El presidente hablará esta noche frente al Congreso. Tras una política de cruces y enfrentamientos, trascendió que ahora buscará “acuerdos y consensos”. Necesita cambiar la estrategia para lograr que el Parlamento avale proyectos claves para su gestión
El presidente Javier Milei encabezará esta noche la apertura del período ordinario de sesiones del Congreso, en el que se espera convoque a un “gran acuerdo nacional”, postura que, de confirmarse, iría a contramano de las políticas de enfrentamiento con la “casta” que fueron su impronta en los primeros tres meses de gestión.
Con todo, por ahora reina la incertidumbre sobre el tenor del discurso del jefe de Estado que permanentemente sorprende con sus decisiones.
Mientras Milei se encuentra recluido en Olivos y escribe su discurso a puertas cerradas, sólo hay lugar para las especulaciones en su entorno sobre el tono que adoptará el Presidente, en su primera aparición frente al hemiciclo del Congreso.
Sin embargo, hay coincidencia en que el espíritu político de los libertarios se inclina hoy por la búsqueda de acuerdos y consenso, en una especie de tabula rasa, para sacar al menos las partes más acuciantes de la caída Ley Ómnibus. Cerca del mandatario hablan de dejar atrás las frustraciones de los primeros meses en el terreno político, e iniciar una nueva etapa. En la forma, inclusive, de un “gran acuerdo nacional”.
Como marco general, el objetivo de los libertarios es reiniciar las discusiones con la oposición, para volver a foja cero.
Pero, aclaran, bajo la premisa de que los otros partidos “ya aprendieron” que el Gobierno está preparado para gobernar, y para presionar.
“Se puede decir que nos subestimaron en capacidad de gestión y en poder de fuego. Los gobernadores se dieron cuenta que dependen de la Nación, y de que nosotros no dependemos de ellos”, resumió una fuente cercana al líder libertario.
El Presidente dio algunas señales que permiten vislumbrar esa inclinación, al bajar los decibeles de sus ataques a la política durante las últimas 48 horas.
Y si bien en Balcarce 50 nadie se atreve a arriesgarse y predecir el tono que elegirá hoy, hay coincidencia en que será un mensaje de tipo “institucional” más que político.
“No va a ser violento. Quizá sí crítico. Pero sabe que lo van a mirar y escuchar todos los argentinos y que lo van a ver en el exterior”, deslizó uno de los alfiles Milei, aunque atento a la historia de cambios en el estilo del primer mandatario.
En resumen, creen que es muy posible que a lo largo de su alocución, el primer mandatario oscile entre el llamado al diálogo y las advertencias hacia la oposición “dialoguista”, que abarca las variadas vertientes políticas englobadas en las coaliciones Hacemos Coalición Federal y Juntos por el Cambio.
Según trascendió, esa es la esencia del mensaje que les hacen llegar los libertarios a los opositores no kirchneristas. Y en la Casa Rosada incluso hablan de la necesidad de un “gran acuerdo nacional”, que traducen en “encontrar consensos”
La referencia, en la voz de uno de los funcionarios más relevantes de Milei, se refiere irónicamente a los pedidos de fondos desde el interior, que tuvieron su expresión más reciente en el conflicto con Chubut y el gobernador Ignacio Torres. En ese terreno, el planteo del Gobierno es que el grifo de las erogaciones seguirá cerrado hasta tanto no mejore la economía. “No vamos a emitir, está decidido. Cuando haya plata, la coparticipamos. Pero hoy no hay, y no es un slogan para las camisetas”, dijeron.
Más allá del tono y la esencia del mensaje del Presidente, en Gobierno debaten aún sobre la estrategia legislativa. Y el formato que adoptarán para impulsar los proyectos frustrados de la ley Ómnibus se encuentra aún en plena incertidumbre.
Por un lado, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, trabaja en la segmentación del gran paquete que se cayó hace tres semanas. Pero Milei todavía no decidió si lo enviará efectivamente en partes (con la transformación de varias medidas en decreto); o bien intentará reflotar el conjunto
El ministro de Economía, Luis Caputo, había deslizado días atrás en una entrevista que volverían al ruedo de lleno con la batería de medidas completa. Pero en Gobierno, mientras toman la temperatura de la oposición, exhiben serias dudas sobre la conveniencia de la estrategia de redoblar la apuesta. “Evidentemente la política no lo quiere como un todo”, recalculó un funcionario de la primera línea nacional. Y si bien creen que los principales perjudicados por el fracaso fueron los opositores aliados que pusieron palos en la rueda, son conscientes de que la falta de efectividad para llevar a cabo las reformas que ambicionan puede dejarlos mal parados, a la larga.
Una altísima fuente de Gobierno mencionó, como prioridades para tratar en el corto plazo, la declaración de la emergencia para que Milei reciba las facultades delegadas que quedaron frenadas con la caída de la ley Ómnibus (”De ahí se van a derivar cosas clave como las privatizaciones”, dijo); y la desregulación del área de hidrocarburos, de la minería, y del régimen de grandes inversiones.
Por lo pronto, el ministro del Interior, Guillermo Francos junto a su vice, Lisandro Catalán; el asesor Santiago Caputo; y el colaborador ad-honorem “Lule” Menem trabajan en tándem y a contrarreloj para sentar las bases de esos supuestos consensos de cara a las Ordinarias.
Para no chocarse nuevamente contra la intransigencia de los opositores, trabajan en formar nuevos consensos. Aplacaron el conflicto con el chubutense Torres (al final le extendieron fondos) a pesar de que la discusión se terminará de dirimir en la Justicia. Y coquetean con la posibilidad de un pacto más profundo con el PRO. Aunque la reunión de Milei Mauricio Macri se suspendió, el Presidente invitó a Ritondo por primera vez a la Casa Rosada.
Además de extenderles la mano a los opositores, Milei les hará algunos reproches. Posse estuvo abocado en las últimas semanas a prepararle al Presidente un extenso informe sobre el Estado, unificado por variables previamente acordadas que le entregaron al ministro coordinador los titulares de todos los ministerios y secretarías.
Milei tiene en sus manos el extenso análisis y no se descarta que elija destacar algunos fragmentos específicos en su discurso ante la Asamblea Legislativa para ejemplificar las fallas de la administración anterior -y/o las previas-, basado justamente en la auditoría de la SIGEN.
En Gobierno saben que de la efectividad del discurso de Milei dependerá el rumbo que tomen las negociaciones con la oposición.
Posteo
Mientras tanto, Milei ponderó el comportamiento reciente de los agregados monetarios de la economía argentina y su impacto en la inflación, y anticipó que habrá una caída del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en febrero.
“La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario que surge de un exceso de oferta de dinero que hace que el poder adquisitivo de la moneda caiga y con ello todos los precios expresados en unidades de moneda local suban”, sostuvo el mandatario a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter).
“El dólar, al ser un activo financiero y por ende ajustar más rápido que los bienes, se anticipa a los precios (no es que causa la suba de los precios)”, justificó al explicar la reciente caída del dólar (de cerca de 25% en febrero último) respecto del peso, y la menor inflación en febrero cuyo dato se conocerá el próximo 12 de marzo.
Asimismo, Milei propuso, desde “este marco analítico”, analizar lo que está pasando “con los agregados monetarios en términos nominales, reales y de PIB” y agregó: “Si no erran la matemática, verán la luz al final del camino y entenderán qué pone tan nerviosa a la casta”, expresó.