Por Luz Saint Phat / [email protected]
El futuro es hoy y los desafíos en el mercado de trabajo están a la orden del día. El mundo que viene ya llegó y la capacitación es la herramienta indispensable
En un contexto de aceleración en materia tecnológica, los desafíos que plantea el mercado laboral son múltiples y complejos, según reveló un informe reciente del Foro Económico Mundial (Foro de Davos), al analizar perspectivas para los próximos tres años.
La entidad advirtió de que hacia el final de esta década, las empresas prevén que casi la mitad (44%) de las habilidades básicas de la fuerza laboral sufrirán modificaciones significativas, impulsadas principalmente por la Inteligencia Artificial (IA).
“LA IA es uno de los principales factores de disrupción, pero otros factores, como la transición verde y las condiciones geopolíticas y económicas globales, también explicarán la rotación de casi una cuarta parte de los puestos de trabajo de aquí a 2027, incluidos los emergentes y en vías de desaparecer”, aseguró el texto del foro.
“A largo plazo, los obstáculos a la movilidad económica podrían aumentar, dejando fuera de las oportunidades económicas a amplios segmentos de la población”, alertó la entidad y agregó que “la mejora de las cualificaciones y el desarrollo de (nuevas) habilidades serán fundamentales en los próximos años para garantizar un futuro laboral equitativo”.
Sobre la base de esta advertencia, y en un contexto volátil y en permanente cambio, la organización pudo detectar seis tendencias en el mercado laboral que permiten anticipar lo que se viene.
En primer lugar, los empresarios consultados para el informe admitieron que “la IA generativa aumenta la productividad, pero de forma desigual”.
“Se espera un aumento de la productividad en los sectores con un alto componente de conocimiento, como las tecnologías de la información y las comunicaciones digitales, los servicios financieros y profesionales, los servicios médicos y sanitarios, el comercio minorista, la industria manufacturera, la ingeniería y la construcción, la energía y la logística”, aseguró la nota del foro, aunque reveló que “estos beneficios potenciales” pueden ser opacados por los riesgos que puede traer aparejados la automatización, el desplazamiento y la “degradación de los puestos de trabajo”.
De hecho, siete de cada diez de los encuestados por el foro indicó que no prevé “un impacto positivo neto (de la IA generativa) sobre el empleo en las economías de renta baja”.
La segunda tendencia observada es que “los empleos digitales siguen creciendo”, los cuales podrían ascender a 92 millones en todo el mundo.
“Los empleos digitales podrían ayudar a equilibrar la escasez de personal cualificado en los países de ingresos más altos, al tiempo que impulsarían las oportunidades para los trabajadores más jóvenes en los países de ingresos más bajos”, precisó el artículo.
Al mismo tiempo, se destacó que “si se gestionan bien, los empleos digitales globales presentan una oportunidad para utilizar el talento en todo el mundo, ampliando la reserva de talento disponible para los empleadores y proporcionando vías de crecimiento económico a países de todo el espectro de ingresos.”
En tercer lugar, y en el terreno negativo de las perspectivas a futuro, se espera que aumenten los niveles de desempleo.
Además de las estimaciones previstas por la OIT recientemente (la desocupación avanzaría a nivel global de 5,1% en 2023 a 5,2% en 2024, afectando al menos a dos millones de trabajadores) , también persistirán las desigualdades según edad y país. “Los jóvenes corren un riesgo 3,5 veces mayor de estar desempleados que el resto de la población adulta y muchos trabajadores tienen dificultades para pagar las facturas, lo cual es muy preocupante”. se explicó.
Por otro lado, en relación a las nuevas modalidades de trabajo, se estimó el avance de los formatos conocidos como “oficinas pop up”, las cuales pueden marcar la evolución del trabajo flexible, híbrido y remoto.
Se trata de un formato “itinerante” donde las empresas deberán innovar para competir con el trabajo remoto o “desde casa”.
Otra tendencia a considerar es la importancia que adquieren, cada día más, las habilidades.
Así, “se prevé que 23% de los puestos de trabajo cambien en los próximos cinco años, por lo que millones de personas tendrán que moverse entre empleos en declive y empleos en crecimiento”, indicó la publicación del foro.
La clave, dicen los empresarios respecto de la integración de la IA a los procesos productivos, no será que los robots reemplacen a los humanos sino que las personas desarrollen la capacidad de coexistir e interactuar con las nuevas herramientas.
“El imperativo es enseñar cómo funcionan las herramientas de IA a todos los ciudadanos, y especialmente a nuestros jóvenes”, se enfatizó.
Finalmente, se prevé que una mayor cantidad de mujeres formará parte de la fuerza laboral global.
“En varias sesiones de Davos, se analizó cómo la inclusión podría beneficiar a la economía, en particular posibilitando a las madres reincorporarse a la fuerza laboral, lo que podría colmar lagunas de cualificación”, se anticipó.
“Hay 606 millones de mujeres en edad laboral en el mundo que no trabajan debido a sus responsabilidades de cuidado no remuneradas, frente a 40 millones de hombres”, explicó Reshma Saujani, Fundadora y CEO de Moms First. En esta línea destacó que “las guarderías se pagan solas”.
“Cuando se ofrecen guarderías a los empleados, se obtiene una mayor productividad de los trabajadores y menores tasas de abandono, así como mayores tasas de retención.Tenemos que considerar el cuidado de los niños como una cuestión económica sobre la que los líderes mundiales deben hacer algo”, aseguró la referente.
Formación
Las seis tendencias que refiere el artículo del foro llevan a una cuestión central relacionada con las posibilidades de formación que tienen actualmente los recursos humanos, específicamente los profesionales y/o los puestos altamente calificados.
“En 1975, más de 80% del valor de mercado de las compañías del S&P 500 eran activos tangibles como fábricas. Hoy en día, eso ha cambiado, y más de 80% está representado por activos no físicos como datos o software”, explicó la organización sin fines de lucro en su análisis.
Claramente, esta situación ejerce presión sobre el sistema educativo tradicional, que actualmente no cuenta con las currículas ajustadas necesariamente a estas transformaciones que se están desarrollando en el empleo global.
“El lugar de trabajo exige habilidades adecuadas para la década de 2020 en adelante, como la capacidad para utilizar inteligencia artificial, desarrollar software y gestionar bases de datos. Pero las escuelas y universidades siguen enseñando planes de estudio que se centran más en el conocimiento que en las habilidades, en un estilo que ha evolucionado poco desde la década de 1990”, alertó el foro.
Aún así, tampoco en los entornos laborales se logra mitigar la deficiencia de la educación formal ya que son pocos las empresas y organizaciones que ofrecen esquemas de actualización continua a sus trabajadores.
Por eso, dice la nota, es clave entender que “la educación y el trabajo pueden coexistir”.
“Esto es el aprendizaje basado en el trabajo: formación fundamentada en la práctica, no en la teoría, y enseñada en un entorno aplicado. Bien hecho, este estilo de aprendizaje enfatiza las habilidades más relevantes para los trabajos, permitiendo así la movilidad económica”, aseveró la entidad.
“Las empresas no pueden seguir dejando el aprendizaje en manos de las instituciones educativas, y los educadores no pueden seguir ignorando la realidad del trabajo. Al unir el aprendizaje y el trabajo, podemos construir un grupo de individuos con las habilidades para prosperar y liderar a medida que se desarrolla la tecnología, una economía preparada para el futuro y adaptable a las cambiantes necesidades tecnológicas, y una sociedad con las empresas y personas adecuadas para enfrentar algunos de sus mayores desafíos y oportunidades”, concluyó el foro.