ESCUCHAREl dólar agro entrará en vigor el lunes. Pese al optimismo oficialista, hubo rechazo del agro por la falta de precisiones técnicas y políticas a largo plazo
Después de una semana de rumores, finalmente el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció ayer un nuevo esquema de “dólar agro”, que implica también un programa para economía regionales, con un dólar a 300 pesos. El paquete se instrumentará mediante tres decretos presidenciales, precisó en conferencia el titular de Hacienda ante funcionarios y empresarios.
En su alocución el ministro hizo referencia a la sequía, que derrumbó todas las proyecciones que se habían hecho sobre la campaña. “Nos toca enfrentar la peor sequía de la historia argentina. Cuando uno mira los registros, encuentra los últimos registros en 1922 y no encuentra desde el punto de vista del impacto climático y productivo comparativos que nos puedan mostrar situaciones similares a la que estamos viviendo”, dijo Massa al iniciar la conferencia.
Pese a lo que se esperaba, no hubo anuncios sobre un reordenamiento de los múltiples tipos de cambio, sino una reversión de un mecanismo aplicado previamente que trajo más complicaciones que beneficios, más allá del ingreso masivo de divisas.
Las medidas anunciadas
En primer lugar anunció un programa de protección a productores, para asistir especialmente a aquellos ubicados en la zona núcleo, región fuertemente perjudicada por las cuestiones climáticas. Massa subrayó que “hay más de 69 mil productores en Argentina golpeados, dañados, en algunos casos con pérdidas irreparables”, a los que muchas veces no llega la asistencia del Estado.
“Lo primero que hacemos con uno de los tres decretos en marcha es establecer la automaticidad de los beneficios de la emergencia para todos los productores de la Argentina”, suspendiendo a su vez las ejecuciones fiscales y bancarias y las percepciones de adelanto o anticipo de impuestos que cobra el Estado mientras dure la emergencia. Se pretende de este modo que puedan “mantenerse con acceso al mercado de crédito”.
En segundo lugar anunció una nueva edición del programa de incremento exportador, el dólar soja del pasado, que constará de un tipo de cambio diferencial de $300 para la soja y sus derivados, vigente entre el 8 de abril y el 31 de mayo, a los fines de que entre la liquidación de la nueva campaña. El programa tendrá también una versión para las economías regionales. La misma se extenderá hasta el 30 de agosto, justo para las PASO. En lo que respecta a las economías regionales, Massa las señaló como una de las grandes empleadoras del país: “Si listamos solo las economías regionales sentadas en esta mesa, hay 338.000 empleos formales”.
Pese al optimismo inicial por el anuncio, el ministro señaló que habrá criterios de elegibilidad para participar dentro del programa de incremento exportador, que incluirán participar en programas de precios, mantener el empleo y garantizar el abastecimiento y los volúmenes comprometidos en los acuerdos de precios.
En tercer lugar habrá sanciones a los que no liquiden exportaciones en el plazo establecido. Se avanzará con el bloqueo del CUIT de la compañía y el de sus directivos, quienes no podrán acceder al mercado único libre de cambios (ver pág. 4A).
Críticas del campo
“No fuimos consultados sobre estos anuncios y no participamos de ninguna mesa de trabajo, pero siempre decimos lo mismo: lo sano para nuestra economía es tener un tipo de cambio unificado y perdurable en el tiempo para que le devuelva competitividad al sector”, fue la primera evaluación de Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), tras los anuncios del ministro de Economía, Sergio Massa, referidos a un tipo de cambio temporal para la soja y algunos productos de las economías regionales aún por determinar.
“El dólar agro y el dólar soja significan un nuevo parche en la economía. Cuando ven que las exportaciones y su aporte a las reservas nacionales no alcanzan el nivel esperado, el gobierno decide implementar un dólar en septiembre y otro en diciembre del año pasado. Y ahora el mismo parche pero en versión 3. Todo para adelantar liquidaciones de soja, con el objetivo meramente recaudatorio de engrosar a las raquíticas reservas del Banco Central”, juzgó Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en una cadena de tuits en la que también pidió por un dólar unificado.
Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, opinó: “El dólar soja es más de lo mismo. Ya sabemos los resultados de este tipo de medidas parciales que pueden beneficiar a algunos, pero perjudican a mucho otros”.
“El dólar soja es una medida recaudatoria y los efectos negativos de esta política ya se vieron el año pasado, unos pocos que venden a un tipo de cambio diferencial y unos muchos que compran más caro. Un claro ejemplo son los tamberos y feedloteros que les encarecen el insumo más importante que es la alimentación de los animales”, coincidió el titular de la SRA.
“Para el caso de las Economías Regionales hay que tener en cuenta las particularidades de cada una de ellas”, dijo Laucirica, y agregó: “Desde el sector cooperativo creemos que medidas con tanta burocracia y criterios de elegibilidad a veces terminan no llegando a buen puerto, puesto que distorsionan precios y traen perjuicios a varios sectores de la cadena”.
Indefiniciones
Las dudas de los titulares de las organizaciones ruralistas están fundadas en que Massa no pudo precisar cuáles sectores se verán involucrados en esta medida de ayuda a las economías regionales, un amplio y vago concepto que hace referencia a unos 40 sectores distintos.
A diferencia del sector sojero, que es un sector bastante concentrado en pocos jugadores y netamente exportador, el de las economías regionales es un universo muy heterogéneo, donde este tipo de medidas son de muy difícil implementación, con impactos variados y poco medibles. De hecho, el propio Massa ya había anunciado este mismo dólar para economías regionales en noviembre pasado, en Mendoza, pero luego decidió dejar todo en stand-by hasta marzo, cuando en plena vendimia anunció el dólar Malbec.
“Desde mañana (por hoy) y hasta el próximo viernes vamos a ir incorporando una a una las economías regionales”, prometió el ministro, nadando en el mar de las vaguedades.
Condiciones
Para acceder al beneficio, los productores deberían sostener el empleo. La mayor parte de los exportadores de este tipo de economías no son los principales generadores de empleo, que además suele ser zafrero y estacional.
La segunda condición es todavía más difícil, porque implica que las empresas exportadoras deban participar del Programa de Precios Justos, o al menos lograr algún acuerdo de precios con la Secretaría de Comercio. La mayor proporción de este tipo de exportaciones regionales, por ejemplo de fibra de algodón o de lana, o de té o de tabaco, casi no tienen consumo en el mercado doméstico o son realizadas por cooperativas que no siempre llegan con sus productos al consumidor final a nivel local, lo que indica que Massa piensa en un pequeño grupo de economías, que además de exportar tienen venta de sus productos en los mercados locales. Tal es el caso de las yerbateras, los jugos cítricos y el vino.
La tercera condición es que estas empresas garanticen un volumen de abastecimiento al mercado doméstico. Es decir, que las empresas no exporten todo su stock sino que hagan equilibrio para no desabastecer el mercado local.
Previsiones
El Secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, evaluó que el Gobierno recibirá unos 9.000 millones de dólares tanto del complejo sojero como de las economías regionales que empezarán a exportar con un dólar de 300 pesos.El funcionario dejó la puerta abierta para incluir algunos productos de la lechería en el programa de tipo de cambio diferenciado para las economías regionales, uno de los reclamos de los gobernadores de la Región Centro, a la vez que descartó que alcance para el sector de la carne vacuna, aviar o porcina. Estos sectores, por su parte, se verán perjudicados por la suba del costo de los alimentos, tal como sucedió en las dos ediciones anteriores, que alimentó un sistema de compensaciones para frenar el traslado a precios.
