La precandidata a presidenta por Juntos por el Cambio Patricia Bullrich abogó por un cambio de régimen que “no es una secuencia gradual de cambios pequeños; implica demoler el régimen económico, social y político que ha construido el kirchnerismo”.
Bullrich fue la oradora principal ayer en un almuerzo organizado por la Bolsa de Comercio de Córdoba.
“Este no es un ciclo electoral en el que podamos plantear una campaña de significantes vacíos, hablar con frases que nada definen de lo que vamos a hacer. Es un ciclo electoral en el que los ciudadanos, la clase media, los trabajadores, los profesionales, las familias, los jóvenes sienten que no quieren más que la política sea un discurso vacío. Quieren que haya verdad, por más dura y difícil que sea”, dijo.
La dirigenta consideró que “no podemos seguir con una Argentina en donde la actividad privada sea menor que la pública; es un tema elemental, básico. La empresa privada como motor de la Argentina debe venir con toda la fuerza, en una autopista de simplificación, desburocratización y fin de la corrupción”.
En paralelo, aseguró que “necesitamos terminar con los cepos, con todos. Lo único que han hecho es generar un país absolutamente trabado. Piensan en recetas que lo único que han hecho es destruir el salario de los argentinos. La libertad va a ser una palabra central en el gobierno que queremos construir”.
En esa línea, dijo que “vamos a tener la valentía y el coraje para que los cambios se realicen de verdad. Yo me juego por el cambio con dificultades”.
“Vamos a arrancar con un paquete de leyes que tocará diversos temas. Las que tenemos que derogar, las que tenemos que aprobar. La ley que le dará independencia al BCRA. Existen posibilidades de que de entrada tengamos un sistema que deje de emitir y de financiar al Tesoro”, concluyó.
Asimismo, aludió a la situación de inseguridad y la realidad que atraviesa Rosario y las formas de abordar esos problemas.
Previamente, el economista Luciano Laspina, referente de Bullrich, aseguró que
ningún arreglo nominal podrá arreglar los problemas que tiene la economía. No habrá estabilidad sin reformas estructurales. Es imposible que un país crezca sin reformas estructurales, es imposible crecer sin inversiones. La Argentina llegará al próximo gobierno con un problema de credibilidad enorme; las reformas estructurales que hagamos serán claves. Lo primero que hay que hacer es desarmar el régimen económico del kirchnerismo, dijo.
Antes, Guido Sandleris, presidente del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa, aseguró que el Banco Central está vendiendo US$70 millones por día promedio. Hay una situación muy complicada, pierde reservas todos los días.
Sin credibilidad -este Gobierno no tiene nada de credibilidad-, sin un plan económico consistente -hay solo un “plan aguantar”-, no hay alternativas. El Gobierno está atrapado en su propia red. Puede hacer un salto devaluatorio que, hasta ahora lo ha evitado. Creo que va a resistir ese camino. Seguirá creando dólares especiales para seguir “rascando la olla”, pero eso se vuelve cada vez más inefectivo. Habrá más restricciones a las importaciones, aun cuando eso golpea a la actividad y es una de las razones del 4% de caída de la actividad que proyectamos para este año, dijo.
Por lo demás, el presidente de la Bolsa de Comercio, Manuel Tagle, subrayó el hecho de que Juntos por el Cambio Córdoba haya logrado un acuerdo para que Luis Juez sea el candidato a gobernador y resaltó que Bullrich “tiene las condiciones” para llevar adelante lo que necesitará el país “después del terreno minado” que dejará el kirchnerismo.
“Vamos a tener que aplicar una política de corte liberal, con un mercado de libre comercio, con un gasto público controlado y con control férreo de la emisión monetaria”, estimó.