Por Walter Martello *
El fentanilo, un potente analgésico opioide sintético, emergió como una preocupación significativa en el ámbito de la salud pública, con un enorme impacto global. Si bien la situación más grave se registra en Norteamérica, la Argentina no es ajena.
Es importante tener presente que este opioide sintético es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.
Hay dos tipos de fentanilo: el fentanilo farmacéutico y el fentanilo fabricado ilícitamente. Ambos se consideran opioides sintéticos.
El fentanilo farmacéutico es recetado por los médicos para tratar el dolor intenso, especialmente después de una operación y en las etapas avanzadas del cáncer.
Sin embargo, los casos más recientes de sobredosis relacionadas con el fentanilo están vinculados al fabricado ilícitamente, que se distribuye en mercados ilegales por su efecto similar al de la heroína.
Con frecuencia se añade a otras drogas debido a su extrema potencia, lo que hace que las sustancias se vuelvan más baratas, adictivas y peligrosas.
Algunos datos de Estados Unidos son realmente preocupantes y dan la pauta sobre la magnitud de lo que estamos enfrentando: aproximadamente 1500 muertes por día en ese país como consecuencia de sobredosis de esta sustancia.
Este breve informe, elaborado en base a datos recabados en la última sesión de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la OEA (diciembre 2023) busca analizar el impacto de esta sustancia en términos de salud, seguridad y sociedades en general.
También incluye datos del Informe 2023 elaborado por la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas (UNODC).
Aumento
América experimentó un aumento sustancial en la prevalencia del fentanilo en los últimos años.
Su potencia contribuyó a una suba en las tasas de sobredosis y muertes relacionadas con opioides, especialmente en Estados Unidos, Canadá y México. Se evidenció así una crisis que demanda una atención urgente y coordinada.
Algunos datos a tener en cuenta:
-Cambio acelerado: la producción barata, fácil y rápida de drogas sintéticas transformó radicalmente muchos mercados de drogas ilícitas.
-Innovación constante: los traficantes continúan innovando y la gama de drogas disponibles en el mercado se expande. La cifra acumulada en los últimos 15 años llegó a 1.184 nuevas sustancias.
-Aumento sin freno: el último reporte de UNODC registra un aumento del 40% en el volumen de incautaciones de nuevas sustancias psicoactivas (NSP) de origen sintético, respecto al año anterior, hasta alcanzar 19 toneladas.
-Amplificación: la sustancia, a menudo mezclada con otras drogas (metanfetamina, éxtasis, molly), amplifica el riesgo de muerte.
–Desafíos en el tratamiento: la potencia del fentanilo presenta desafíos adicionales. Las dosis más pequeñas requeridas para inducir efectos narcóticos aumentan la dificultad de la desintoxicación y la rehabilitación.
-Tráfico ilícito: la producción y el tráfico ilícito han generado una nueva dimensión en el crimen organizado. La fácil síntesis química de esta sustancia permite su fabricación a gran escala, alimentando redes ilegales y dificultando los esfuerzos de control.
-Epidemia: los fentanilos elevaron hasta máximos históricos las muertes por sobredosis en Norteamérica, un fenómeno que se aceleró durante la pandemia. Casi 90.000 muertes por sobredosis en solo un año. El 30 % de las personas que fallecieron eran mujeres.
Cifras
Las cifras de expuestas por expertos de EEUU muestran que durante el periodo comprendido entre 2018 y 2022, del total de los casos analizados por los laboratorios forenses federales, estatales y locales, la metanfetamina representó el mayor número de estos (42%), seguida de la cocaína (20%) y el fentanilo (19%).
En cuanto a la metanfetamina, hubo una disminución en el número de casos en 2021 en comparación con 2022, mientras que los de cocaína se mantuvieron estables.
Respecto del fentanilo, se observa una tendencia al alza en los casos con esta droga desde 2015, habiendo casi duplicado su número entre 2020 y 2022, alcanzando aproximadamente 100.000 casos.
En términos de incautaciones, se reportaron 4,8 toneladas en 2020 y 14,7 toneladas en 2022, lo que representa un aumento casi tres veces mayor.
De todos los delitos federales de 2022 en EEUU, 31,5% se correspondió con ofensas por drogas y la mayoría estuvieron vinculadas con fentanilo. En el sistema federal de Estados Unidos se establecen condenas mínimas obligatorias basadas en la cantidad en posesión y el tipo de droga. Por ejemplo, para 40 gramos de fentanilo, se aplican sentencias de 5 años de prisión, y para 400 gramos, 10 años. En el caso de análogos de fentanilo, 10 gramos equivalen a 5 años de prisión y 100 gramos a 10.
Los casos de tráfico de fentanilo aumentaron 275% entre 2018 y 2022, mientras que los casos de análogos de fentanilo aumentaron 161,7% durante el mismo período.
Demanda
Argentina experimentó un aumento en el uso de fentanilo y el ingreso ilegal de esta droga a través de las fronteras representa un enorme desafío para las autoridades. Por eso, el control de los puntos de entrada y la colaboración internacional son esenciales para prevenir la propagación de esta sustancia.
Nuestro país no es ajeno a la situación global: las recientes incautaciones en Villa Fraga (Chacarita) así lo demuestran. Además, esta peligrosa sustancia -una partida de cocaína cortada con un derivado, el carfentanilo- ya provocó hace dos años una ola de muertes en el Conurbano.
En lo que se refiere a la disminución de la demanda, rápidamente debemos iniciar acciones para una mayor concientización pública sobre los peligros del fentanilo. Esto incluye campañas educativas dirigidas a comunidades vulnerables y profesionales de la salud que resultan fundamentales para prevenir la propagación de su consumo.
El impacto del fentanilo en América y Argentina es una seria amenaza para la salud pública y la seguridad. Es imperativo que gobiernos, organizaciones internacionales y comunidades trabajen en conjunto para implementar estrategias integrales.
La cooperación internacional y un enfoque multidisciplinario son esenciales para mitigar los efectos devastadores de esta crisis.
(*) Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense. Responsable del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos.