Con una tasa de desempleo de 6,2% -la más baja desde 2004- y una tendencia a la formalización, el empleo registrado lleva incorporadas 1,2 millón de personas desde diciembre de 2019 y acumula 36 meses consecutivos de crecimiento en el segmento privado, según informó el Ministerio de Trabajo a partir de datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL).
Tras los efectos contractivos de la pandemia y un declive que acarreaba desde diciembre de 2017, el empleo continúa con una “tendencia expansiva” acumulando 36 meses de crecimiento consecutivo, en el caso del segmento privado, a julio último.
En ese período cerca de 610.000 personas accedieron a puestos de trabajo privados en blanco.
Se trata de la racha más prolongada de, al menos, los últimos 14 años, seguida por la que se extendió por 28 meses entre septiembre de 2009 y diciembre de 2011.
En tanto, si se toma en consideración el período entre diciembre de 2019 y julio de 2023, más de 1,2 millón de personas se incorporaron a un trabajo formal en blanco, ya sea público, privado, de casas particulares o independientes (monotributistas y autónomos).
Por su parte, pese a la inflación y a los condicionantes que afectaron la situación económica general, los datos de la cartera de Trabajo señalan que el poder adquisitivo real de los salarios registrados privados presentó un alza promedio -a valores constantes- de 4,7% entre julio último y el mismo mes del año pasado, y de 4,4% si se compara julio con diciembre de 2019.
De todos modos, Trabajo aclaró que estos últimos datos deben ser tomados con “cautela” porque, ante “escenarios de elevada inflación como el actual”, hay “importantes distorsiones que dificultan el análisis de la variación del poder adquisitivo de los salarios”.
Pese a una “cierta desaceleración” en la creación de puestos, el segundo trimestre de este año obtuvo la tasa de empleo más elevada (44,6%) y la de desempleo más baja (6,2%) desde que se miden estos indicadores en los segundos trimestres de cada año.
“En el segundo trimestre de 2023, como a lo largo del último año, se observa la mayor proporción de empleo en relación con la población total desde que se releva el indicador en el segundo trimestre (2004) junto con la tasa de desocupación más baja, en un contexto en el que se verifica una elevada participación de la población en el ámbito laboral”, destacó el informe.
Además, a diferencia de períodos anteriores, el empleo asalariado registrado fue la única categoría que explicó el crecimiento de la ocupación en el segundo trimestre pues hubo una contracción en el trabajo “en negro” y el independiente, de acuerdo con las estadísticas relevadas por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.
De hecho, sobre este punto, los datos del Indec señalan que en el último tiempo “se evidencia una formalización de la población ocupada”: entre el segundo trimestre de 2022 y el mismo período de 2023 se incorporaron 207.000 empleados “en blanco”, con una reducción de 31.000 “en negro” y de 61.000 independientes.
La tasa de trabajo no registrado, en ese sentido, si bien continúa siendo elevada bajó de 37,8% a 36,8% en el último año.