El Gobierno de Javier Milei anunció en los últimos días el fin del programa Procrear, un plan de acceso a la vivienda lanzado en 2012 durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Ahora la iniciativa será reemplazada con nuevas herramientas de financiamiento que incluyen hipotecas divisibles para proyectos inmobiliarios en desarrollo.
Con los cambios, el Gobierno estableció las hipotecas divisibles para desarrollos inmobiliarios bajo propiedad horizontal. Esto significa que, al adquirir una unidad en un proyecto, cada comprador podrá asumir su propia deuda individual, lo que facilita la financiación de inmuebles de manera independiente y quita la carga financiera para los empresarios desarrolladores.
La medida fue cuestionada desde el sector de las cooperativas de vivienda. La agencia Ansol consultó a Carlos Mansilla, representante de la comisión de Vivienda de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) y miembro de la Cooperativa de Viviendas Falucho (Buenos Aires), quien no dudó en asegurar que “el anuncio del cierre del Procrear es una mala decisión, porque además hay municipios que tienen tierras cedidas al programa y ahora hay que ver cómo la recuperan, además de que es una insensibilidad ante uno de los problemas que tienen las familias argentinas, y estas decisiones no ayudan”.
En ese sentido, Mansilla opinó que “las hipotecas divisibles son una herramienta más, pero que no tienen financiación, por lo que saldrán 2.000 o 3.000 dólares el metro cuadrado, y eso es una exageración y especulación financiera detrás de una necesidad familiar, y la verdad es que con otro nombre se pueden hacer convenios entre privados, con un crédito general que luego se traslada a créditos individuales cuando se subdivide la tierra, por lo que esto no cambia en nada el sistema, es un anuncio a un nicho muy pequeño”.
Por eso, el representante de la comisión de Vivienda de Cooperar dijo que “los anuncios en relación a la política de vivienda para la familia de trabajadores sin casa, no cubre las expectativas. Cuando se propone que la solución a la vivienda va a ser a 2.000 dólares el metro cuadrado, es una tomada de pelo, las cooperativas lo hacemos a la mitad de esos costos o incluso menos”.
Mansilla, a su vez, opinó que “el Procrear fue un buen proyecto, pero luego el Gobierno de Mauricio Macri lo desvirtuó”, aunque resaltó que “su falla de orígen fue estar direccionado solo en el Banco Hipotecario a través de créditos individuales: entonces muchas cooperativas no pudimos o tardamos mucho en participar, porque el socio primero tenía que ser sorteado, que le den el dinero, para luego venir a la cooperativa a hacer su aporte, y ese fue un gran error, que en su momento lo planteamos pero no tuvimos buenos resultados”.
“Sacando eso, para las familias que fueron sorteadas fueron buenos créditos y deben reconocer esa política, pero no estuvo pensado para aquellos que se organizan en cooperativas, mutuales o sindicatos, por este vicio de origen que son los créditos individuales”, remarcó el representante de Cooperar.
Mansilla dijo que “es una pena que el Gobierno Nacional olvide este tema, como así también que las Provincias no tengan programas propios y los municipios ni siquiera se enteren de los problemas de las familias”. Sobre las hipotecas divisibles, insistió: “Este anuncio rimbombante es sólo humo, o a lo sumo para gente que ya tiene casa y quiere invertir para otra”.
El referente de vivienda en Cooperar recordó que ellos “hicieron programas con la Municipalidad de Tapalqué y la Provincia de Buenos Aires, que son exitosos, es un buen ejemplo, donde el gobierno local aportó los terrenos y materiales, la cooperativas aporta sus asociados y experiencia, y la Provincia pone los fondos de FONAVI que hoy son la única vía posible para tener una casa”. En esa obra, el Gobierno bonaerense invirtió $52 millones y hoy los vecinos pagan una cuota sumamente menor por su hogar.