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“Habrá pueblos con sentido ético y pueblos desprovistos de él; políticas civilizadas y salvajes, proyección de progreso ordenado o delirantes irrupciones de masas. La diferencia que media entre extraer provechosos resultados de una victoria social o anegarla en el desorden, corresponde a las dosis de ética poseídas.Tales dosis caracterizan los diferentes períodos de la Historia. Hacen glorioso el triunfo y soportable el fracaso; atenúan las calamidades, prestan fuerzas de reserva. La libertad fué primariamente sustancia del contenido ético de la vida. Por lo mismo nos hace imposible imaginar una vida libre sin principios éticos, como tampoco pueden darse por supuestas acciones morales en un régimen de irreflexión o de inconsciencia”.
La Comunidad Organizada – Editorial Codex – Pág. 26 – Julio de 1974.
Nueve meses del Gobierno de Milei
Para hacer un balance del gobierno de Milei, es esencial conocer y analizar el largo proceso de más de 40 años de grandes frustraciones y crisis sufridas que -sin lugar a dudas- agotaron la paciencia y esperanzas del pueblo argentino, depositadas en el proceso democrático iniciado aquel lejano 1983.
A su vez, aporta a la comprensión lo expresado por el analista político Claudio Fantini: ”Los papelones, discursos delirantes, peleas con insultos y descalificaciones, amenazas chantajistas y posicionamientos extremos en el oficialismo no son la excepción sino la regla. El Presidente no puede despegarse de la comparsa con que ocupó ministerios, secretarías y bancas en el Congreso. Él es responsable de esa armada Brancaleone” (La Voz del Interior del pasado día 1).
Estos antecedentes políticos de Milei explican por qué ganó las elecciones, ya que una gran parte de la juventud, que no los conocía, le dio su voto contra “la casta”, creyendo ciegamente que Milei terminaría con esta decadencia, mientras el ex presidente Mauricio Macri -por su estrecha relación- en la segunda vuelta, negoció “sus” votos. Dos circunstancias que lo hicieron Presidente.
En definitiva fue “la casta” la que le cedió sus votos, así como cargos a su gobierno, ya que la candidata a Presidente del macrismo, a quien Milei había señalado como “montonera que ponía bombas en los jardines de infantes”, es hoy su ministra de Seguridad e importante figura en el gabinete.
Con estos apoyos de la juventud y los sectores que conforman la denominada “oposición dialoguista” junto a las imposiciones autocráticas de sus DNU, comenzó con la destrucción del Estado, eliminado partidas presupuestarias a las universidades, al Conicet, a la Anses, al PAMI, etcétera, así como a medios radiales nacionales, comedores de sectores carenciados y también a las provincias, a las que les quitó la coparticipación de impuestos, incluyendo subsidios al transporte público, a las cajas de jubilaciones, etcétera.
Con dichas políticas, avanzó sobre las organizaciones gremiales, profesionales, de la educación, empresarial, pymes, etcétera, ejecutando un plan sistemático de destrucción de derechos laborales, que -adosados a la fuerte devaluación- licuó el poder de consumo de amplios sectores populares y de la clase media, lo que causó el cierre de muchos negocios y pymes, así como aumentó la ociosidad en medianas y grandes empresas.
Por su parte, los gobernadores, debieron apoyar los proyectos de ley del Presidente, presionando a diputados y senadores para que respeten sus exigencias, esperanzados en el restablecimiento de las partidas retenidas, cosa que hasta el momento muy poco y casi nada consiguieron.
Algunas entidades privadas -tales como la UIA, la Fundación Mediterránea, la Sociedad Rural, la Bolsa de Comercio, etcétera-, que festejaron el descenso de la inflación y el déficit cero, en privado mostraron sus dudas sobre estas propuestas. Más aún cuando quienes festejaron la aprobación del RIGI no pudieron esconder su temor ante la posibilidad de que dicho proyecto genere quiebras y remates de una gran parte de empresas nacionales, así como la desaparición del proceso industrialista nacional, mientras avanzan los fondos especulativos para producir y exportar la producción extractivista de recursos estratégicos y commodities.
Nace el rey de “la casta”
El proceso que culminó con el apoyo de los diputados nacionales al veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria, que oportunamente había redactado y aprobado la Cámara de Senadores, dejó bien en claro que gracias al poder de mando que viene ejerciendo sobre integrantes de “la casta” política, logró en esta oportunidad que cinco diputados radicales apoyaran el veto presidencial, a pesar de haberlos tratado de ratas, coimeros, degenerados, etcétera
Su promocionada serie televisiva, que será exhibida en los medios por estos días y que -según dicen- expone quiénes son los políticos de “la casta” que serán doblegados por las fuerzas de La Libertad que Avanza, demostrará en los hechos que su objetivo de máxima se verá cumplido cuando, como dueño del Estado, consolide su poder, ejerciéndolo tanto sobre una gran parte del Congreso como de sectores ultraliberales y entidades empresariales monopolistas, quedando definitivamente como el rey de “la casta”.
Como todo soberano que impone sus decisiones, requiere ante un pueblo organizado en distintas entidades públicas y privadas de un aceitado servicio de informaciones e inteligencia con poder económico y fuerzas represivas en cantidades apropiadas, provistas de uniformes, armamentos, movilidades, adiestramiento y técnicas antimotines que se van experimentando -según su efectividad- para regular el poder de fuego, según las resistencias en las jornadas de movilización popular, como quedó demostrado en la marcha hacia el Congreso, el pasado día 11.
Logrado su objetivo de aprobación del veto a la ley, el Presidente emitió un comunicado en el que felicita y distingue a los 87 diputados como los héroes de las jornadas en el Congreso -omitiendo, sin querer- sumar a los “héroes de la represión”, es decir, las fuerzas policiales, de gendarmería y federales, que impidieron y castigaron el avance de jubilados, obreros, médicos, docentes, universitarios y varias entidades y asociaciones gremiales, comerciantes y representantes de pymes, cooperativas, mutuales, etcétera,
A la movilizaciones del pueblo: dura represión
Del control al desborde represivo hay solo un paso y éste se convierte en un crimen con el ataque con gas pimienta contra familias -nietos, hijos y abuelos- como clara expresión de que el derecho a la jubilación nació para que los que trabajan, destinen una parte de su salario como reaseguro de llegar a una ancianidad digna, claro principio de una sociedad consciente del esfuerzo común para felicidad del pueblo argentino.
Pero cuando una sociedad cuyos esfuerzos, previsiones y deseos de un futuro digno son destruidos por modelos de gobernanza autocráticos y que mal administran sus ahorros y peor si se viven tiempos invadidos por defraudaciones y estafas, es fundamental la existencia de la justicia social que termine con las prebendas, corrupciones y latrocinios, pero no así con las leyes e instituciones del Estado que aseguran el cumplimiento de derechos consagrados constitucionalmente.
No sólo son criminales quienes reprimen los justos reclamos del pueblo sino también quienes, teniendo las responsabilidades de cuidar los dineros públicos, el trabajo, la producción, la educación y la salud del pueblo, etcétera, traicionan sus mandatos y mal utilizan los ahorros comprometidos con la seguridad social, rasgándose las vestiduras por ser “democráticos” en un régimen de clara connotación dictatorial. De allí que el proyecto de Presupuesto que presenta tiene claras reminiscencias con los modelos de la Generación del 80.
Presupuesto 2025
El Presupuesto cumple con los propósitos que sustentaba la generación del 80, ya que su economía se basa igualmente en la producción primaria, sin mano de obra capacitada -a las que hoy Milei agrega las extractivas- que abastecen al mercado internacional, favoreciendo especialmente a las grandes empresas exportadoras de commodities y, por medio del RIGI, a los capitales especulativos.
Al mismo tiempo reiteró el ideal positivista de la época de 80, depositando su fe en “un Estado que garantice el orden y el progreso”.
Conclusiones
Vivimos tiempos de involución social en los que un presidente admite que su ideología proviene de la generación de 80, que -controlando la política, la economía, el militarismo y la cultura- conservó el poder por más de cuatro décadas, mediante el fraude electoral.
Desde hace bastante tiempo no veíamos una tan clara exteriorización del cipayismo como la que expresa Milei al proyectar el sometimiento de Argentina al poder anglosajón.
Este proceso se inició con el golpe cívico-militar de 1976 y prosiguió durante 40 años de fracasos y corrupción, culminando hoy en manos de quien se cree dueño de nuestro destino.
Definitivamente, quien tiene la responsabilidad exclusiva de decidir el futuro de Argentina es el pueblo, por lo que siempre debe impedir que -nunca jamás- nadie, aun como presidente, entregue nuestra libertad, independencia y soberanía a los imperialismos o intereses ajenos a nuestra Patria.
(*) Ex ministro de Obras Públicas de la Provincia de Córdoba
