Xu Jiayin, quien llegó a ser el hombre más rico de China, permanece recluido en Beijing. Su empresa tiene una deuda similar en dólares a la de la Argentina. Ya habían detenido a otros ejecutivos
El presidente del gigante inmobiliario chino Evergrande, firma que atraviesa una fuerte crisis desde hace dos años, fue arrestado este miércoles por la policía de ese país.
Xu Jiayin, conocido también como Hui Ka Yan en cantonés, se encuentra privado de libertad, según fuentes anónimas citadas por la agencia Bloomberg y replicadas por AFP y DPA, y que fueron confirmadas posteriormente por el medio chino Guancha.
Según señalaron las fuentes, Xu fue puesto a disposición de las autoridades a principios de este mes y permanece actualmente recluido en Beijing.
Esto no implica que aún haya sido formalmente arrestado o acusado de un crimen. A pesar de ello, Hui no puede abandonar el lugar donde se encuentra bajo monitoreo ni tampoco comunicarse con otras personas sin aprobación previa.
Evergrande no respondió las consultas de los medios al respecto.
Del lado del Gobierno, el portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo que “no estaba al tanto de la situación”.
Xu, de 65 años, llegó a ser el hombre más rico de China, con un particular gusto por las marcas de lujo y los yates.
Su patrimonio está calculado actualmente en US$1.800 millones de dólares, lejos de los US$42.000 millones que ostentaba en 2017.
Tras conocerse la detención del magnate, las acciones de la firma cayeron 19% en la bolsa de Hong Kong.
Esto arrastró la cotización de otras inmobiliarias cómo Country Garden (-8,6%) y al propio indicador del Hang Seng, que cedió 1,6%.
La crisis de Evergrande, endeudada en US$328.000 millones, contribuyó al agravamiento de la crisis inmobiliaria en China, generando, en diversas oportunidades, temor por el contagio tanto en la economía doméstica como en la internacional.
El sector inmobiliario llegó a representar un tercio de la economía china antes de la pandemia y fue clave en su crecimiento, pero la deuda masiva de los actores del sector y la especulación encendió las alarmas del Gobierno que decidió limitar fuertemente el acceso al crédito.
Esto, como contrapartida, provocó una retracción en la actividad y que empresas como Evergrande caigan en default.
La propia empresa se encuentra en dificultades a la hora de reestructurar su deuda, y el portal financiero chino Caixin informó que ex ejecutivos de la firma fueron detenidos en las últimas semanas.
La firma señaló que no puede cumplir con las calificaciones regulatorias para emitir nuevos bonos, un elemento clave para que logre refinanciar su deuda con acreedores extranjeros.
El banco central chino, por su parte, responsabilizó el desenlace de Evergrande –que llegó a ser la mayor firma del sector- en “su pobre manejo” y “expansión descuidada”.
El 30 de octubre próximo, la compañía enfrenta una audiencia judicial en Hong Kong, donde se podría pedir su liquidación.
“Es demasiado pronto para decir que Evergrande terminará siendo liquidada, pero ese riesgo está claramente creciendo. Esto mostraría que, para el Gobierno, ningún desarrollador inmobiliario es demasiado grande como para no caer”, evaluó Gary Ng, economista en Natixis Asia.