El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, aseguró ayer que los productores van a “estar alerta” por lo que definió como potenciales “conductas abusivas” de la industria molinera y las empresas cerealeras, luego de que se conoció que el Gobierno postergó por un año los permisos de exportación de trigo de la actual campaña.
“Más allá de la medida del Gobierno de permitir que los exportadores de trigo retrasen los embarques autorizados, creemos que esta decisión pone en riesgo el precio que recibe el productor”, afirmó Pino en un comunicado.
“El Estado debería garantizar a los productores la misma posibilidad que les está dando a los exportadores”, sostuvo, y agregó: “Los productores venimos sufriendo las consecuencias de las sequías y heladas que causaron graves daños en la producción”.
“Sumado a eso, el Gobierno nos acorrala con una nueva medida que puede derivar en una demanda cartelizada en el mercado, dando lugar a abusos comerciales”, añadió, a partir de la experiencia acumulada tras la política de cierre de exportaciones decretada en su momento por Guillermo Moreno en contextos de cosecha récord. Cabe recordar que aquella decisión le aseguraba a las acopiadoras la posibilidad de pagar menos por el grano a partir del exceso de oferta que había en el mercado.
A principios de este año el Gobierno suponía que la campaña actual iba a dejar 22 millones de toneladas de trigo, por lo que autorizó registrar con anticipación un cupo 8,8 millones de toneladas para exportación, sobre las que cobró las retenciones correspondientes por anticipado. Dicha situación hoy se ha convertido en un problema, ya que con la sequía y las últimas heladas los rendimientos cayeron estrepitosamente y se espera que ahora la cosecha sea de unos 16 millones de toneladas o menos.