La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema informó que durante el 2023, 38% de las presentaciones recibidas en la oficina involucró a niñas, niños y adolescentes afectados por hechos de violencia doméstica.
El porcentaje marca un crecimiento respecto al año anterior, cuando los niños, niñas y adolescentes (NNyA) representaron el 34% de los afectados, en una tendencia creciente que se observa desde 2018, cuando el 32% de los afectados pertenecían a esta franja etaria.
En su mayoría (67%), las denuncias de 2023 fueron realizadas por personas adultas también afectadas por hechos de violencia y por personas en calidad de terceras (31%) que concurren a relatar hechos que afectan a otros. Hubo, además, 91 adolescentes de entre 13 y 17 años que concurrieron personalmente a realizar presentaciones (2%) por hechos que los afectaban directamente.
Los equipos interdisciplinarios de la OVD registraron un total de 5.391 niños, niñas y adolescentes afectados en estas presentaciones. La mayoría (52%) de hasta 8 años de edad.
El 59% de los NNyA sufre violencia diaria o semanalmente. En el 80% de los casos, las personas denunciadas son sus progenitores (68% padres y 32% madres). 96% fueron víctimas de maltrato psicológico o emocional, 34% de maltrato físico y 9% fueron víctimas de violencia sexual.
Según las evaluaciones realizadas por los equipos interdisciplinarios de la OVD, el 37% se hallaba en situación de altísimo o alto riesgo. La OVD derivó el 99,6% de estos casos a la Justicia Nacional en lo Civil y el 96% al Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
A los datos nacionales de la Corte Suprema se suma un informe elaborado por UNICEF: en América Latina, 2 de cada 3 niñas y niños experimentan violencia disciplinaria en sus hogares, de los cuales casi la mitad son objeto de gritos o increpaciones como forma de disciplina y alrededor de 1 de cada 4 recibe azotes. Asimismo, se observa un desequilibrio entre la elevada proporción de niños y niñas que sufren castigo corporal y el porcentaje de madres que lo consideran una forma necesaria de disciplina.