El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro definirá este miércoles en una audiencia la nueva fecha de inicio del postergado juicio al vecino Nicolás Pachelo y a dos exvigiladrores del country Carmel de Pilar por el crimen de María Marta García Belsunce.
La audiencia será a las 11 en la sala del entrepiso de los tribunales de San Isidro de la calle Ituzaingó 340 pero de ella no participarán los imputados Pachelo (45) –preso en el penal de Florencio Varela-, Norberto Glennon (57), ni José Ortiz (45), ya que, según aclaró una fuente judicial , “es solo para las partes técnicas”.
Según los voceros, hoy se debatirá finalmente la nueva fecha para el inicio del juicio, que debía comenzar el pasado 1 de junio pero se postergó debido a que uno de los tres miembros del TOC 4 –integrado por los jueces Osvaldo Rossi, Federico Ecke y Esteban Andrejin-, se contagió de Covid-19.
En la audiencia, las partes acordarán con los jueces otras cuestiones organizativas, como la forma de participación de los imputados, el modo en que se recibirá la prueba testimonial y la estimación de la duración de las jornadas.
El tercer juicio por el caso se iniciará con un pleito entre los jueces y los fiscales, ya que el mes pasado los miembros del Ministerio Público Fiscal (MPF) de San isidro que participarán del debate recusaron al tribunal por su presunta “pérdida de imparcialidad” y pidieron una serie de nulidades, con el objetivo de que se suspenda el juicio con estos jueces.
La Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro emitió una resolución al respecto, pero resolvió que sean los jueces de los tribunales orales que nunca participaron del caso quienes definan o no la recusación de sus pares, con lo cual los fiscales esperan la intervención del Tribunal de Casación.
El fiscal general de San Isidro, John Broyad -uno de los cuatro fiscales que participó hace 15 años del primer juicio por el caso-, decidió reforzar el equipo que llevará adelante la acusación y a los tres fiscales que ya estaban designados, que son Andrés Quintana, Matías López Vidal y Federico González, les sumó a uno de sus adjuntos en Fiscalía General, Patricio Ferrari, y a Diego Callegari.
La acusación contra Pachelo (45) y los entonces vigiladores Norberto Glennon (57) y José Ramón Alejandro Ortiz (45) es por “robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado”, delitos que prevén prisión perpetua.
El único que llega preso es Pachelo, pero no por este caso donde en 2017 fue imputado e indagado en libertad, al igual que los exvigiladores, sino porque desde 2018 cumple prisión preventiva en el marco de otra causa en la que lo detuvieron por una serie de ocho robos y hurtos en countries, y por la que será sometido a un segundo juicio por el mismo TOC 4 una vez culminado el de García Belsunce.
La defensa de Pachelo estará a cargo del abogado Roberto Ribas; la de Glennon, de los letrados Sergio Loto y Agustín Palladino; y la de Ortiz, de las defensoras oficiales María Ventresca y María Eugenia Nigro.
Por primera vez en la historia de la causa, en este juicio el viudo Carlos Carrascosa (77) actuará como particular damnificado, con la asistencia del abogado Gustavo Hechem, tras casi 20 años en los que fue imputado, juzgado, condenado primero por encubrimiento y luego a perpetua como autor del homicidio, estar preso entre 2009 a 2015 en un penal y un año más en prisión domiciliaria, recuperar su libertad y ser absuelto de manera definitiva por la Corte Suprema en 2020.
Carrascosa será el primer testigo del debate y después de él desfilarán otros 144 a lo largo de 31 audiencias que se realizarán los lunes, miércoles y viernes hasta el 31 de agosto.
Para los fiscales, aquel 27 de octubre de 2002 María Marta fue ejecutada a balazos cuando sorprendió a ladrones dentro de su casa.
Según su hipótesis, el robo fue el móvil del crimen y está probado por el faltante de un cofre metálico de la asociación benéfica “Amigos del Pilar” donde la víctima era tesorera y que ella guardaba en su casa de Carmel con dinero, tres chequeras y la llave de una caja de seguridad.
La clave de la imputación fue la nueva hora del asesinato fijada por un forense a las 18.30 y que ese día se ubicó a Pachelo en Carmel entre las 17.34 y las 18.59, es decir que se retiró 29 minutos después de cometido el homicidio.