Los familiares y amigos de cinco de los ocho obreros que murieron en 2012, tras el derrumbe de una construcción en Corrientes, cuestionaron el fallo judicial que condenó anoche a tres años de prisión en suspenso a dos empresarios que son juzgados recién 10 años después de la caída de la estructura.
María Rosa Urbina, madre de Diego Rodríguez (23), uno de los trabajadores que perdió la vida en el derrumbe en marzo de 2012, cuando trabajaba en el sexto piso, calificó como “una vergüenza” la condena dispuesta por el Tribunal Oral Penal N°1 de Corrientes y expresó que “mataron nuevamente a los ocho obreros”.
Así se refirió al fallo que se conoció anoche, que declaró culpables a los empresarios Marcelo Mayer y a Walter Bruquetas por el delito de “Supuesto Estrago culposo agravado por poner en peligro de muerte a alguna persona y causar la muerte de alguna persona”, y los condenó a tres años de prisión en suspenso; al tiempo que absolvió al capataz de la obra, Carlos Valenzuela.
“Después de diez años esperábamos un alivio, una respuesta, pero la Justicia no estuvo a la altura de las circunstancias”, se lamentó la mujer en declaraciones a Radios Dos.
Seguidamente, la mujer manifestó sobre la condena que esta causa “desde el inicio estuvo envuelta en la corrupción y ayer quedó demostrado que todo se puede comprar”.
“No podemos conseguir que descansen en paz, mataron nuevamente a los ocho obreros”, dijo hoy María Rosa Urbina, madre de una de las víctimas fatales tras el derrumbe en el edificio en construcción de San Martín al 600 del centro capitalino.
Como consecuencia del derrumbe ocurrido el 22 de marzo de 2012 en el sexto piso del edificio en construcción, murieron los obreros Marcos González, Ramón Zacarías, Diego Rodríguez, Jorge Acevedo, Eduardo Acevedo, William Valenzuela, Enrique Sosa y Pablo Medina; además de cuatro heridos.
En tanto, uno de los representantes de la querella, Juan Manuel Cubilla Podestá, también cuestionó la condena y anunció que apelará el fallo.
“El Tribunal decidió que los culpables no vayan a la cárcel, que hagan tareas comunitarias. Esto parece mostrarnos que cuando la gente tiene poder, no va a la cárcel”, manifestó el letrado en diálogo con Radio Dos.
Además, señaló sobre el derrumbe que se trató de “la mayor tragedia en Corrientes” y respecto del fallo remarcó que “el criterio no tiene que ver con la gravedad del hecho, sino a quién se está juzgando”.
“A la Justicia le faltó valentía y valoración de lo que significó este hecho. No se puede llegar a una condena de esta naturaleza en un hecho como éste”, cuestionó Cubilla Podestá que en su alegato había solicitado una pena de cinco años para los acusados.
El Tribunal Oral Penal N° 1 de Corrientes, conformado por los jueces Raúl Guerín, como presidente y las doctoras Cynthia Godoy Prats y Ana Figueredo, como vocales, dictó anoche la condena a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación para trabajar en la construcción por el mismo periodo de tiempo para el arquitecto Marcelo Mayer, quien era jefe de obra y la misma pena para el ingeniero Walter Bruquetas.
Dispuso además que Mayer y Bruquetas cumplan reglas de conducta como de 30 horas mensuales de servicio comunitario durante cuatro años y absolvió por insuficiencia probatoria a Carlos Valenzuela, que se desempeñaba como capataz en la obra de construcción.