Pese a la expectativa del Gobierno, el adelanto de los desembolsos sigue en suspenso. Está atado a lo que suceda con el déficit y el canje de deuda. Apuro de Sergio Massa para llegar mejor parado al cierre de las listas para las elecciones
En el trecho final de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro de Economía, Sergio Massa, ultima los detalles para viajar a Washington a firmar el acuerdo y dar la noticia que le puede dar el empujón definitivo a su eventual candidatura presidencial. Sin embargo, el adelanto de los desembolsos del año aún no está confirmado y depende de dos señales macroeconómicas claves sobre las que el organismo crediticio pone la lupa: el déficit fiscal y el financiamiento en pesos.
Ayer por la tarde hubo una conferencia de prensa en la que la directora de Comunicaciones del FMI, Julie Kozack, afirmó que el staff del organismo y los funcionarios argentinos continúan trabajando “fuerte y muy estrechamente” para adecuar el programa de facilidades extendidas con el país.
La funcionaria reiteró que se buscan “alternativas para fortalecer” el programa, después de los efectos negativos de la sequía sobre la economía argentina, a la vez que ponderó el canje de deuda que realizó el Gobierno.
Asimismo, aseguró que “los equipos continúan trabajando constructivamente. Las discusiones son frecuentes y apuntan a avanzar el programa. Comunicaremos más cuando tengamos mayores detalles. Los equipos han estado trabajando muy duro juntos. La situación en Argentina es muy compleja”.
Kozack indicó que “las discusiones se centran en políticas para salvaguardar la estabilidad, mejorar la sostenibilidad fiscal y fortalecer las reservas”, y mencionó los objetivos principales en los que se basan las negociaciones.
Negociaciones
En el entorno del ministro creen que anunciar el éxito del acuerdo antes del 24 de junio es posible pero depende de poder enhebrar una racha de sucesos. En principio, Economía enviará a Washington los equipos técnicos el próximo jueves. A esa ciudad viajaría Massa entre el 20 y el 21 próximos, una semana después de lo planeado inicialmente.
El FMI se ha manejado con absoluto hermetismo, no ha adelantado nada sobre la marcha de las negociaciones. Los tiempos apremian y, a modo de gesto, una de las posibilidades que evalúa Hacienda es adelantar parte del pago de los vencimientos comprometidos para los días 21 y 22, de un total aproximado de US$2.700 millones, con derechos especiales de giro (DEG) remanentes. Según un informe de la consultora Geres, al 31 de mayo quedaba una valuación equivalente a US$1.899 millones sin utilizar, que podrían destinarse a este guiño.
Lo que sigue trabando el acuerdo son el canje de deuda en pesos y el déficit fiscal. Ambos puntos son críticos en la balanza del FMI, que los mira de cerca para terminar de otorgarle a Argentina los dólares que necesita para las reservas y las modificaciones de la letra del acuerdo que pide, en lo que respecta a la sequía.
La operación financiera se concretó ayer jueves (ver “Canje de deuda…”) y cumplió las expectativas del Gobierno. “Si la adhesión llega a 50%, se despejaría la mitad del financiamiento en el año y sería un éxito para el Fondo”, había asegurado en la previa una fuente oficial.
En el caso del gasto público, el organismo que conduce Kristalina Georgieva pretende que Argentina demuestre que puede mantener las cuentas en línea con las demandas de aquél. En el ministerio afirman que hay una cuestión de gasto “duro” relativo a temas como las jubilaciones, que el Gobierno “no va a resignar” -pese a la licuación en términos reales al actualizar por debajo de la inflación-, y adjudican el nivel de déficit al efecto de la sequía en la recaudación y en los precios de los alimentos.
El esquema de pasos a seguir está teñido de una interna electoral álgida en el Frente de Todos, en la que Massa y los gobernadores piden un candidato único, dirigentes massistas amenazan con la salida de su líder del ministerio si no lo ungen como presidenciable y Alberto Fernández insiste con resolver las candidaturas en las PASO.