viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

La Gran Dama de la democracia italiana

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Por Silverio E. Escudero

Ésta es la pequeña historia de una mujer extraordinaria que, alguna vez, de paso por Córdoba, iluminó con su talento la escena política provinciana.

Corría el mes de noviembre de 1988. Fue cuando, con la organización del Partido Comunista, se recibió, en tertulia, a los partidos políticos, la CGT, a los históricos 32 gremios independientes de Córdoba, al movimiento cooperativo, a la Universidad Nacional de Córdoba y a las organizaciones del movimiento estudiantil, así como a un conjunto de periodistas dentro de los cuales se destacaban los entrañables Julio César “El Gali” Moreno, Pablo Ponzano y Pedro Troillo.

Su nombre parece estar olvidado para siempre por el movimiento feminista cordobés, que mantiene una actitud sectaria que le ha hecho estar distante de los grandes debates mundiales sobre la situación de la mujer en el mundo. 

Leonilde “Nilde” Iotti, quien fue una veterana militante del Partido Comunista Italiano (PCI), bregó por mejorar la situación de la mujer en el mundo, razón que la llevó a peregrinar por los rincones más tenebrosos de Asia y África, en especial, por la región que conformaba el antiguo imperio colonial italiano.

Su pertenencia política hizo que integrara una de las vertientes más influyentes de la vanguardia del pensamiento político europeo. Por ello marchó al lado de Antonio Gramsci, Amadeo Bordiga, Palmiro Togliatti, Enrico Berlinguer, Giorgio Napolitano y Pietro Ingrao, entre muchos otros. 

Formó parte de un partido político que forjó su coherencia ideológica en la lucha contra el nazi-fascismo y la de sus militantes que, como partisanos, los llevó a combatir en toda Europa, siendo -junto a los republicanos españoles- la columna vertebral de la resistencia.

Nilde y Togliatti, quien era su marido y secretario General del PCI, enfrentaron tempranamente el poder omnímodo de Stalin, quien les había exigido que se mudaran a Moscú para dirigir el Kominform, la Oficina de Información de los Partidos Comunistas. “Pero no querían saber nada. Habían saboreado el gusto por la libertad y querían seguir viviendo en Italia”, dirá de ellos Napolitano.

El “no” de los Togliatti tuvo el efecto de un cataclismo. Sacudió toda la estructura del PCI y llenó de esperanzas a todo el comunismo. Se podía, se debía enfrentar a Stalin para ganar el futuro.

Allá por 1956, los húngaros, quienes también estaban imbuidos de esa idea de la libertad, protagonizaron una auténtica revolución popular, hartos de sentirse sojuzgados por el régimen proestalinista, el de Mátyás Rákosi. Revolución ésta que encontró en nuestra invitada la voz tonante que denuncia la atroz represión de los ejércitos soviéticos contra el pueblo magiar.

Iotti no solo recorrió las calles de la Budapest revolucionaria sino que volvió a recorrerlas en su afán de hacer oír la voz de los oprimidos y en defensa de su derecho a elegir su forma de gobierno.

Una apretada síntesis biográfica de la Dama de la Constitución, como la recuerdan los italianos, obliga a señalar que en 1956 ingresó en el comité central del Partido Comunista y, en 1962, en la dirección nacional. En 1963 en la Cámara integró la Comisión de Asuntos Constitucionales, centrando su actividad en la relevancia del papel femenino en el mundo del trabajo y las relaciones familiares. 

Iotti impulsó, desde su banca legislativa y desde la tribuna, la ley de familia de 1975, la batalla del referéndum sobre el divorcio de 1974 y la ley de aborto de 1978.

En 1969, que fue el primer año en que los comunistas participaron en el Parlamento Europeo, fue nombrada miembro de la delegación italiana, comprometiéndose a reformar la elección del propio parlamento para que fueran los europeos quienes eligieran a sus diputados comunitarios en elecciones continentales.

Nilde permaneció como diputada europea hasta 1979, año de las primeras elecciones directas al Parlamento europeo.

En 1987 fue nombrada primera ministra, aunque con un mandato exploratorio, en 1992 estuvo cerca de ser nombrada presidente de la República. 

En 1993 obtuvo la Presidencia de la Comisión Parlamentaria para reformas institucionales. En 1997 fue elegida vicepresidente del Consejo de Europa.

Para comprender cuán complejo fue el camino de Nilde y de todas las mujeres, es importante recordar algunas fechas más: sólo en 1963 las mujeres pudieron finalmente acceder al Poder Judicial; sólo desde 1968 el adulterio femenino dejó de considerarse un delito; sólo desde 1970 es posible divorciarse; sólo desde 1975 existe igualdad entre los cónyuges en el derecho de familia; sólo en 1978 se aprobó la ley sobre el aborto; en 1981 dejó de reconocerse el “asesinato por honor” en el derecho penal; desde 1996 la violencia sexual es un delito contra la persona y no contra la moral pública y las buenas costumbres. Sólo en 2012, después de su muerte, se completó la plena igualdad jurídica entre los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio.

Volvamos al encuentro de Córdoba con Leonilde “Nilde” Iotti. La crónica del “Gali” Moreno nos regala material valioso para el análisis político e histórico. Preguntada sobre las razones del caudal de votos del PCI, respondió:

-Para contestar esa pregunta haría falta escribir un libro. Antes que nada, las últimas elecciones han sido comicios administrativos parciales. Han votado sólo seis millones de electores entre 42 millones. Por lo tanto, el resultado, aunque ciertamente es importante, no es del todo significativo. ¿Por qué perdimos? Yo personalmente entiendo que nosotros pagamos las consecuencias de la perdida de Berlinguer en 1984, que fue súbita, de improviso, y luego lamentablemente al comienzo de esta campaña parcial, la enfermedad de (Alessandro) Nata que lo apartó un largo tiempo de la vida política. Esos dos hechos pesaron en los resultados, que nos fueron adversos.

Sin embargo, apunta Moreno, existen otros factores que también pueden haber influido. Por ejemplo, la transformación experimentada por la economía italiana en la última década. Los cambios producidos en el aparato económico y sus consecuencias sobre la sociedad y sus clases, ¿pudieron haber influido en el caudal electoral del Partido Comunista?

-“Yo creo que ciertamente las modificaciones producidas en la sociedad italiana influyen mucho. Y un partido grande como el nuestro, que tiene un número inmenso de sus afiliados, inclusive ahora, antes de adecuarse a los cambios de la sociedad tiene siempre cierta lentitud. Posiblemente esto ha pesado. Pero no es que el partido se haya quedado en las posiciones del pasado, porque inclusive todas las discusiones que se han producido en los dos últimos años se han efectuado en torno a estos cambios en la estructura de la sociedad italiana y por lo tanto en la necesidad de instrumentar modificaciones en el partido, para adecuarse a esa nueva realidad de la sociedad italiana”. 

-¿Cuáles son las características que diferencian al PCI -el partido Comunista más grande de Occidente- de las demás fuerzas eurocomunistas?

-“Pienso que la política que hemos hecho, que está vinculada a la historia de nuestro país; es la historia de nuestro partido en relación a la historia de nuestro país. En Italia, el tipo de democracia que existe no hubiera existido sin la presencia y la acción del Partido Comunista. Nosotros nos hemos convertido en grandes, hemos crecido, junto al crecimiento y la afirmación de la democracia cristiana”.

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