Un novedoso dispositivo permite abordar situaciones de este tipo en el ámbito de una organización. Se efectúan análisis interdisciplinarios en casos concretos. El objetivo es elaborar protocolos, trabajar con salud mental y ofrecer acompañamiento legal
Comenzó a funcionar la Clínica de casos sobre violencias de género, un dispositivo en el que las personas que participan estudian un determinado caso, analizan cómo fue su tratamiento y evalúan si fue acertado o qué otras intervenciones pudieron haberse adoptado.
Nació en la UNC y se conformó con aportes interdisciplinarios para tratar los casos de violencia de género en el ámbito de la universidad. Si bien la iniciativa es universitaria, es un ejemplo que puede servir para aplicar en la órbita de otro tipo de instituciones.
Toda la información que se comparte allí es confidencial.
Participan referentes de los equipos de atención de estas situaciones y es coordinada por la Comisión interdisciplinaria del Plan de Acciones y Herramientas para prevenir, atender y sancionar la violencia de género en la Casa de Trejo.
Según informó la universidad, en cada Clínica surgen diferentes interrogantes ante la lectura de los casos. Entre ellos: ¿qué sucede cuando se presencia actos de violencia de género?, ¿qué hacer cuando la persona denunciada retoma sus funciones o actividad en el ámbito de la organización?
Como respuestas a estos interrogantes, se generan propuestas de abordaje colaborativo.
Quienes participan de la clínica de casos valoraron el análisis de cada situación de violencia en relación al marco jurídico de aplicación.
Consideran que es necesario revisar de manera sistemática los procedimientos de actuación y aplicación dentro de los marcos normativos institucionales.
“Se considera necesario reforzar las instancias de sensibilización, sobre todo en las áreas administrativas que tramitan la denuncia. En ese sentido, es fundamental continuar y profundizar con las acciones que se impulsen en el marco del programa de formación de la Ley Micaela”, coinciden los participantes.
Un detalle: identificaron la necesidad de trabajar de manera articulada junto a las áreas de salud mental, “sobre los casos de varones involucrados en una situación de violencia que tienen padecimiento subjetivo”.
En la clínica surgió la idea de crear protocolos que pauten una serie de estrategias a implementar cuando la persona denunciada (por ejemplo, suspendida) se reincorpora a la institución o dependencia.
En cuanto a los equipos de atención y de acompañamiento frente al abordaje de las situaciones de violencias de género, emergió la necesidad de establecer un presupuesto mayor para garantizar la conformación permanente de equipos de trabajo en las unidades académicas y dependencias para mejorar y dar continuidad a la atención y sensibilización.
También se destacó la importancia de que la Subsecretaría Legal y Técnica cuente con profesionales con formación en género.
Otra de las conclusiones de la clínica apuntó al registro de consultas y/o denuncias por motivo de género. Los referentes consideraron fundamental contar con un sistema informático para tal fin ya que permite un registro formal y confidencial.
Paso a paso
1. En el inicio de la clínica se comparte la lectura de un caso propuesto previamente, ya sea por la Comisión Coordinadora del Plan de Acciones o bien por referentes de las unidades académicas y dependencias. La selección de los casos atiende tanto a la repetición de aspectos comunes en el historial de atención cuanto a la complejidad de las intervenciones.
2. Se describe brevemente cómo fueron tratados esos casos de violencia de género para tomar conocimiento y eventualmente despejar dudas de algún paso administrativo indicado en el documento que no haya quedado claro. Luego, se hace un análisis de cómo fue el procedimiento, el camino que tomó la denuncia o consulta, los tiempos que llevó, las diferentes respuestas de las áreas involucradas, qué aspectos se deben considerar respecto a la normativa vigente.
3. Al cierre de cada encuentro de la clínica se realiza una evaluación destacando los aspectos a mejorar, reforzar o modificar. La revisión de las herramientas institucionales con que cuenta la UNC hasta el momento, las acciones orientadas a la sensibilización sobre género y la sistematización de datos estadísticos. Esta información es necesaria para elaborar diagnósticos a fin de ajustar las líneas de acción o diseñar nuevas estrategias.