Impulsado por la Sociedad Rural, CRA y Federación Agraria, en enero el campo del año paró por primera vez.
El 11 y 12 de enero, la comercialización de granos se frenó en protesta por el cierre temporal de las exportaciones de maíz y la limitación establecida por el Gobierno de bajar a 30.000 toneladas, de las diez millones que se producen, la oferta exportable.
La medida de fuerza no contó con el respaldo de “la cuarta pata” de la Mesa de Enlace, la entidad cooperativista Coninagro.
En el inicio del paro, el Ministerio de Agricultura de la Nación levantó las restricciones al maíz que regían hasta el 1 de marzo, pero fijó un máximo de ventas externas diarias de 30.000 toneladas.
El anuncio llegó después de intensas negociaciones con los representantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).