La delegación argentina destacó el encuentro que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo con 31 CEOs de empresas multinacionales en el marco de la Cumbre de Negocios del G-20 que se realiza en Seúl.
En la reunión, los representantes del sector privado y la jefa de Estado analizaron la evolución de la crisis internacional y marcaron los puntos de acción necesarios.
“Los empresarios resaltaron el esfuerzo que estaba haciendo la Presidenta” y hablaron con “mucha sinceridad”, dijo el ministro de Economía, Amado Boudou, al realizar una especie de balance del encuentro; Cristina presidió la mesa redonda sobre finanzas.
En el primer tramo, que se extendió por espacio de una hora, doce empresarios comentaron sus experiencias y le transmitieron a la Presidenta la necesidad de que las regulaciones en materia financiera que se impulsan a nivel mundial no terminen afectando a las firmas relacionadas con la economía real.
A la mesa redonda, en la que también participó el canciller Héctor Timerman, fueron especialmente invitados por pedido de la Presidenta el titular de la UIA, Héctor Méndez, y el secretario de la entidad fabril, José Ignacio de Mendiguren.
Boudou comentó que uno de los cuestionamientos que surgieron desde el lado empresario al pedido de regulaciones para el sector financiero hizo foco en las últimas decisiones tomadas por el Banco de Basilea -denominado Basilea III- que fija mayores restricciones para la entrega de crédito.
“Los empresarios relacionados con la economía real pretenden que haya más crédito hacia las empresas del sector productivo y que no haya tantas cuestiones regulatorias que impidan el crédito”, dijo el ministro.
También destacaron las palabras de Peter Sands, CEO de Standard Chartered, que habló sobre la necesidad de que el sistema financiero asista al desarrollo de infraestructura, a las pymes y
al comercio, posición que fue calificada como “muy parecida a la que lleva adelante el Gobierno”.
En lo que respecta a las advertencias, el pedido fue tener “cuidado con el tema de las regulaciones, porque puede llevar a que la gente resuelva por si misma sus problemas (shadow bank)” acudiendo a circuitos alternativos del sistema tradicional.
También resaltaron las palabras de Josef Ackermann, del Deutsche Bank, quien le manifestó a la Presidenta que estaba de acuerdo con ella en el diagnóstico de que “siempre utilizamos los remedios habituales y no atacamos la enfermedad; por eso debemos averiguar cuáles son las causas de la enfermedad”, como propuso en su exposición la mandataria.
Asistentes
El encuentro se concretó en el Hotel Sheraton Grande Walkerhill, en la zona Norte de la capital coreana.
Además de Ackerman y Sands, participaron Marcus Wallenberg, del SEB; Stephen Scharzman, de Blackstone; Jean Lemiere, del BNP Paribas; Perrin Batter, de la Cámara de Comercio de Canadá; Kee-Young Im, CEO de Daewo, y Laurence Parisot, de Medef.
También estuvieron presentes César Alierta, de Telefónica; William Topeta, de Met Life; Sam Walsh, de Río Tinto, entre otros. (Télam)