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Por Luz Saint Phat / [email protected]
La formación en valores y en ciudadanía resulta clave, en tiempos en los que la segregación y la anulación de la diferencia son comunes. La Unesco publicó la primera guía para abordar este tema en el aula
Aun en pleno avance del siglo XXI y cuando se espera que las diferentes formas de racismo y segregación estén en vías de extinción, la realidad marca una dirección contraria.
Desde los discursos de algunos dirigentes políticos de distintas partes del globo hasta las expresiones de diferentes figuras del espectáculo reproducen con diferentes matices cuestiones relacionadas con la discriminación y los denominados discursos de odio.
También puede ser referido como “cualquier tipo de comunicación ya sea oral o escrita -o también comportamiento-, que ataca o utiliza un lenguaje peyorativo o discriminatorio en referencia a una persona o grupo en función de lo que son, en otras palabras, basándose en su religión, etnia, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género u otras formas de identidad”.
En el marco del incremento de casos que atañen a este tipo de comunicaciones de odio, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) difundió recientemente una guía en esta materia para el acompañamiento escolar, bajo el título Combatiendo los discursos de odio a través de la educación.
“La guía servirá como una herramienta de referencia para legisladores, docentes y otros actores que son clave para garantizar que el discurso del odio, tanto en línea como en la calle, se aborde y contrarreste de manera efectiva a través de la educación”, explicó la ONU en un comunicado.
En la misma línea, se manifestó Alice Nderitu, asesora especial para la Prevención del Genocidio, quien destacó el enorme potencial que tiene la educación para abordar la incitación al odio, en particular sus causas profundas. “Las escuelas, los profesores y la educación desempeñan un papel fundamental en nuestros años de formación”, dijo.
Vale señalar que se trata de la primera guía mundial centrada en la educación sobre cómo contrarrestar los discursos de incitación al odio y “será utilizada por los responsables políticos para abordar este asunto desde una perspectiva de derechos humanos”, explicó la ONU.
Importancia
Según se explicó, la guía es un producto que se desarrolló en el marco de la Conferencia Mundial de Ministro de Educación, que propone abordar desde el ámbito educativo la problemática de la discriminación y la segregación.
En este sentido, la subdirectora general de Educación de la Unesco, Stefanía Giannini, indicó que el lanzamiento de esta herramienta se debe a que se “conoce el daño que produce el discurso de odio y el peligro que conlleva”.
Al mismo tiempo, destacó que la agencia de la ONU “está desarrollando programas educativos que aborden sus causas fundamentales y contrarresten sus manifestaciones”.
En esta línea, se recomiendan diversas estrategias para abordar estas temáticas en todos los niveles educativos.
El documento propone, además, desarrollar herramientas para la identificación del discurso discriminatorio, la promoción de la sensibilidad de género, la inclusión de programas relevantes en el desarrollo profesional y la formación de los educadores y líderes escolares.
Mientras, en materia de prioridades, la guía identificó como importante trabajar para frenar la desinformación, la propaganda y las teorías de conspiración.
Vale señalar en este sentido un documento previo de la Unesco que actualmente está disponible en Internet y que fue parte de la mesa de debate sobre este tema en 2022, denominado “Afrontar el discurso de odio: respuestas educativas”. Allí, se refiere al incremento de la prácticas simbólicas que atentan contra otros indicando que “además de que el número de los actos de intolerancia, racismo, antisemitismo y violencia ha aumentado constantemente en todo el mundo, la pandemia de enfermedad por coronavirus (covid-19) ha impulsado un incremento alarmante de la desinformación basada en el miedo y el odio, incluido el discurso de odio”.
En esta línea, se reconoce que “aunque el derecho internacional prohíbe la incitación (una forma de discurso que busca explícitamente provocar discriminación, hostilidad y violencia), no prohíbe el discurso de odio que no cumple esos criterios”.
No obstante, los especialistas advirtieron de que de todas maneras estas acciones son perjudiciales ya que pueden “socavar el respeto de la diversidad, la inclusión, la tolerancia y la cohesión social”, además de “alimentar la desconfianza y las ideologías extremistas violentas”.
Al finalizar este documento de trabajo, la Unesco indicó la importancia de la educación ya que “puede desempeñar un papel fundamental, ya sea para agudizar las tensiones existentes o para sustituirlas por discursos y conceptos inclusivos relacionados con la alfabetización mediática e informacional y la ciudadanía mundial”.
“La educación debe centrarse en reducir las consecuencias del discurso de odio y ser un mecanismo preventivo a largo plazo”, se explicó.
