El sector inmobiliario de los Emiratos Árabes ofrece prometedoras perspectivas de crecimiento a mediano y largo plazo. El rendimiento promedio anual en inversiones inmobiliarias alcanza aproximadamente el 8%; las revalorizaciones esperadas son del 25% al 50% y el piso del monto es de USD 250.000.
Desde hace varios años, Dubái es uno de los destinos favoritos de los famosos, visitada por Will Smith, Justin Bieber, las Kardashians y Maluma, entre otros, y recientemente, se dio a conocer la noticia que otro famoso latino, el jugador de fútbol brasileño Neymar invirtió más de 55 millones de dólares en su nueva casa en Dubái, en un lujoso apartamento de la torre Bugatti Residences Binghatti.
Cada vez más famosos invierten en estas tierras, como ya lo hicieron Victoria y David Beckham y Giorgio Armani (en Burj Khalifa, el hotel y edificio más alto del mundo), Madonna (mansión en The World Island), Roger Federer (Burj Al Arab), o Lindsay Lohan (en una villa de 4 habitaciones), entre otros.
En este marco, Thorne Global Real Estate LLC, compañía dirigida por Vanina Poplavsky, realizó un informe con los cinco aspectos por los cuales eligen invertir en Dubái.
1.Seguridad. Se puede caminar tranquilamente por el centro comercial Dubái Mall, visitar Burj Khalifa, en medio de un país con personas respetuosas, tranquilo, amigable, sin aglomeraciones y con total seguridad.
2. Actividades. Es una ciudad pequeña pero con eventos permanentes y a precios razonables, como por ejemplo ver la ciudad en las alturas y caminar por un suelo de cristal, por USD 14.
3. Idioma. Es un lugar ideal para estudiar o practicar inglés. Pese a que el idioma oficial es el árabe, el crecimiento de Dubái es tan grande que el inglés pasó a ser la segunda lengua.
4. Multicultural. Dubái fue denominada como la sociedad más cosmopolita con personas de todo el mundo.
5. Clima. Principalmente en temporada de invierno en Europa o América, es muy bueno.
“La demanda de propiedades en ubicaciones estratégicas ha impulsado un auge en los retornos anuales por alquiler, además de la revalorización de los proyectos “offplan” (inmuebles en fase de desarrollo), una modalidad atractiva por sus planes de pago sin interés, ofrecidos directamente por los desarrolladores”, precisó Vanina Poplavsky, CEO de Thorne Global Real Estate LLC.
“Las zonas en Dubai como Creek, Dubai Hills, JVC, JVT, Sport City y las emblemáticas de siempre son las zonas que más ofrecemos pero también hoy comienzan a resonar proyectos en otros Emiratos que sin duda están copiando el exitoso modelo de Dubai con toda la perspectiva y seguridad que eso genera en los inversores. Y los proyectos offplan tienen financiación directa del desarrollador y sin interés”, agregó Poplavsky.
Según sus proyecciones, para los próximos años se espera un panorama alentador en Dubai, “con una revalorización esperada de entre el 25% y el 50% anual en algunos desarrollos clave”. Esto responde tanto al crecimiento poblacional como a la transformación urbana de la ciudad, que incluye proyectos innovadores en zonas de alto potencial como Sport City, Jumeirah Village Circle (JVC) y Jumeirah Village Triangle (JVT).
Para establecer un negocio en Dubái, Poplavsky dijo que se requiere una inversión mínima de 15.000 dólares, cifra que cubre los trámites básicos de registro y obtención de una visa empresarial en caso de ser necesario. Sin embargo, este monto no incluye el capital de respaldo que puede ser necesario dependiendo del tipo de empresa y su sector. “En cuanto a la inversión inmobiliaria, el piso ronda los 250.000 dólares, permitiendo el acceso a propiedades en zonas emergentes y en pleno desarrollo”, señaló.
Para los inversionistas latinoamericanos, el acceso al mercado de Dubái es sencillo: cualquier persona, sin importar su residencia, puede invertir en propiedades en el emirato. Las leyes locales permiten que los extranjeros realicen inversiones sin requerir visado o residencia permanente. Un reciente estudio realizado por Thorne Global Real Estate arrojó que el ranking de los latinos que invierten en Dubái está liderado por colombianos, con el 45%; seguido por argentinos, con el 25%; mexicanos, con el 20%; y chilenos, con el 10%.