El 4 de octubre, los servicios de la empresa norteamericana Facebook y sus subsidiarias, Messenger, Instagram, WhatsApp, Mapillary y Oculus, dejaron de funcionar globalmente durante siete horas.
El “apagón” de aquella red social y de sus plataformas asociadas, el más prolongado desde 2008, generó una caída de 4,9% en la Bolsa de Nueva York.
La cotización abrió a un valor de US$334,55 y llegó a un piso de US$323,13, más de 10 dólares menos, para estabilizarse en US$326.
La caída de octubre fue la más importante en la historia de la compañía. De acuerdo con informes de especialistas, afectó al menos a 3.000 millones de usuarios.
En consecuencia, la riqueza personal de Mark Zuckerberg -dueño y fundador de la compañía- se redujo casi US$7.000 millones en pocas horas.
La caída de octubre fue la más importante en la historia de la compañía. De acuerdo con informes de especialistas, afectó al menos a 3.000 millones de usuarios.
Hace 14 años, la firma debió hacer frente a un desperfecto de sus servidores que duró casi un día y dejó sin acceso a las por entonces 80 millones de cuentas.
La magnitud de la plataforma creció exponencialmente desde ese momento: sumando los números de Instagram y de WhatsApp, tiene más de 2.890 millones de usuarios activos mensuales y es la plataforma de redes más popular del mundo.
El equipo informático de Facebook descartó que lo ocurrido se haya debido a un ataque planificado.