Por primera vez, la Presidenta se sentará con empresarios de diversos sectores -incluidos los críticos- para tratar este tema, la paridad cambiaria y la competitividad.
A los éxitos económicos que exhibe el Gobierno de Cristina Fernández le acecha sólo una amenaza que incide en otras variables: la inflación.
En la cumbre del G-20, en Seúl, la Presidenta resaltó la fortaleza del modelo argentino. Sin embargo, antes de partir hacia Corea del Sur, Cristina de Kirchner encargó a su colaboradores organizar una reunión con diversos referentes del sector privado, con la sola excepción de las empresas privatizadas. La agenda que se les está comunicando a los invitados incluye los reclamos para mejorar la competitividad, la paridad cambiaria y la suba de los precios. Aunque el país no sufre un proceso inflacionario, la escalada de los precios incide en todos los demás puntos que preocupan al Gobierno, incluyendo la apertura de paritarias para negociar nuevos aumentos salariales.
Para todo 2010, la consultora abeceb.com -un estudio independiente que no es muy crítico del Gobierno- proyecta una inflación de 22,6%. En los círculos de confianza de la mandataria sostienen que estas cifras no son compatibles con el esquema de fuerte crecimiento que se espera consolidar en el resto del mandato de la viuda del ex presidente Kirchner.
El deslizamiento de precios afecta más las ciuades del interior, donde no llegan los controles ni los planes promocionales para productos de la canasta básica que impulsa la Secretaría de Comercio Interior. Por caso, el relevamiento realizado por la Defensoría del Pueblo para la ciudad de Córdoba, difundido , la semana anterior, reveló un incremento de la canasta básica de 7,39% en octubre, muy por encima del 1,20% de septiembre.
Por sobre las opiniones que apuntan a los formadores de precios y el alto costo de la intermediación comercial en Argentina, los analistas de las principales consultoras reconocen factores internos y foráneos en la inflación local. Tanto las políticas llevadas a cabo en la economía local como el actual escenario internacional empujan los precios en el país.
Con la crisis financiera a mediados de 2008, la suba de precios se desaceleró, como consecuencia de un proceso recesivo e incertidumbre que no se extendió en el tiempo. Con la reactivación de finales del año pasado, que se afirmó durante 2010, con la actividad creciendo a 9,1%, una expansión industrial que llega a 9,4% y un gobierno fomentando el consumo mediante una política fiscal y de ingresos expansiva, la tasa de inflación volvió a acelerarse. El Banco Central convalidó este fuerte crecimiento al incrementar la emisión de dinero, potenciada por la ampliación de las metas monetarias, contribuyendo al avance de los precios por el aumento del consumo.
Las empresas ponen el acento en los acuerdos salariales que tuvieron lugar este año como factor que incidíó en el avance de los precios. También es un hecho que disminuyó la oferta de productos, que desde la oposición se encargan de achacar a la ausencia de políticas de incentivos, como es el caso puntual de la carne. La oferta del sector alimentario no ha tenido un crecimiento similar al observado en otros sectores, lo cual genera un aumento de sus precios relativos, lo que contribuye con el aumento del IPC. Consciente ello, la Secretaría de Comercio anunció que se liberará la compra de productos alimentarios en el exterior.
Sin embargo, a los factores internos se le agregan los externos que impactan en el índice de precios local. La liquidez internacional que provee la Reserva Federal de Estados Unidos como estrategia para reactivar su economía impulsa los precios de las commodities hacia el alza. Esto genera un avance de los precios de los alimentos internos, rubro que se sitúa en el núcleo de la inflación local.
La conjunción de estos factores deriva en un sostenido crecimiento de los precios que, en los primeros nueve meses del año, ya acumula un avance de 8,3%. Según fuentes oficiales, se espera una inflación para todo 2010 de 11,8%, aproximadamente. En el índice de precios que elabora abeceb.com, la inflación acumulada hasta septiembre llega a 17,3% y proyecta para el cierre anual el ya señalado 22,6%.
Reunión de alto nivel
Con cifras en la mano, la Presidenta quiere reunirse con empresarios para conocer de boca de ellos cuáles son las críticas que tienen de la economía.
La novedad es que el listado de los interlocutores estará formado por empresarios que habitualmente figuran en el elenco oficial de los actos de gobierno. Se recibirá a los que, “de buena fe”, plantean dudas sobre el funcionamiento del modelo.
La jefa de Estado buscará conocer la visión de los responsables de tomar decisiones de inversión.
Para el Gobierno, el alza de precios y de costos internos se debe fundamentalmente a una oferta planchada que no alcanza a abastecer a la demanda creciente por el incremento del consumo.