Por Marcela Palacios (*)
A dos años y un poco más de la puesta en marcha de la Ley Nacional 27.555 Régimen Legal de contrato de Teletrabajo, nos queda un sinsabor por todo lo que impactó esta nueva modalidad, tanto en los ámbitos laborales como en la vida en general de las personas, las organizaciones, las economías, etc.. La metodología, sin embargo, parece ir perdiendo fuerza y alcance a pesar de todo lo que significó como fenómeno característico y “heroico” durante la época de pandemia que nos afectó desde el 20 de marzo de 2020 hasta no hace mucho tiempo.
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