El Instituto de Estudios Laborales y Sociales (Idelas) señala que en el fenómeno incide la aparición en escena del beneficio social sin exigencia de contraprestación, sumado a la suba de la población económicamente activa de hombres.
La mujer vuelve a retirarse del mercado de trabajo de Argentina. Así lo confirma un estudio del Instituto de Estudios Laborales y Sociales (Idelas) de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), basado en las últimas estadísticas. Este fenómeno ya había ocurrido en 2007, pero ahora las razones cambiaron.
Los analistas señalaron que a diferencia de tres años atrás, la población económicamente activa (PEA) de los hombres aumentó y apareció en escena la Asignación Universal por Hijo (AUH) de 220 pesos por mes, hasta un máximo de cinco niños, sin la exigencia de contraprestación laboral.
“Los datos correspondientes al tercer trimestre de 2010 de los indicadores socioeconómicos de la población de 14 años en adelante, en el total de los aglomerados urbanos del país, dieron cuenta de una generalizada reducción (de las mujeres) en la tasa de participación en el mercado de trabajo, con un promedio de 0,4 puntos porcentuales”, explica el documento.
“Semejante retroceso, a 58,9% del total de habitantes, se explica exclusivamente por la caída en 0,8 puntos porcentuales, a 47,1%, de la población total de mujeres mayores de 14 años, dado que la de varones se elevó en un año en 0,2 puntos porcentuales, a 72,3% de la PEA de esa franja”, agrega.
La relación de las tasas de actividad con los datos disponibles del Indec de la población por género permitió a Idelas estimar que “la oferta laboral del segmento masculino aumentó entre el tercer trimestre de 2009 e igual tramo de 2010 en 126 mil personas, a 10,2 millones, mientras que, por el contrario, la femenina declinó en 30,2 mil personas, a poco más de 7 millones”.
Para los investigadores, la principal explicación de semejante discrepancia en el comportamiento por género en el último año no parece otra que, “pese a la reanimación del ciclo productivo que abrió oportunidades laborales y que fue aprovechada por los hombres, la instrumentación en ese período de la Asignación Universal por Hijo como parte de la política oficial de “inclusión social”, porque a diferencia del Plan Jefes y Jefas de Hogar Desempleados, en extinción, no exige una contrapartida laboral.
Signo de alerta
Sin embargo, los autores del estudio advierten un signo de preocupación sobre la AUH . “A un año de su implementación parecería advertirse la primera señal de alerta, como es el retorno a la ampliación de la brecha entre las mujeres y hombres que se incorporan a la vida activa remunerada, en particular en los segmentos de bajos ingresos y adultos tempranos, porque podría alentar la perpetuidad y crecimiento de los planes asistenciales, con el agravante de fomentar la procreación irresponsable para poder percibir el máximo subsidio.