Todo cambia; los paradigmas también, aunque más lentamente ya que son procesos largos de marcha y contramarcha, de lucha de los nuevos para emerger y los viejos para resistirse y permanecer. La pandemia aumentó la vertiginosidad de las transformaciones de manera exponencial y la inmediatez y la globalización -ya existentes- exigen más dinamismo y menos burocracia.
La Justicia, aunque hizo un gran esfuerzo con la implementación del SAC, los expedientes electrónicos y la oralidad en el fuero Civil, no pudo subirse a la ola de tanto cambio y afrontar las nuevas necesidades. Probablemente este pobre resultado tenga que ver con el sistema vetusto y complejo que requiere de un cambio radical, por ahora lejano.
Entonces el cuestionamiento es: ¿si no está en nuestras manos cambiar el sistema judicial, por qué no cambiamos nosotros la elección en la manera de resolver nuestros problemas?, ¿por qué necesitamos de otros que decidan por nosotros?, ¿por qué no confiamos en nuestras capacidades para dialogar y solucionar?, ¿por qué no apostamos a la buena fe y al entendimiento? Parecería que la decisión de un juez tiene más valor que la propia en el marco de nuestras vidas. ¿Será que el paradigma de la confrontación y la búsqueda de verdades absolutas que nos den la razón a cualquier costo nos tienen atrapados? Sin embargo, esto también puede cambiar. La idea es tomar conciencia y esta es una invitación a pensar en la mediación, con mayúsculas, como una valiosa opción.
Si bien es cierto que dentro de esta instancia los mediadores trabajamos especialmente con las narrativas de las partes en conflicto y nuestro rol es el de dirigir el proceso comunicacional en un espacio neutral y cuidado, nada impide buscar otros elementos además de los relatos.
Claro está que en numerosas oportunidades se requiere de elementos objetivos (se llaman agentes de la realidad) que ayuden a aclarar las diferencias con algún aporte externo y no involucrado en el conflicto. Esto es lo que en el marco de un juicio se desarrolla durante el periodo probatorio.
Las pruebas pueden ser variadas y lo interesante es que dentro de la mediación también podemos consensuarlas igual que sus consecuencias a modo de acuerdo previo. Es decir que, antes de abordar el conflicto principal, las partes pueden acordar las pruebas de las que se van a servir dentro de la instancia y cuál es el valor que le van a asignar a su resultado, incluso determinar quién la va a llevar a cabo. Se pueden realizar pericias y sus informes ser utilizados eventualmente en un juicio posterior en caso de haber sido así acordado, consensuar tasaciones, agrimensuras, pedir informes de cualquier orden, llamar a terceros interesados en participar, traer documentos que puedan poner claridad a la cuestión y cualquier elemento que pueda objetivamente colaborar en la mejor solución.
Todo esto es posible porque esta instancia es fundamentalmente flexible, en la cual la voluntad de las partes juega un rol primordial y son ellas quienes pueden buscar alternativas y consensuar sus resultados, siempre dentro de la máxima confidencialidad.
Sin embargo, a pesar de tener instalada la mediación en Córdoba desde el año 2000 con la primera ley, no se advierte en la comunidad el conocimiento suficiente sobre sus virtudes y ventajas, ni tampoco una política de Estado que difunda y promueva sus beneficios.
Luego, con la nueva ley de noviembre de 2018, que la introduce como previa y obligatoria para ciertos juicios, se intenta un avance en ese sentido, a veces con buenos resultados, pero en otras representa un trámite más que sólo aumenta la burocracia prejudicial.
Volviendo a los beneficios de mediar, la celeridad y la economía también son sus baluartes. De estos deviene la economía emocional que implica resolver en poco tiempo algo que nos preocupa y angustia. La solución de los conflictos, dependiendo del caso, puede lograr un acuerdo en una, dos, diez audiencias o las que sean necesarias, pero lo más probable es que en ningún caso supere los seis meses. En el ámbito judicial, en la mayoría de los planteos, la instancia a transitar demandaría como mínimo dos años.
Recordemos que la mediación es viable en conflictos familiares, empresariales, comunitarios, escolares, penales, laborales, internacionales y sus consecuencias son multiplicadoras en prevención y pacificación dentro de cualquier ámbito.
Además, lo más importante es que de llegar a un acuerdo este no es impuesto por nadie, sino producto de la decisión madura y responsable de cada uno. Y entonces pueda darse la oportunidad de que todos queden satisfechos, ya que sería el resultado de la colaboración y participación conjunta en un proceso que permite una comunicación eficiente con protagonistas con capacidad de diálogo y también disensos, pero siempre con un objetivo en común: arribar a una pronta solución.
La consecuencia de esta maravillosa posibilidad, a la que cualquiera puede acceder, nos permitiría tener una sociedad más sana y comprometida. De allí, su alto poder educativo.
Por estas razones exhorto al Estado en primer lugar, a los abogados y a cualquier ciudadano común, a participar y dar amplia difusión a la mediación como una excelente opción para ser los protagonistas de la resolución de nuestros conflictos y construir entre toda una sociedad mejor.
(*) Abogada mediadora – Directora de Espacio Diálogo
Este artículo,de manera sencilla y sería, convence al lector ( y posible beneficiario) de las bondades de la Mediación.
Un punto de vista útil y amable sobre el tema.
Muy buen artículo, además de haber sido escrito por una excelente Mediadora.
Excelente artículo! Muy claro, ojalá mas gente se anime a utilizar la mediación para resolver sus conflictos de una manera más sana, rápida y con mayor posibilidad de éxito a la hora de cumplir con el acuerdo.
Excelente artículo 👏🏻
Una excelente herramienta! Creo que se le debe dar mayor publicidad par que la gente la conozca y confié en esta nueva forma de solucionar conflictos.
Felicitaciones Marcela por el artículo y por trabajar con excelencia. Coincido plenamente y doy fe de lo necesaria y útil que es la herramienta de la mediacion!
Muy buen artículo, se debería difundir mucho más esta herramienta tan valiosa que nos permite resolver conflictos sin litigar, a través del diálogo.
Me gusto mucho este art sobre Mediación de la Dra. Marcela Filiberti, claro, muy informativo y formativo para el público en general, en el cual me incluyo.
Las estructuras y paradigmas sociales, antaño rígidos, hoy se ven flexibilizados por los cambios que permanentemente se manifiestan en la sociedad, requiriendo nuevas propuestas profesionales, cómo esta, respecto a la Mediación, y su importancia en los amplios campos en los que se puede implementar. Gracias
Excelente! Creo que esta forma de solucionar conflictos nos vuelve responsables del compromiso que asumimos en la resolución del conflicto. Hasta me animo a decir que sería de más fácil cumplimiento el resultado, no fue impuesto por un juez, sino que surge de la misma razonabilidad.
Muy buen articulo
Gracias
Buenisima la publicacion coincido con todo lo expuesto, ojala la mediacion siga creciendo, estoy convencida de que es una maravillosa forma de teabajar por la PAZ social.
Interesante conclusión ¡¡¡
Excelente artículo, como siempre. Ojalá todos pudieran conocer y entender los grandes beneficios que puede traer la mediación como proceso de resolución de conflictos. Muy buena reflexión.