Una planta de altísimo valor proteico para el ganado, que resultó un alimento de bajo costo, apto para zonas hoy poco propicias para la cría de animales y de cualidades naturales, descubrieron científicos argentinos.
El desarrollo lo realiza la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) bonaerense que trabajó con un subsidio oficial. El Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (Intech) analizó una planta con una pequeña flor amarilla que crecía en lugares carentes de pasturas y descubrió que es un forraje de gran valor proteico, que mejora la cantidad y la calidad de producción de ganado vacuno. Oscar Ruiz, científico del insituto en Chascomús (IIB-Intech), dijo que “los productores veían esa flor pequeña y amarilla en suelos donde normalmente no se producían pasturas, que causaba un cambio en los animales. A partir de que nos trasladan esa inquietud, nos dedicamos a tratar de explicar científica, académica y tecnológicamente el por qué de eso”, indicó.
También descubrieron que por sus características resistentes esta leguminosa crece en áreas consideradas “marginales”, con lo cual se podrían sumar a la producción forrajera unas 3 millones de hectáreas en lo que se conoce como “la pampa deprimida de la Cuenca del Salado”.
Este avance de biotecnología aplicada a la producción está en las fases finales, antes de lanzarse al mercado. El desarrollo del “Lotus tenuis” -nombre científico de la planta- es importante para el país, afirmó Ruiz, quien dirige el Laboratorio de Estrés Biótico y Abiótico en Plantas del IIB-Intech.
Según explicó, es una posibilidad tecnológicamente rentable, de muy bajo costo y su eficiencia se fundamenta por el uso apropiado de un recurso implantado en la región de cría de vacunos más importante del país, pero en zonas de difícil explotación.
El estudio “está asociado para poder producir el insumo fundamental para cualquier productor de vacunos, que es el pasto, y en lugares del campo que normalmente no producen”, dijo el investigador.