viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Ingenieros cordobeses diseñan una novedosa fuente de energía eléctrica

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El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Córdoba desarrolló un prototipo originado en una idea planteada en 1900 y trabajada en Alemania en 1978.

Inofensiva, aunque parecida a una  atemorizante torre de central nuclear, ingenieros cordobeses desarrollaron una construcción que genera  electricidad limpia y gratis.

Se trata de un prototipo de torre convectiva que produce energía a partir del flujo de aire caliente que mueve un generador. El proyecto  Taa Wayra, que en quechua significa  “cuatro vientos”,  fue diseñado por la  recientemente creada área INTI Aeronáutico y Espacial, liderada por el doctor Raúl Mingo en Córdoba. Este generador está destinado a pequeñas comunidades, barrios periféricos de una gran ciudad o asentamientos urbanos aislados.  La torre de generación convectiva, también conocida como chimenea solar, es una planta de energía eléctrica dentro de la categoría de energías renovables, verdes o “ecológicas”. Consiste en un colector que almacena una gran masa de aire calentada  por el sol desde el suelo y lo canaliza por un ducto principal vertical. Aprovechando la diferencia de temperatura y presión, el aire adquiere una gran velocidad en la chimenea, suficiente para impulsar los rotores de una turbina eléctrica.

Idea antigua

La la torre convectiva viene de un diseño español de 1903, luego modificado en Alemania hacia 1978 y que, con varios cambios, fue a su vez formulado en 2002 por el grupo cordobés.

Sin embargo, fue recién a principios de 2010 cuando el grupo le propuso al INTI en Córdoba construir, instalar en su predio y probar durante al menos tres meses un prototipo. El modelo cordobés es todavía pequeño, de sólo dos metros de alto y capacidad para producir 5 kw de energía eléctrica limpia.  El ingeniero Ernesto D. Aguirre, integrante del equipo de trabajo, explicó que “el principio de esta torre es parecido al modelo alemán, pero aquí lo determinante es el viento que circula alrededor de la torre y la diferencia de altura y presión que existe entre su base y la salida de la chimenea. Esa diferencia produce un efecto de aspiración natural, que hace mover el pequeño aerogenerador de eje vertical que está dentro del dispositivo”.

La corriente de aire puede alcanzar entre 30 y 40 metros por segundo. Por otro lado, la utilización del calor del sol puede agregarle a la torre entre 10 y  20 por ciento de energía. Un modelo similar al del prototipo podría cubrir las necesidades eléctricas de un grupo de cuatro casas, incluyendo iluminación, heladera y televisor.

Aguirre dijo que al realizar pruebas -a cargo del doctor Carlos Sacco, una autoridad en mecánica computacional del Instituto Universitario Aeronáutico (organismo de la Fuerza Aérea Argentina con base en Córdoba)-, hubo debate sobre si la torre convectiva realmente tenía chances de funcionar correctamente.  Luego de simular su funcionamiento en un programa que el mismo Sacco creó, se vio que tiene posibilidades reales. “Es que es algo fuera de lo convencional”, dijo. Según la simulación, el equipo tendría mejor rendimiento de día y en verano, y menor producción en invierno y de noche.

Ya  funcionó en España -entre 1982 y 1989- un prototipo de torre similar, más grande,  hasta que una  tormenta la derribó. Más allá de tener algunas características parecidas a la Taa Wayra, era muchísimo más alta (195 metros). “Acá se busca una alternativa práctica, eficiente y con el menor costo posible, para que un taller chico pueda armar estas torres”, agrega el especialista del INTI, y explica que si bien está previsto que fabricar el prototipo cueste unos 80 mil pesos, vaticina que fabricarlo en serie podría implicar sólo un tercio de esa suma.

El dispositivo alimenta cuatro casas

– El prototipo creado,  chico y económico, se ensayará durante tres meses. Se estima que en Córdoba aumentará su rendimiento durante el día y en los meses de verano, pero funciona también en invierno.

– Las pruebas iniciales, a cargo  del Instituto Universitario Aeronáutico,  resultaron exitosas y se estima que el dispositivo final tendría un  costo de unos 80 mil pesos.

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