El Juzgado Federal N° 1 de Tucumán sobreseyó a dos mujeres migrantes que habían sido detenidas por transportar estupefacientes por considerar que se encontraban en un estado de necesidad disculpante.
La causa inició el 18 de enero de este año, como consecuencia de un procedimiento de prevención realizado por la Gendarmería Nacional sobre la ruta nacional N°9, donde fueron detenidas dos mujeres provenientes de Bolivia y de Perú que transportaban 3,6 kilos de clorhidrato de cocaína. La mujer proveniente de Bolivia, cursaba un embarazo de aproximadamente 8 meses de evolución, y relató no tener estudios completos, tener tres hijos a su cargo –uno de ellos enfermo–, y haber sido coaccionada bajo amenazas para transportar el material estupefaciente incautado. También especificó que su familia había sido amenazada para que no delatara a la mujer que le había entregado el estupefaciente.
Con esta información, la Fiscalía solicitó que se formalizara una nueva causa por la posible comisión del delito de trata de personas.
Tras darse a conocer ambos sobreseimientos, el fiscal Agustín Chit destacó que la utilización de mujeres migrantes como “portadoras” o “correos” de drogas es una clara consecuencia de la feminización de la pobreza y la desigualdad, y que la postura del Ministerio Público Fiscal en estos casos está en sintonía con lo se viene solicitando desde la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) en los cursos de Ley Micaela de Capacitación Obligatoria en Género.
Para el representante del Ministerio Público Fiscal, en los casos en cuestión se trataba de mujeres migrantes, cabeza de hogar, de escasos recursos económicos y educativos, que fueron amenazadas y coaccionadas para transportar estupefacientes, y que los autores de estas maniobras se aprovecharon de la situación de vulnerabilidad de ambas.