viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

El futuro llegó: ¿la IA generativa destruirá o creará más empleo?

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Una reciente investigación de la OIT aborda este tema de manera detallada. Aunque considera que la tecnología puede generar más trabajo, focaliza en la necesidad de políticas específicas. Además, precisa cuáles son las tareas con mayor potencial de automatización

Por Luz Saint Phat / lsaintphat@comercioyjusticia.info

La Inteligencia Artificial (IA) llegó para quedarse. No obstante, ahora, el debate gira en torno a los factores que permiten anticipar si la utilización de herramientas generativas permitirá ingresar a una etapa de más y mejor trabajo para los seres humanos o, por el contrario, llevará a un horizonte apocalíptico de precarización laboral y desempleo.

Este tema que resultará central en los próximos años es abordado por un nuevo documento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado “La IA generativa y los empleos: un análisis global de los posibles efectos en la cantidad y calidad del empleo”.

La publicación aborda los pros y los contra que puede traer aparejada la automatización de diferentes empleos y cómo podría presentarse el panorama según el nivel de desarrollo económico e industrial de los países..

También contempla la cuestión de género y cómo impactaría la tecnología durante los próximos años en los trabajos que realizan predominantemente las mujeres. 

Entre los principales puntos del análisis, vale destacar que el documento sugiere que “la mayoría de los empleos e industrias están sólo parcialmente expuestos a la automatización y es más probable que sean complementados que sustituidos por la última ola de IA generativa, como el chatGPT”, según precisó una misiva de la organización. 

“Por lo tanto – agregó la nota de prensa-  es probable que el mayor impacto de esta tecnología no sea la destrucción de empleo, sino más bien los cambios potenciales en la calidad de los puestos de trabajo, en particular la intensidad del trabajo y la autonomía”.

La publicación, que contiene los resultados de un amplio estudio realizado incluso justamente con herramienta de inteligencia artificial, advirtió de que el trabajo administrativo es actualmente la categoría que tiene mayor exposición tecnológica. De hecho, se estima que 25% de las tareas que se realizan en este campo están altamente o medianamente expuestas a la automatización. 

En tanto, para el caso de los profesionales (como pueden ser los puestos de directivos y técnicos), la exposición a la posible automatización es menor, aunque no se descarta sobre todo en campos científicos especializados.

Por otro lado, la investigación también documentó notables diferencias en los efectos sobre países con distintos niveles de desarrollo, vinculadas a las estructuras económicas actuales y a las brechas tecnológicas existentes. 

En este sentido, se precisó que  5,5% del empleo total en los países de renta alta está potencialmente expuesto a los efectos automatizadores de la tecnología, mientras que en los países de renta baja el riesgo de automatización sólo afecta a un 0,4% del empleo. Esto debido a que los índices generales de digitalización en este segundo grupo de países es más bajo y la renovación tecnológica requiere una inversión significativa. 

Aún así, la OIT advirtió que “el potencial de aumento es casi igual en todos los países, lo que sugiere que, con las políticas adecuadas, esta nueva ola de transformación tecnológica podría ofrecer importantes beneficios a los países en desarrollo”.

Mientras, al considerar las diferencias de género, el estudio observó que “es probable que los efectos potenciales de la IA generativa difieran significativamente entre hombres y mujeres, ya que más del doble del empleo femenino podría verse afectado por la automatización. Esto se debe a la sobrerrepresentación de las mujeres en el trabajo administrativo, especialmente en los países de renta alta y media”, indicó la nota de prensa.

“Dado que los trabajos administrativos han sido tradicionalmente una importante fuente de empleo femenino a medida que los países se desarrollaban económicamente, uno de los resultados de la IA generativa podría ser que determinados trabajos administrativos nunca lleguen a surgir en los países de renta baja”.

Finalmente, el documento explicó que las repercusiones socioeconómicas de la IA generativa dependerán en gran medida de “cómo se gestione su difusión”.

En este sentido, la OIT exhortó a los países a diseñar políticas públicas que apoyen una “transición ordenada, justa y consultiva”.  “La voz de los trabajadores, la capacitación y una protección social adecuada serán claves para gestionar la transición. De lo contrario, se corre el riesgo de que sólo unos pocos países y participantes en el mercado bien preparados se beneficien de la nueva tecnología”, aseguró.

“Los resultados de la transición tecnológica no están predeterminados. Son los humanos los que están detrás de la decisión de incorporar tales tecnologías y son los humanos los que deben guiar el proceso de transición”, enfatizó la misiva.

Una nueva era

Según la OIT, la revolución productiva vinculada a los desarrollos de IA y su aplicación en el campo laboral es similar a la acontecida a principios del siglo XX, al implementarse la línea de montaje en los procesos de fabricación de bienes. 

En este sentido, la humanidad asiste en este momento a una etapa de la historia significativa que puede transformar la concepción del trabajo en sí mismo. 

Según la entidad, frente a cada hito transformador de la historia, los debates han girado en torno a “dos puntos de vista opuestos: los optimistas, que ven las nuevas tecnologías como los medios para aliviar a los trabajadores de las tareas más arduas, y los pesimistas, que dan la alarma sobre la amenaza inminente al empleo y el riesgo de desempleo masivo”.

Sin embargo, advierte la organización- “lo que ha cambiado en los debates sobre tecnología y trabajadores son los tipos de trabajadores afectados. Si bien los avances tecnológicos a principios, mediados e incluso finales del siglo XX fueron principalmente centrado en los trabajadores manuales, el desarrollo tecnológico que existe desde la década de 2010, en particular el rápido progreso del aprendizaje automático, se ha centrado en la capacidad de las computadoras para realizar tareas cognitivas no rutinarias y, en consecuencia, afecta potencialmente a los trabajadores administrativos o del conocimiento”.

Esto, claramente, se aplica actualmente al chat GPT y cómo se ha masificado su uso en diferentes ámbitos. 

Aunque es imposible ahora predecir los futuros desarrollos, es clave anticipar hacia dónde se dirige el mundo del empleo, según indicó en el documento la OIT.

“El valor principal de estudios como este no está en las estimaciones precisas, sino más bien en comprender la posible dirección del cambio”, aseguró la publicación.  “Estos conocimientos son necesarios para diseñar de manera proactiva políticas que puedan apoyar transiciones ordenadas, justas y consultivas, en lugar de abordar con el cambio de manera reactiva”, agregó. 

“Por esta razón, también enfatizamos los efectos potenciales del cambio tecnológico en las condiciones y la calidad del trabajo y la necesidad de consultas y regulaciones para apoyar la creación de empleo de calidad y gestionar las transiciones en el mercado laboral”, se alertó.

Conclusiones

En relación al estado actual de la cuestión, el documento de la OIT arribó a diferentes conclusiones. 

Principalmente, la publicación destacó que esta nueva era de avance tecnológico tendrá impacto no solamente en las labores rutinarias sino también en tareas no rutinarias que necesitan conocimientos específicos. 

“Si bien los primeros estudios sobre la posible adopción de la IA identificó trabajos poco calificados, repetitivos y rutinarios como aquellos con mayor potencial de automatización, en los que un sistema basado en computadora podría ser junto con una máquina para reemplazar a un humano en trabajos de producción manual, la literatura más reciente ha destacado la capacidad de los sistemas de Machine Learning para mejorar su desempeño en tareas no rutinarias”, explicó la OIT.

“Sostenemos que el surgimiento de GPT refuerza esta imagen cambiante, debido a su refinada capacidad para realizar tareas cognitivas, como analizar texto, redactar documentos y mensajes, o buscar en repositorios privados y en la web información adicional. Como consecuencia, nuestro estudio indica que –al menos en el corto plazo–

esta nueva ola de automatización se centrará en un grupo diferente de trabajadores, típicamente asociados con ‘trabajo de conocimiento’”, aseguraron los expertos. 

Por otro lado, la organización también advirtió de que la IA generativa no es “buena ni mala” sino que dependerá de cómo se gestione su incorporación en el mundo del empleo.

Aún así, se enfatizó en que “con las políticas vigentes, existe el riesgo de que sólo algunos de los países y participantes del mercado bien posicionados puedan aprovechar los beneficios de la transición, mientras que los costos para los trabajadores afectados podrían ser brutales”.

“Por lo tanto, para los responsables de la formulación de políticas, nuestro estudio no debería interpretarse como una voz tranquilizadora, sino más bien como un llamado a aprovechar las políticas para abordar los cambios tecnológicos que se avecinan”, exhortó el documento.

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