El presidente Javier Milei está dispuesto a sacrificar aún más la actividad económica a cambio de una mayor baja de la inflación, luego de que el IPC marcó menos de 15% que se esperaba, aunque aún está en niveles elevados.
“Prefiero soportar un poco más esta situación débil de actividad pero evitar la hiperinflación”, dijo Milei en declaraciones radiales. En ese sentido, afirmó que “la inflación core (núcleo) está por debajo de 10%”, aunque aseguró que el número de febrero “es una tragedia” y admitió que marzo “es un mes con una estacionalidad profundamente complicada”. La apreciación del jefe de Estado contrastó con sus expresiones vertidas horas antes cuando consideró que el IPC de febrero había sido un “numerazo”.
También vaticinó que en los próximos meses la inflación podría llegar a un dígito: “Si le sumás la suba de prepagas, que es de una vez, y tarifas, que son una vez para siempre, en ese contexto, al número le vas a tener que restar casi cinco puntos, cuando veas eso, vas a hablar de una inflación de un dígito”.
Según expertos, el costo de vida se desaceleró por una combinación de fuerte caída de la actividad por la licuación de ingresos y jubilaciones desde diciembre, el significativo ajuste del gasto público y el “apretón monetario” que impulsa el Gobierno.
Este lunes, el ministro Luis Caputo se reunió con los directivos de los grandes supermercados. Les dijo que se está siguiendo “a rajatabla” el programa económico, basado en el equilibrio fiscal y en la recomposición del balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Agregó que bajar la inflación era “la prioridad para poder estabilizar la economía”, y así dar inicio a un ciclo de crecimiento que permita la baja de impuestos.
El BCRA además informó que bajaba la tasa con la que se remuneraba a los bancos por los pases y que eliminaba el piso mínimo que tienen estos para los plazos fijos.
En la práctica funciona como una mayor licuación a los depósitos de los argentinos, que tendrán menos opciones para cubrirse frente a la inflación.
Por otra parte, esa decisión catapultó el valor del dólar -sobre todo de los financieros- que venían de fuertes bajas en las últimas semanas. Ese salto le da algo de respiro -competitividad- al tipo de cambio diferencial para la exportación (las liquidaciones van en un 20% al contado con liquidación). Así, el Gobierno espera poder seguir acumulando reservas en la entidad que conduce Santiago Bausili.
Con la intención de que ese salto en los tipos de cambio “libres” no impacte en los precios ya sobregirados de la economía, y particularmente en los alimentos (el rubro que más afecta a los pobres), el Gobierno anunció que abriría las importaciones para “apuntalar la baja de la inflación en los productos de la canasta básica y medicamentos”.
Imagen
En otro orden, Milei aseguró que su imagen en los primeros tres meses de gestión creció incluso por encima de lo que había cosechado tras su triunfo electoral. “Mi imagen está por encima de la que tenía cuando asumí como presidente”, remarcó.
Según precisó acerca de cuando La Libertad Avanza asumió el Gobierno: “Sólo el 20% de los argentinos creía que íbamos a estar mejor a los seis meses, en enero fue de 30% y en febrero del 42%. Después del discurso en la Asamblea Legislativa saltó a 47%”.
“La gente la está viendo. El 70% de los argentinos está convencido de que vamos a bajar la inflación”, subrayó en declaraciones radiales.