Por The New York Times
Dominique Pelicot, de 72 años, que admitió haber drogado a su esposa durante casi una década e invitado a decenas de desconocidos que conoció en internet a unirse a él para violarla, fue declarado culpable el jueves de violación con agravantes y otros cargos, y condenado a la pena máxima de 20 años de prisión.
El veredicto puso fin a un juicio que ha horrorizado a Francia, ha suscitado profundos debates sobre la cultura de la violación y la masculinidad tóxica, y ha convertido a Gisèle Pelicot, su esposa durante 50 años, en una heroína feminista.
Fuera de la abarrotada sala del tribunal de Aviñón, Francia, Gisèle expresó su “profunda gratitud” por el apoyo que ha recibido de toda Francia y de otros países desde que comenzó el juicio en septiembre, y dijo que nunca se había arrepentido de abrirlo al público.
El tribunal también condenó a los otros 50 acusados, la mayoría de ellos por cargos de violación. Además, Dominique Pelicot fue declarado culpable de violar a la esposa de uno de los hombres condenados, y de tomar y distribuir fotos ilícitas de Gisèle, de la hija de ambos, Caroline, y de dos nueras.
El caso ha resonado en todo el mundo a medida que salían a la luz sus espeluznantes detalles. Desde el momento de su detención a finales de 2020, Dominique Pelicot ha admitido haber mezclado somníferos con la comida y la bebida de su esposa antes de que él y otros hombres la violaran, mientras ella yacía casi inconsciente en su dormitorio de la ciudad de Mazan. Tomó miles de vídeos y fotos de los encuentros, que la policía utilizó posteriormente para identificar y localizar a otros infractores.
Gisèle, de 72 años, y ahora divorciada de su marido, renunció al anonimato para hacer público el juicio, y su aplomo y valentía la han hecho ampliamente admirada en Francia. Su rostro ha aparecido en los noticiarios nocturnos, en las portadas de los periódicos, en paredes pintadas y en carteles de manifestantes de todo el país. Ha renunciado a su antiguo apellido, pero lo utilizó durante el juicio.
Esto es lo que hay que saber:
-Sentencia: La mayoría de los demás acusados fueron condenados a penas de ocho a 10 años, inferiores a las de 10 a 18 años que había recomendado el fiscal. Jean-Pierre Maréchal, que se declaró culpable de seguir el modelo de Dominique Pelicot y drogar a su propia esposa para violarla, fue condenado a 12 años; el fiscal había recomendado 17. Algunos de los hombres quedarán en libertad gracias al tiempo ya cumplido.
-Código Penal: El juicio desencadenó también un encarnizado debate sobre la definición de violación en el código penal francés, en el que algunos legisladores feministas sostienen que la ley debería modificarse para decir explícitamente que las relaciones sexuales sin consentimiento son violación.
–Depredador infame: Los jueces y abogados del juicio han intentado comprender el enigma de Dominique Pelicot. El tribunal oyó que era un abuelo, padre y marido atento que había estado enamorado de Gisèle desde que se conocieron a los 19 años. Pero los terapeutas testificaron sobre otra faceta suya que era perversa, manipuladora, incapaz de empatía y adicta al sexo, y que según él tenía su origen en una infancia violenta.
-Otros acusados: Los medios de comunicación franceses han bautizado a los otros 50 acusados como MonsieurTout-lemonde (“Señor cualquiera”), por su aspecto variado y común y corriente: bajos, altos, flácidos, delgados, bien afeitados, barbudos, calvos, con coleta. Todos menos 14 trabajaban en empleos que reflejan el espectro de la Francia rural de clase media y trabajadora: camioneros, carpinteros y obreros, un funcionario de prisiones, un enfermero, un experto en informática que trabajaba para un banco, un periodista local.