En las zonas más prometedoras, los valores ya comienzan a recuperarse y eso impacta también en los arrendamientos o alquileres rurales, ya que se verifican casos de un aumento de cinco a diez por ciento en dólares
Después de un inicio de año donde eran mayormente consultas las que primaban en el mercado, finalmente en los últimos meses se volvió a activar la demanda de compra y arrendamientos de campos, con una lenta pero sostenida recuperación de la actividad.
“La mayor actividad que ya se vislumbraba en el semestre pasado, se transformó en operaciones concretadas y podemos afirmar que actualmente ya hay mayor actividad en el mercado. Esto se refleja en más visitas, una mayor vocación de compra y más de una operación concretada a valores satisfactorios para ambas partes”, destacaron desde la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), en su último informe sobre mercado inmobiliario rural.
En este sentido, la entidad remarca que el ritmo de mejora fue levemente progresivo ya que fue; primero, un aumento de consultas, luego mayor cantidad de pedidos concretos de inversores, mayores visitas, pedidos firmes y claros por parte de los inversores, una corta/mediana negociación, y finalmente una operación concretada y finalizada.
“Estamos ante un mercado activo, con oferta y demanda equilibrada, levemente con una mayor demanda y poca oferta para campos agrícolas muy buenos, como siempre ocurre y ocurrirá, y cierto equilibrio para campos mixtos y una mayor oferta para campos ganaderos”, precisó el estudio.
Esta situación, es diferente a lo que venía sucediendo en el semestre pasado, en donde en la puja de la oferta y la demanda, era el vendedor quien terminaba cediendo, cerrando la operación por un valor menor al esperado. Este cambio de tendencia y la concreción de las operaciones en valores aceptables para ambas partes, también es una buena noticia.
Estos cambios de tendencia generan una reactivación en la dinámica de los negocios. Más movimiento, más revisaciones y
ofertas que, si bien aún muchas siguen siendo inferiores a las esperadas y las operaciones no se concretan, el vendedor espera cumplir sus expectativas, explicaron los expertos en la temática.
En ocasiones cuando existe una verdadera vocación de venta y de compra, suelen llegar a buen final y las partes sortean
cooperativamente las dificultades. “Este escenario se ve en más de una ocasión y parecería que hay una mayor decisión y vocación por comprar e invertir en el agro“, precisaron.
“Estamos ante un mercado activo”, afirmó el estudio de CAIR. “Esto nos permite tasar sin temor a equivocarnos, asesorar al vendedor y comprador informando de los precios y de las operaciones.
Sin embargo, señalan que estas características del mercado no se pueden hacer extensivas a toda la Argentina. “Los campos alejados y marginales o con poca estructura son difíciles de vender. Tendremos que pensar en valores muy ajustados, plazos diferidos de pago y en valor carne, como medida de ajuste ante la inexistencia del peso argentino como moneda”.
Alquileres
En su informe semestral la Cámara detalló que “en particular, la demanda se mantuvo alta, sostenida y firme para campos agrícolas; y cada vez más firme para campos ganaderos en toda zona productiva al punto de poder aseverar que en esta campaña la misma quedó insatisfecha por segundo año consecutivo. Como es lógica del mercado, esta situación ha producido el aumento en el valor de los alquileres, que se suponía, encontraría un equilibrio para la presente campaña, pero no sucedió así, sino más bien trajo como consecuencia el incremento en los valores, aunque en menor medida y en torno al 5 o 10 por ciento”.
En este sentido se remarca que, a pesar de la renta negativa sufrida por muchos arrendatarios y productores, donde se suponía una lógica de replantear a la baja el precio del alquiler de la tierra, sucedió todo lo contrario: “cambiaron de arrendatarios y otros inversores ingresaron al mercado pagando lo mismo o algo más, en función de la buena renta que se espera para este año”, señaló la Cámara.
La lógica, luego de una sequía histórica, hubiera sido que los alquileres bajen en función de la renta negativa que muchos
arrendatarios y productores la sufrieron y quedaron con deudas. Pero como se dice “a rey muerto, rey puesto”, es decir, cambiaron de arrendatarios y otros inversores ingresaron al mercado pagando lo mismo o algo más, en función de la buena renta que se espera para este año, agregaron los autores del informe.