viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Qué es el aprendizaje basado en el trabajo y qué avance tiene en Argentina

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Por Luz Saint Phat / [email protected]

Es una modalidad de formación profesional que crece en el mundo y permite mejorar las competencias de los equipos de trabajo. En el país, sin embargo, todavía no es muy utilizada

Considerando la relevancia del trabajo en la vida de jóvenes y adultos, junto a las transformaciones que el avance de las nuevas tecnologías impone al mercado de trabajo, es importante que las organizaciones y empresas apuesten cada vez más a la generación de nuevas competencias y habilidades en sus equipos. 

Una modalidad interesante es el aprendizaje basado en el trabajo (ABT) que se encuentra en crecimiento en diferentes lugares del mundo, aunque todavía Argentina se encuentra un poco rezagada en esta materia, según cifras publicadas por la Organización Internacional del trabajo (OIT).

Según define la entidad, el ABT “ desempeña un papel crucial en el desarrollo de las capacidades de los trabajadores para un mercado laboral en constante evolución”. 

Esta herramienta, dijo  la OIT, no sólo es aplicable a los jóvenes sino también a los adultos que buscan oportunidades, como está sucediendo sobre todo en el caso del aprendizaje sobre tareas vinculadas a la programación y la informática. 

En cuanto a las ventajas de esta forma de enseñanza, la entidad destacó que “la promoción y la mayor accesibilidad de los programas de aprendizaje y otras oportunidades de formación basadas en el trabajo pueden reducir el número de jóvenes la desocupación, facilitar la transición a la mano de obra, aumentar la productividad y la competitividad de las empresas y permitir a los trabajadores desarrollar competencias pertinentes en un mundo laboral en rápida evolución”.

Esto es central si se considera que, según cifras internacionales, en todo el mundo sólo la mitad de los jóvenes de entre 15 y 24 años se encuentran inserta en el sistema educativo, dato que se profundiza si se aplica a la población femenina y se pone en consideración la brecha de género que existe a nivel educativo y laboral.

“La formación profesional es un elemento clave para perfeccionar las competencias especializadas. Pero sólo  13,6% de los jóvenes (de 15 a 24 años) de todo el mundo ha completado la enseñanza y la formación técnica y profesional”, advirtió al OIT, de tallando que el porcentaje más alto se registra en Europa y Asia Central, con u19,0%, y el más bajo en África, con  9,2%. 

Comparativa 

Aunque la modalidad se encuentra en expansión en todo el mundo, según la OIT, todavía esta herramienta está “infrautilizada”, sobre todo para las poblaciones adultas. 

Aún así, existen países que llevan la delantera en esta materia, dejando -por ahora- bastante atrás a Argentina.

A nivel internacional, y según la base de datos de la OIT, aproximadamente 25 de cada mil  jóvenes participan de programas o prácticas de este tipo, aunque existe una gran variación según los países. 

Por ejemplo. Suiza tiene una mayor proporción de jóvenes alcanzados por planes de ABT (225 cada mil personas de entre 15 y 24 años). Le siguen Sierra Leona (140), Austria (136) y Francia (116). 

La entidad señaló además que, de la misma manera que cambian estos datos, también varían las “definiciones nacionales de aprendizaje y prácticas”, dada la realidad y el contexto de cada nación. 

En relación a los jóvenes, Argentina se ubica muy por debajo de estos números con una proporción de personas capacitadas con esta modalidad de 5 cada mil.

Por otro lado, en relación a la población adulta, los datos internacionales muestran una proporción mucho menor, ubicando la media en 14 de cada mil.

Los países mejor posicionados son Polonia (197 cada mil), Sierra Leona (139) y Bielorrusia (112). 

Argentina por su parte, alcanza solamente a 2 personas en edad adulta y etapa productiva de cada mil.

Sugerencias

Por otro lado, la OIT indicó en el artículo que difundió sobre este tema algunas sugerencias. “La nueva Recomendación de la OIT sobre Aprendizaje de Calidad, así como los nuevos indicadores, subrayan la necesidad de recalibrar las políticas para garantizar un aprendizaje basado en el trabajo eficaz e integrador”, expresó la entidad, advirtiendo de que “las disparidades en la participación de los distintos grupos de edad y géneros acentúan la necesidad de estas reformas”.

“Para colmar estas lagunas, los responsables políticos deben dar prioridad al acceso equitativo a las oportunidades de aprendizaje en el trabajo en todos los grupos demográficos, no sólo en la fase de contratación, sino a lo largo de todo el proceso de formación, evaluación y transición al trabajo”, alentó. 

“Esto requiere no sólo aumentar el número de programas disponibles, sino también renovar las políticas para garantizar la accesibilidad, la asequibilidad y la inclusividad, teniendo en cuenta al mismo tiempo las necesidades de las poblaciones vulnerables”, propuso. 

Además, la OIT exhortó a que los gobiernos promulguen “políticas que garanticen que los lugares de trabajo de los alumnos sean seguros, y que se beneficien de los mismos derechos y protección social que los demás trabajadores”.

CLAVE

Definición técnica de ABT

Según indicó la OIT, la medición del aprendizaje basado en el trabajo (ABT) es ”compleja y polifacética”, aplicando para todas las formas de aprendizaje que tienen lugar en un entorno laboral real. 

“Puede tener lugar en el marco de la educación y la formación formales y no formales, así como del aprendizaje informal que puede realizarse a lo largo de la vida de una persona con el objetivo de mejorar las competencias, incluidos los conocimientos, las aptitudes y los comportamientos necesarios para obtener y conservar con éxito un empleo y progresar en las trayectorias profesionales individuales”, detalló la entidad. 

“Los aprendizajes, las prácticas, los períodos de prácticas y la formación en el puesto de trabajo son los tipos más comunes de formación continua. Pueden ser remunerados o no remunerados”, agregó. 

REMUNERACIÓN

Un tema pendiente

Por otro lado, la OIT hizo una salvedad interesante sobre los programas de ABT que se emplean en el mundo, dado que en muchos casos pueden convertirse en una fuerza laboral no paga. bajo el formato conocido de pasantías para la población más jóven.

“En Camboya, Ghana, Macedonia del Norte, Sierra Leona, Timor-Leste, Guinea-Bissau, Uganda y Zimbabue, menos del 10 por ciento de todos los aprendices basados en el trabajo reciben una remuneración”, alertó el informe.

“En cambio, en Austria, Camerún, Suiza y Reino Unido, más de 95% de los aprendices en alternancia reciben una remuneración”, destacó la entidad, subrayando que una de las principales recomendaciones es que este tipo de prácticas incluya remuneración u otra compensación financiera.

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