ESCUCHAREl juicio histórico que se sigue en la Cámara Séptima del Crimen cordobesa contra la enfermera Brenda Agüero y diez funcionarios provinciales por ataques seriales contra bebés recién nacidos, incluyendo la muerte de varios de ellos, tomó un giro decisivo en la jornada de este martes con testimonios que señalaron el conocimiento de los hechos por parte de directivos del Hospital Neonatal meses antes de que el escándalo estallara, así como intentos de ocultamiento.
Por la mañana, la mamá de uno de los niños fallecidos acusó en forma directa a los funcionarios, incluyendo al ex ministro de Salud provincial, Diego Cardozo: “En todo el período que va de marzo a junio de 2022, sabían de las muertes” de los bebés, aseguró Vanessa Cáceres.
En todo ese período nada se hizo para frenar los hechos, dijo la mujer, quien incluso recibió la sugerencia de algunos de los funcionarios, de silenciar el hecho de la muerte de su bebé ante la Policía.
Más tarde y antes del cierre de la jornada, otros dos testigos, familiares también de las pequeñas víctimas, revelaron que la exdirectora del hospital, Liliana Asís; y el subdirector administrativo Alejandro Escudero Saleme, les pidieron no denunciar el caso a la Policía o la Justicia.
Los testimonios recabado el martes en la sala cordobesa de Tribunales II donde se sigue el proceso oral y público más importante de los últimos años, implicó de este modo un vuelco notable luego de que durante las primeras cinco audiencias todo el foco de los testimonios estuvo centrado en la participación de la enfermera Brenda Agüero en los ataques a las criaturas.
Cáceres es mamá de Francisco, el primer bebé fallecido de modo inesperado y en circunstancias dudosas en el Hospital Neonatal Ramón Carrillo, hecho ocurrido el 18 de marzo de 2022. De acuerdo a su testimonio, no le consta en forma directa a la testigo la participación de Agüero en los momentos previos a la muerte de Francisco, aunque sí los esfuerzos que se hicieron posteriormente desde la dirección administrativa del hospital para encubrir la posible comisión de un crimen en el hecho.
Más tarde, Leandro David Luna y Laura Bustamante, el papá y la tía de Benjamín, el bebé muerto en el Neonatal el 23 de mayo de 2022, completaron el cuadro más tarde, implicando de modo directo a los responsables administrativos del nosocomio, en un intento por encubrir los hechos.
Luna, pareja de Damaris Bustamante, quien ya prestó testimonio en el proceso, no estaba en la lista de testigos. Fue incorporado en la jornada, a pedido del abogado de la querella, el Dr. Nayi. Su relato fue categórico: contó que estuvo presente en una reunión con Asís, en la que le pidieron que no hiciera una denuncia judicial sobre la muerte de su hijo.
En ese encuentro, que se habría producido entre el 23 y el 25 de abril de 2022 también habría participado Alejandro Escudero Saleme, entonces subdirector administrativo del hospital, quien habría mencionado, ya en ese momento, que había otros casos que estaban bajo investigación. También fue citada Laura, hermana de Damaris, quien fue la tercera del grupo en esa reunión que tiene valor para tratar de establecer en qué momento empezaron las dudas sobre las muertes y, por consiguiente, la obligación de denunciar.
Asís y Escudero Saleme están imputados en el juicio por encubrimiento agravado, además de omisión de deberes de funcionario público, con eje en la omisión de denunciar.
Relato desgarrador
Los testimonios de Vanessa Cáceres y Raúl Calderón, papás del primer bebé fallecido en circunstancias extrañas después de un embarazo normal y un parto sin complicaciones, fueron desgarradores.
“Le reventaron el corazón y me pedían permiso para una autopsia cuando todavía estaba vivo”, dijo Vanessa, quien se le informó escuetamente que su niño falleció por “colapso posnatal”.
Al pedir precisiones, relató que los médicos que atendieron a su bebé Francisco le dijeron que no entendían cómo llegó a tener “destrozado el corazón”. Contó que le preguntaron si tenía chagas o adicciones.
En el momento en que su hijo hace shock, no estaba presente un cardiólogo en la guardia. “Los guiaba por teléfono, no sé cómo no había un cardiólogo”, afirmó.
Los informes que le daban eran todos muy pesimistas. “Te daban el pésame y estaba vivo”, se quebró Vanessa.
“Me ofrecieron hacer una autopsia cuando mi hijo todavía estaba vivo, les pedía por favor que me lo salvaran, me pareció cruel en ese momento y por eso les dijimos que no”, explicó. “Nos dijeron que a lo mejor no salía clara la causa de muerte y que demoraría siete días el resultado. Ahora me muerde la cabeza porque no acepté”, dijo la mamá.
Soledad Laciar, en el juicio e indignada por la falta de solidaridad
“Honestamente, estoy indignada. Dolida, porque la verdad es que lo que pasó es gravísimo. Tener sentado a un ex ministro de Salud, acusado de haber encubierto la muerte de 13 bebés en el lapso de tres meses, es una cosa gravísima”, afirmó Soledad Laciar, mamá de Blas Correas, el joven asesinado por policías en Córdoba, presente en el juicio histórico de la Cámara Séptima del Crimen.
“Que no se hagan eco los políticos; que no se hagan eco ni siquiera con la necesidad de transmitir a la gente la importancia de esto algunos de los medios de Córdoba, la verdad que da una tristeza enorme. Somos mamás rotas, papás rotos, hermanos… Familias destrozadas y por eso digo: ¿Cómo no estar acompañando? Creo que en la puerta de Tribunales tendría que estar lleno de gente que entienda que si no apoyamos, si no encontramos quiénes son los verdaderos responsables de esto, mañana van a seguir muriendo bebés claramente”, afirmó Laciar.
Afuera, en los pasillos de Tribunales II reinaba el silencio y apenas un pasacalle de los familiares de las pequeñas víctimas, denunciaba en soledad lo que se está jugando en el interior de la sala.
