Padres de jóvenes y adolescentes que asistieron a una multitudinaria fiesta por Halloween con más de 20.000 personas en Córdoba denunciaron a la organización del evento por dejar solo una puerta de salida, por lo que hubo hacinamiento, desmayos y empujones cuando los asistentes debieron evacuar el lugar ante una tormenta de viento que se levantó esta madrugada.
El suceso ocurrió en el Predio Bosque, un local bailable de barrio Chateau Carreras, en la zona noroeste de la capital provincial, cuando antes de las 4.30 se desató un intenso viento, el evento se canceló y todos buscaron la salida inmediatamente. Allí fue cuando el caos se extendió a las afueras del lugar, donde gran cantidad de automóviles se encajonaron y tuvieron dificultades para poder evacuar el lugar.
Maxi Pita, padre de una joven que asistió al lugar, explicó a medios locales que la situación fue “desesperante”.
“Los chicos empezaron a salir corriendo de adentro del lugar y se encontraron con que todo estaba tapado con autos como el mío”, relató. “Fue desagradable y terrible, había chicos tirados arriba de los capós de los autos, sobre los techos”, agregó. Además, detalló que “en el 101 nunca atendieron, en el 107 nunca atendieron, en el 911 nunca atendieron”.
Por su parte, la Municipalidad local dio su versión de los hechos, y en ese sentido el director de Espectáculos Públicos, Julio Suárez, confirmó que el festejo estaba autorizado y que por el viento se decidió cortarlo de manera intempestiva. “Como eran fiestas muy masivas decidí directamente hacer puntos fijos, empleados en una fiesta, y otros empleados en zona del Chateau donde estaba yo”, dijo Suárez.
El funcionario reconoció que todo se complicó con la llegada de la tormenta de viento y tierra sobre la Capital.
“Se levantó un viento enorme, fortísimo. Hablamos con organizadores que fuesen disminuyendo la música. Y en ese momento no sabía que se habían caído árboles, paredes, voladuras de techo”, resaltó. Además, el director confirmó que “a las 4.35 se acabó la música, comenzamos a desconcentrar el público. Estaba policía, e inspectores controlando que se desarrollara con normalidad”, dijo.
“Dispusimos que tenía que dar por concluida la fiesta antes del horario de finalización -previsto para las 6- porque a veces el público no comprende la decisión que es por salvaguarda de la seguridad, por eso se toma decisión”, agregó.
“Se nos complicó la salida, poner orden en la salida, era necesario dar por finalizada la fiesta, porque si se caía una torre de iluminación, de sonido iba a ser más problemático”, admitió Suárez.
Finalmente y tras el caos, se llevó a cabo la desconcentración, que según el relato de los padres “de milagro” no fue una tragedia.