Más de 3.000 agentes de distintos cuerpos policiales participaron de la macrooperación. Detuvieron a 25 miembros de un grupo de ultraderecha
Alemania puso en marcha una de las mayores redadas antiterroristas de su historia para detener a 25 personas que pretendían armarse y asaltar el Bundestag, el Parlamento del país, para dar un golpe de Estado.
Más de 3.000 agentes de distintos cuerpos policiales concretaron una macrooperación en 11 de los 16 Estados federados.
Durante la madrugada del pasado miércoles 25, las fuerzas de seguridad alemanas arrestaron a 25 miembros y simpatizantes de un grupo de extrema derecha que planeaba derrocar al Gobierno y emplear “medios militares” para atentar contra las instituciones del Estado.
En el listado de encausados hay seguidores de los llamados Reichsbürger (Ciudadanos del Reich), un movimiento que no acata la Constitución alemana, y entusiastas de distintas teorías conspirativas.
La red fue calificada como una organización terrorista.
Entre los detenidos figuran antiguos miembros de las Fuerzas Armadas (Bundeswehr), un ex policía y una ex diputada del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) que ejercía como juez en Berlín. La Fiscalía sospecha que el grupo planificaba una acción armada en el Bundestag y pedirle ayuda a Rusia.
El medio EL PAIS reportó que todo comenzó a organizarse hace un año con el objetivo, según la Fiscalía federal, de “derrocar el orden estatal existente en Alemania y sustituirlo por una forma de gobierno propia”.
El comunicado del Ministerio Público agrega que “los miembros de la asociación son conscientes de que su objetivo solo puede llevarse a cabo mediante el uso de medios militares y violencia contra los representantes del Estado” y que ello “incluye cometer homicidios”.
Hay medio centenar de sospechosos de haber participado de alguna forma en el diseño del esquema desbarato se prevén más arrestos.
A las detenciones se suman allanamientos en 130 propiedades, todas ubicadas en Alemania.
Los supuestos cabecillas del grupo fueron identificados como Heinrich XIII y Rüdiger v. P.
El primero, un aristócrata, estaba encargado del sistema político, mientras el segundo, al que los medios identifican como “antiguo teniente coronel de las Fuerzas Armadas”, se ocupaba, presuntamente, del brazo militar.
Los líderes de la red trataron de captar a nuevos miembros en el Ejército y la Policía y llegaron a hacer prácticas de tiro.
La Fiscalía afirmó que “tienen en común el rechazo a las instituciones del Estado” y que eran seguidores de movimientos conspiranoicos como los Reichsbürger y QAnon.
Los Ciudadanos del Reich son un grupo radical que no reconoce la Constitución, las instituciones ni las fronteras de Alemania. QAnon agrupa a fanáticos de teorías conspirativas.
La Fiscalía asegura que los detenidos están convencidos de que Alemania es gobernada por miembros de un llamado “Estado profundo” del que habría que liberar a los ciudadanos.
También alega que los preparativos para el golpe se intensificaron a finales de noviembre de 2021 y que los detenidos crearon “estructuras similares a la Administración”, designando incluso a posibles ministros.
Los investigadores creen que el alemán Heinrich XIII, o Enrique XIII, de 71 años, a quien también se conoce como príncipe Reuss, es la figura central de la red ultraderechista y el ideólogo de la organización.