jueves 14, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Profesionalismo colectivo de docentes y alfabetización científica, en la mira

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Profesores que trabajen en equipo, alumnos a los que se les eduque para ejercer ciudadanía y recuperación de la pedagogía universitaria entran en el debate sobre el futuro de la educación.

Alfabetización científica como llave para que las personas puedan participar en los debates ciudadanos -como los actuales sobre políticas económicas, salud o medio ambiente- y la profesionalización docente, ya no desde un enfoque individual sino colectivo, son dos de los seis pilares que deben insertarse en la agenda de las políticas educativas a largo plazo.

Así lo manifestó ayer el ex ministro de Educación nacional y ex director de Planificación Educativa de la Presidencia de la Nación, Juan Carlos Tedesco, en el marco de la primera reunión anual del Consejo para la Planificación Estratégica de la Provincia (Copec) en la que junto a representantes de distintas fuerzas políticas locales trataron los principales puntos de la agenda educativa de la provincia para 2011. En diálogo con Comercio y Justicia, Tedesco analizó los desafíos para una política educativa de largo plazo.

– En un año electoral ¿cuáles podrían ser los pasos de un avance más maduro en materia de conciliación de  puntos básicos para una política de educación a largo plazo?

– El primer punto es reconocer esa particularidad que tiene la educación y es que las políticas educativas para ser exitosas tienen que ser de mediano o largo plazo, no tienen tiempos gubernamentales. Los logros en educación no siguen los calendarios de un gobierno, de una elección. Reconocer que es necesario en educación que nos pongamos de acuerdo y definamos políticas de largo plazo es el primer punto. A partir de ahí, es ponerse de acuerdo en el contenido.

Creo que hay en el país suficiente consenso acerca de cuáles son las líneas fundamentales. El primero de ellos es reconocer que la educación es la clave para la inclusión social. No va a haber justicia social sin estar educados. En el pasado había formas de incluirse, conseguir trabajo, participar como ciudadanos. Hoy, sabemos que con menos de la secundaria terminada es muy difícil participar en el mercado de trabajo y en la ciudadanía.

La base de la discusión actual es cuáles son las líneas de política que mejor contribuyen a este objetivo. Hay cinco o seis puntos fundamentales: el primero de ellos, reconocer la importancia de la educación inicial. Para romper el círculo de reproducción de la pobreza, hay que empezar muy temprano, antes de que los chicos lleguen a la escuela. No significa ir a una propuesta de educación formal, pero sí guardería, jardines de infantes, educación desde los 45 días de vida es fundamental.

– También está en debate la extensión de las horas de clases

– Una educación de buena calidad exige más tiempo que no es sólo más días de clase sino más horas de clase. Por eso es que la jornada extendida y la jornada completa es fundamental. No podemos poner en la escuela todos los contenidos que queremos poner -como segunda lengua, informática-, con el mismo horario y el mismo personal.

Hay que aumentar las horas de clase e incorporar estos contenidos que hoy sabemos que son fundamentales. También hay consenso en reconocer la prioridad en el aprendizaje de lenguas, matemáticas y ciencias, pilares de todos los otros aprendizajes.

– ¿Qué otros ejes son prioritarios?
– La alfabetización científica, que es formación ciudadana. Una persona que no esté científicamente alfabetizado no puede participar de ninguno de los debates ciudadanos. Si quiere debatir de política económica necesita entender, mínimamente, qué quiere decir un impuesto, qué significa tasa de inflación, cómo se calculan los salarios, ganancias; todo eso exige estar alfabetizado científicamente. Lo mismo con medio ambiente y salud, que son los temas que discute la ciudadanía.

Luego hay que tener una muy fuerte política de la incorporación de las tecnologías de la comunicación a la educación, que tiene dos sentidos: uno que es más discutible, que es usarlas como herramienta para la enseñanza y otro sentido que nadie discute que es que hay que universalizar el acceso a las nuevas tecnologías. La alfabetización digital es fundamental. La clave para todo esto son los maestros y los profesores, en los próximos años tenemos que tener una política muy activa de mejorar la condición docente. Esto no sólo significa mejorar su condición de trabajo (como salarios) sino también la formación y la carrera docente.

Tenemos que entender que nadie puede enseñar lo que no sabe. Si pretendemos que la escuela enseñe a manejar las tecnologías, enseñe una buena alfabetización científica o digital, los maestros tienen que tenerla. Si queremos que la escuela forme ciudadanos reflexivos, conscientes, con valores muy fuertes de solidaridad, los maestros también tienen que tener eso. De manera que tenemos que apostar en forma muy sostenida en el tiempo a la profesionalización del sector docente.

– ¿De qué manera?
– Hay que pensar en nuevas formas de capacitación de docentes como visitas de estudio, becas para salir al exterior o dentro del país y tratar de fomentar el profesionalismo colectivo. No podemos seguir pensando que la docencia es un trabajo individual. La organización del trabajo en la escuela de que “cada maestrito con su librito” no va más, porque los resultados de aprendizaje de un chico no se miden por lo que ha hecho alguien en un año de la materia, sino por lo que hicieron otros antes, lo que harán después, lo que están aprendiendo al mismo tiempo.

Por ello, hay que cambiar mucho la organización del trabajo, tratando de fomentar el trabajo en equipo y esto significa más horas y mayor presupuesto. Hemos reconocido, después de muchos años y reformas, algo obvio: ningún país tiene una educación de mejor calidad que la de sus maestros. Y venimos de muchos años de decadencia, de desprofesionalización y de maltrato y esto no se recupera de un día para otro.

Retroceso
La universidad abandonó la pedagogía

“Hoy la universidad tiene que volver a poner a la pedagogía universitaria en su agenda porque es un tema que ha abandonado”, advirtió Tedesco sobre los desafíos del nivel superior.

Para el ex ministro de Educación, habrá que tener en cuenta que a partir de que ahora la secundaria es obligatoria y por lo tanto habrá mayor demanda de acceso a la universidad y camadas de jóvenes que son la primera generación en su familia que llegan al nivel superior y que no han sido preparados para ello. “Por eso, los primeros años de las carreras universitarias pasan a ser fundamentales. Ahí tenemos un problema muy serio. Hoy, en promedio, en el primer año de carrera universitaria en el país fracasa más de 50 %, eso quiere decir que estamos ante un problema grave”, resaltó. “No podemos pensar que ese porcentaje de fracaso sea culpa sólo de los alumnos. Si éstos vienen como vienen, la universidad tiene que hacerse cargo del problema y darle mucho más prestigio a la enseñanza. Hoy, en educación superior está teniendo mucho más prestigio la investigación

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