Configuraciones sistémicas: Una lectura estructural de los conflictos

Los mediadores sabemos que los conflictos son, a menudo, complejos y multicausales; también conocemos sus diferentes tipologías. Lo que se nos presenta en la mesa rara vez tiene una sola causa y mucho menos logramos detectar con nitidez los aspectos que subyacen y los mantienen.

Comprender la génesis, el devenir y la probable solución de un conflicto nos impone, en no pocas ocasiones, un abordaje más profundo y comprensivo. Es precisamente allí donde el enfoque fenomenológico-sistémico como paradigma de abordaje es un modo de aproximación y gestión de alta potencia.

¿Por qué “fenomenológico”? Pues porque se trata de aproximarse a la realidad de lo que se nos presenta, libres de juicio e intención, habilitando en nosotros mirar todo tal y como se presenta como primer movimiento, lo que podríamos vincular con la imparcialidad necesaria. 

¿Por qué “sistémico”? El enfoque sistémico nos da los lentes para leer en clave de totalidad holística. En todo sistema, los que forman parte están interconectados y mutuamente influenciados, todo cambio en uno afecta a los demás. Este enfoque considera a las personas no de manera aislada, sino como parte de un sistema más amplio, ya sea una familia, una organización o una comunidad.

¿Y qué de las configuraciones sistémicas? Las configuraciones sistémicas, también conocidas como “constelaciones sistémicas”, son una metodología de abordaje derivada del enfoque sistémico. Esta herramienta permite visualizar y explorar las relaciones y dinámicas ocultas dentro de un sistema. Por medio de la configuración de sus diferentes elementos, podemos “leer” relaciones e influencias entre personas, conceptos, objetivos, propósitos etcétera. Se puede obtener una visión clara de cómo interactúan entre sí y cómo estas interacciones pueden estar contribuyendo al conflicto, o bien encaminar la solución.

Es así como, en lugar de centrarse únicamente en los emergentes del conflicto, el enfoque sistémico nos convoca a buscar las posibles dinámicas relacionales y estructurales que lo generan o lo mantienen y a su vez, detectar las palancas de cambio. 

¿Cómo leemos el conflicto en términos de Configuraciones Sistémicas?

Al aplicar las claves de la lectura sistémica se puede hacer foco en diferentes aspectos como verdaderas puertas de entrada a la profundidad del conflicto donde, con cierta frecuencia, se encuentran los puntos fuerza en dirección a la resolución.

Algunas claves de lectura sistémica: 

Contexto. Se refiere al entorno en el que ocurre el conflicto, incluyendo factores históricos, culturales, y situacionales que influyen en las dinámicas presentes. Al leer el contexto, se identifican las condiciones externas que afectan al sistema y se obtiene una comprensión más amplia de las circunstancias que rodean al conflicto. 

Posiciones. Lugar o rol que ocupa cada participante dentro del sistema. Esto incluye no sólo su posición física sino también su posición psicológica y emocional. Leer las posiciones permite entender cómo cada miembro del sistema percibe su lugar y su papel en la dinámica del conflicto.

Relaciones entre los diferentes integrantes del sistema. Se pueden leer en este foco las interacciones entre los participantes, incluyendo alianzas, tensiones, dependencias, hostilidades, lo que permite ver las conexiones y desconexiones que pueden estar contribuyendo al sostenimiento o solución del conflicto. 

Patrones. Formas de interacción repetitiva que ocurren dentro del sistema: al leer los patrones se buscan comportamientos y respuestas recurrentes que pueden estar manteniendo el conflicto. Esto puede incluir ciclos de comportamiento, lealtades invisibles y roles disfuncionales que estarían perpetuando la situación conflictiva.

Procesos. Son las dinámicas de evolución, y su potencialidad de cambio del sistema en relación al conflicto. Al leer los procesos, se observa cómo el sistema responde a diferentes intervenciones y modificaciones. Esto incluye identificar resistencias al cambio, momentos de crisis y oportunidades para la transformación.

Lectura de un caso: conflicto en una empresa familiar

Ilustremos la aplicación del enfoque, considerando un caso práctico de una empresa familiar en la que hay un conflicto entre dos hermanos que co-dirigen el negocio. Mediante una configuración sistémica, se identifican los siguientes elementos: los dos hermanos, sus padres (fundadores de la empresa), los empleados clave y los objetivos empresariales.

Contexto. Se reconoce que la empresa tiene un fuerte arraigo familiar y una historia de éxito basada en métodos tradicionales de trabajo.

Posiciones. Uno de los hermanos se siente responsable de innovar y modernizar la empresa, mientras que el otro se siente comprometido con mantener las tradiciones establecidas por sus padres.

Relaciones. Se observa que existe una relación tensa entre los dos hermanos debido a sus diferentes visiones para el futuro de la empresa, mientras que ambos tienen una relación de lealtad con sus padres.

Patrones. Se identifica un patrón de confrontación en las reuniones familiares y empresariales, donde las discusiones sobre el futuro de la empresa terminan en desacuerdos sin resolución.

Procesos. Al explorar cómo ha evolucionado el conflicto, se nota que cada intento de innovación es recibido con resistencia, lo que perpetúa el estancamiento y la frustración entre los hermanos.

Podemos concluir en que el enfoque fenomenológico-sistémico y su herramienta, las configuraciones sistémicas, ofrecen la posibilidad de leer el conflicto en diferentes dimensiones; permiten ver más allá de los emergentes y explorar las dinámicas estructurales subyacentes. Al entender el contexto, las posiciones, las relaciones, los patrones y los procesos dentro de un sistema, podemos desarrollar intervenciones más efectivas y sostenibles, facilitando la resolución de conflictos de manera más armoniosa y colaborativa.

(*) Licenciada en psicología MP 2644. Mediadora especialidad Familia MP 316