaba en diciembre los 150 mil pesos por adulto, mientras que la misma medición en La Para apenas se encuentra por encima de los 116 mil pesos. Localidades como Morrison o Villa Dolores se destacan en el informe nacional por los bajos precios de la canasta, mientras que las localidades de Las Varas, Carrilobo o Río Tercero se destacan por la carestía de vida.
El estudio base
El proyecto que impulsa la Fundación COLSECOR desde junio del 2021, se propone generar información y profundizar el conocimiento sobre pequeñas y medianas localidades de nuestro país. A través de la iniciativa que es coordinada por la socióloga Natalia Calcagno, cada lugar conoce el nivel de ingresos que necesita un habitante para cubrir las necesidades básicas, valor que determina la línea de indigencia. Para medir la Canasta Básica Alimentaria se registran los precios del conjunto de alimentos que establece el INDEC. La medida de referencia utilizada por el instituto se define por los requerimientos calóricos mensuales de un adulto equivalente, hombre de 30 a 60 años de actividad moderada.
