Datos internacionales muestran que el cambio climático y los fenómenos asociados a la devastación de los recursos naturales tiene un impacto significativo en la salud humana.
Mientras,para 2030, se prevé que los costes sanitarios directos causados por el cambio climático asciendan a entre 2.000 y 4.000 millones de dólares al año.
Por otro lado, esta problemática que constituye una urgencia global, también incide en la salud mental de la población, agravando los factores de riesgo sociales y ambientales. “La exposición a eventos meteorológicos externos, los desplazamientos, la hambruna, la malnutrición, la ansiedad y el sufrimiento” son sólo algunos de los efectos, indicó un comunicado de Naciones Unidas.
“La ciencia es clara”, afirma el organismo al indicar que es clave “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero eliminando gradualmente los combustibles fósiles e invirtiendo en soluciones de transporte, alimentación y energía sostenibles”, lo cual “dará como resultado una mejora de la salud, sobre todo mediante la reducción de la contaminación del aire, las dietas más saludables y la mayor actividad física”.
“Los beneficios para la salud pública de la acción climática superan con mucho a los costes. Alcanzar los objetivos del Acuerdo de París podría salvar aproximadamente un millón de vidas al año en todo el mundo para 2050, solo reduciendo la contaminación del aire”, aseguró la ONU en su misiva.
“Las previsiones también indican que el valor total de los beneficios en salud por la acción climática equivaldrían aproximadamente al doble del coste de las políticas globales para cortar las emisiones de gases de efecto invernadero”, enfatizó.